Exigen que el feminicida de Sara no quede libre

CIUDAD DE MÉXICO, abril 23 (EL UNIVERSAL).- El 31 de diciembre de 2023, la familia de Sara Elizabeth Medina Mejía tuvo que dejar los preparativos de su cena de fin de año para realizar el sepelio de la joven de 23 años, quien fue asesinada por su expareja sentimental Noé "N" porque se negó a ayudarle a la familia de él a hacer la comida pues debía ir a trabajar.

El sujeto abandonó su cuerpo a una cuadra de la "barranca" o canal de aguas negras en la colonia Tablas del Pozo, en Ecatepec de Morelos, Estado de México.

Sara Elizabeth era madre de un pequeño de un año cuatro meses y estudiaba en línea Ciencias de la Comunicación en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM; además, tenía un local de artículos para fiesta y realizaba Facebook Live para promocionar la mercancía y así vendía por internet.

Al mediodía, Noé llamó a Jessica, hermana de Sara, para avisarle que no encontraba a la joven. De inmediato, Jess recorrió la colonia en busca de su hermana, pero no la halló. Cuando Jessica acudió a la casa de su hermana se percató de que el teléfono de Sara lo tenía Noé, lo que le pareció extraño.

"Pensé ´seguro se pelearon, se fue a arreglar las uñas o el cabello porque ella nunca salía sin arreglarse´. Cerca de las dos de la tarde, él me avisó de una publicación en redes sociales en la que vecinos avisaron que una mujer estaba tirada en un baldío. Cuando llegué con mis hermanos, él fingió no saber nada y gritaba: ´ ¡No, Sara regresa! ¡El niño te está esperando! ´, sosteniendo el cuerpo de mi hermana", relató Jessica.

El cuerpo de Sara fue levantado hasta las siete de la noche, pues como era día festivo no había personal.

Noé "N" es descrito como un hombre manipulador y celoso. Poseía las contraseñas del teléfono celular de Sara, no la dejaba siquiera ir sola a ver a sus padres. "A veces no tenían para comer porque él no tenía dinero, ella lo mantenía; Sara tenía planes de dejarlo, pero tenía miedo", explicó un familiar.

De acuerdo con la autopsia realizada por las autoridades, Sara fue asesinada por estrangulamiento mecánico y sufrió golpes. Pese a que el cuerpo fue expuesto y presentaba signos de violencia, las autoridades no iniciaron una investigación por feminicidio; la familia de la joven estuvo a punto de firmar su declaración por homicidio.

A los tres días, Noé "N" fue detenido luego de que reunió a su familia para confesar que tras una discusión asesinó a Sara; lo delataron y le pidieron que se entregara. Así, la policía entregó al hijo de Sara a la custodia de su familia materna.

El día en que Noé "N" cometió el feminicidio, le pidió prestada su camioneta a un primo para llevar "ropa a lavar"; de este modo fue como transportó el cuerpo de Sara y lo abandonó a unas cuadras de su casa. "No acudió al funeral y se nos hizo raro, pero sí era el principal sospechoso", dicen familiares. A tres meses del hecho, Noé "N" se retractó y negó haber sido el autor material del feminicidio, por lo que la familia de la víctima exige a las autoridades que agoten todos los recursos pues temen que quede libre.

"Sara era alegre, trabajadora, incansable. Nos la arrebataron. Queremos justicia, le pedimos a las autoridades que hagan bien su trabajo, que agoten todos los recursos para que Noé ´N´ no salga libre", dijo uno de sus tres hermanos.

"Sara era mi hija, una niña alegre, estudiosa, todo el mundo la conocía. Lo que quiero es justicia, que su caso no sea olvidado", exigió el padre de Sara con la voz entrecortada.