El exgobernador y exsenador argentino Alperovich, condenado a 16 años por abuso sexual

Buenos Aires, 18 jun (EFE).- José Alperovich, exgobernador de la provincia argentina de Tucumán y exsenador, fue condenado este martes a dieciséis años de prisión por abuso sexual contra su sobrina y excolaboradora.

El tribunal, presidido por el juez Juan Ramos Padilla, dictó la sentencia tras un proceso judicial que se extendió durante más de cinco años desde la presentación de la denuncia, y cuatro meses y medio de juicio, durante los cuales se escucharon testimonios de aproximadamente ochenta testigos.

Los hechos por los que fue condenado Alperovich ocurrieron entre diciembre de 2017 y diciembre de 2018. La víctima, identificada como M.F.L., trabajaba como secretaria en el equipo de campaña de Alperovich cuando este buscaba recuperar la gobernación de Tucumán en 2019.

La víctima es sobrina segunda del condenado, hija de un primo hermano suyo. El abuso sexual se dio en el marco de una relación de poder y dependencia, lo que agravó la situación.

Durante el juicio, la Fiscalía y la querella describieron cómo Alperovich utilizó su posición de autoridad para intimidar y abusar de la víctima. La sentencia incluye la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.

Además, tres testigos serán investigados por falso testimonio, ya que, según la fiscalía, mintieron para proteger a Alperovich. También, se ordenó la revisión de la actuación de dos psicólogas peritos, cuyos informes intentaron desacreditar a la víctima, incluyendo párrafos copiados del descargo presentado por la defensa.

La sentencia es considerada un hito en la lucha contra la impunidad de la violencia sexual. Milagro Mariona, periodista y vocera de M.F.L., declaró: "Este veredicto significa que la justicia creyó en la denunciante y eso es suficiente para ella".

La joven, que tenía 27 años cuando se cometieron los abusos, escuchó la decisión del juez desde Tucumán, donde recientemente tuvo un bebé.

El fiscal Sandro Abraldes, quien pidió una pena de dieciséis años y seis meses para Alperovich, definió el caso como "un juicio sobre la impunidad del poder".

Durante su alegato final, Abraldes señaló: "Alperovich no la quería para trabajar con él. La quería para la cama. El concepto es primitivo. Manda el señor feudal. Al gran mandón no se le discute. Se hace lo que quiere".

La parte querellante, por su parte, había solicitado una condena de veintidós años.

El juicio reveló detalles impactantes sobre la conducta de Alperovich y la situación de sometimiento en la que se encontraba la víctima.

Según la denuncia, los abusos ocurrieron tanto en Tucumán como en Buenos Aires, en situaciones donde Alperovich y la víctima viajaban juntos para cumplir con sus labores en el Congreso Nacional.

La querella describió cómo la víctima era denigrada y sometida de manera constante, lo que afectó gravemente su salud física y emocional.

En el último momento antes del fallo, Alperovich decidió no hablar, sorprendiendo a muchos. Su defensa, sin embargo, intentó desacreditar a la víctima y presentó el caso como un complot político y económico en su contra.

Previamente, Alperovich había negado los hechos al afirmar: "Yo no abusé de ella, eso es una mentira. Yo soy un hombre de 70 años". También, cuestionó el vínculo familiar con la víctima, diciendo: "Son títulos que se ponen, dicen que es mi sobrina, pero ella nunca me dijo tío y yo nunca le dije sobrina".

La defensa también acusó a la denunciante de utilizar frases de otros casos mediáticos, como el del actor Juan Darthés -condenado el pasado día 10 en Brasil a seis años de prisión por el abuso sexual a la actriz Thelma Fardín cuando ésta era adolescente- para construir su relato.

Ninguna de estas especulaciones quedó probada durante el juicio, y el tribunal determinó la culpabilidad de Alperovich basándose en las pruebas y testimonios presentados.

El caso ha tenido un fuerte impacto mediático y social en Argentina, por la importancia de escuchar y creer en las víctimas de abuso sexual.

Los abogados de la víctima, Pablo Rovatti y Carolina Cymerman, del Programa de Asistencia y Patrocinio Jurídico a Víctimas de Delitos de la Defensoría General de la Nación, emitieron un comunicado en el que subrayaron la relevancia de la condena.

"Luego de cinco años desde que denunció los abusos y después de haber sufrido una campaña de deslegitimación de su palabra, pudo obtener lo que siempre ha buscado, que no es cargos, ni fama, sino su sanación a través de la Justicia", afirmaron al subrayar que la sentencia contra José Alperovich no solo representa una victoria personal para la víctima, sino también un mensaje poderoso para otras víctimas de violencia sexual.

"Este es un hito más en la lucha de las víctimas de violencia sexual contra la impunidad de los más poderosos, y nos parece que, como tal, promueve el acceso a la justicia para muchas víctimas que callan por temor a no ser creídas o porque piensan que no vale la pena denunciar".

Los abogados de la víctima enfatizaron: "Esta condena nos recuerda que la ley se aplica para todos, que la palabra de la víctima cuenta y que la violencia de género es severamente sancionada", concluyeron los abogados de la víctima.

Los fundamentos del veredicto se conocerán el próximo 16 de agosto, tras lo cual podría darse una eventual apelación de la defensa.

(c) Agencia EFE