"Nunca se habían hecho eventos masivos aquí"

Alelhí Salgado, enviada

SAN PEDRO GARZA GARCÍA, NL., mayo 25 (EL UNIVERSAL).- Tres días después de la tragedia en la que nueve personas fallecieron y otras 204 resultaron heridas por el desplome del escenario en el campo de beisbol El Obispo, aún se observan imágenes publicitarias con los rostros de Lorenia Canavati y Jorge Álvarez Máynez, banderines de Movimiento Ciudadano (MC) y otras señales del evento proselitista que iba a ocurrir la noche del miércoles.

En el suelo del lugar hay gorras y playeras con el águila del partido naranja que aparentemente tienen manchas de sangre, cartulinas fosforescentes en las que se leen frases de apoyo a los candidatos, lonas con el rostro de los políticos y las flores con las que familiares y la fuerza emecista honraron la memoria de los fallecidos.

Al igual que esa noche, al campo de beisbol lo resguardan elementos de la policía de San Pedro y algunas camionetas de la Guardia Nacional, pero a diferencia del 22 de mayo, hoy protegen la escena de posibles curiosos para que los peritajes de investigación continúen.

La curiosidad del día después del accidente ya pasó. El lugar está desértico, únicamente medios de comunicación y elementos de seguridad recorren El Obispo en búsqueda de respuestas.

"Nunca antes habían hecho eventos aquí. Nunca, bueno, no eventos masivos, sólo para uso de beisbol. Esta colonia es una colonia beisbolera y así tenía que quedarse, nomás de beisbol… pues mire el accidente que vino a ocurrir", explicó a EL UNIVERSAL David Villa, uno de los vecinos que caminaban por la zona para llegar a su domicilio ubicado en las faldas del Cerro de las Mitras.

De acuerdo con el hombre de 43 años, la culpa no la tiene nadie, sino el clima. "Ni la gente, ni el partido. Ellos vinieron a divertirse, pero no contaban con las condiciones del clima. Ellos nada más vinieron a bailar", dijo.

En un recorrido hecho por EL UNIVERSAL, letreros de "Yo sí puedo", "Aquí sí se puede" y "Máynez presidente de México" se pudieron observar colgados en la entrada del espacio, donde casi 10 mil personas se congregaron para escuchar al grupo Bronco y el jingle de Presidente Máynez.

Las luces de la cancha están permanentemente prendidas ante la imposibilidad de hacer alguna modificación que altere las indagatorias y como si aún iluminaran el escenario que se encendió con tonos fosfo, fosfo el pasado miércoles, y que hoy está derrumbado junto a las estructuras colapsadas.

En la parte posterior, un caballo gigante decora dos camiones en los que se lee: "Bronco", unidades móviles de la banda que se encuentran estacionadas en espera de que la fiscalía del estado determine los pasos a seguir para despejar el área luego de la tragedia.

"Nos resulta impactante cómo de un momento a otro la vida cambia. Había aquí hasta gente de Saltillo que vino nada más al baile, gente que vino de Escobedo, Galeana, Zuazua, Santa Catarina, de todos lados por los eventos que hace el gobernador, como el de Carín León de la semana pasada, pero quién iba a saber que iban a encontrar la muerte", declaró Luis Trujillo, un hombre de 48 años que se salvó de morir en el evento y hoy recuerda con horror cómo el escenario voló hacia el público.