Euroverify: ¿Cuántos objetos del Museo Británico son realmente británicos?
Una reciente reunión entre los primeros ministros británico y griego ha reavivado una vez más el prolongado debate sobre si el Reino Unido debe devolver las esculturas del Partenón, también conocidas como los mármoles de Elgin. Tras la reunión entre Keir Starmer y Kyriakos Mitsotakis a principios de este mes, surgieron informes de que el Gobierno griego cree que su homólogo británico ya no bloqueará la devolución de las antiguas esculturas a Atenas.
Sin embargo, Downing Street ha declarado que su postura sobre la devolución no ha cambiado, afirmando que es un asunto que compete al Museo Británico, donde se encuentran, y que el Gobierno británico no tiene previsto cambiar la ley que permitiría su traslado permanente.
El eterno retorno de los mármoles del Partenón
Las esculturas son una colección de decoraciones de mármol del templo de Atenea, o Partenón, en la Acrópolis de Atenas, que datan del año 447 a.C.
A principios del siglo XIX, Lord Elgin, embajador británico en el Imperio Otomano, afirmó haber obtenido permiso de las autoridades locales para retirar aproximadamente la mitad de las esculturas que quedaban en el Partenón, alegando preocupación por su conservación. Finalmente se trasladaron al Museo Británico y desde entonces han sido un importante punto de discordia entre el Reino Unido y Grecia.
Algunos afirman que Lord Elgin era un honesto filoheleno que intentaba salvar las esculturas del deterioro y la destrucción, mientras que otros alegan que el noble escocés era un aristócrata codicioso que robó los mármoles de su legítima patria, un síntoma de las ambiciones coloniales más amplias del Reino Unido en aquella época.
Un enorme botín que dejaría vacío en Museo Británico
El debate suscita a menudo una discusión más amplia sobre si el Reino Unido debería devolver a sus países de origen muchas obras de arte. Algunos incluso afirman que no quedaría nada en el Museo Británico si devolviera todo lo que el Reino Unido supuestamente robó. Sin embargo, la afirmación es hiperbólica porque la inmensa mayoría de los objetos del museo proceden del Reino Unido.
La mayoría de los objetos proceden del Reino Unido
Una búsqueda por países en el catálogo en línea del Museo Británico muestra que más de 650.000 objetos proceden de Inglaterra, Escocia, Gales o Irlanda del Norte. De hecho, Inglaterra es el país de Europa y del mundo que más objetos aporta al Museo Británico. Posee alrededor de cuatro veces más que los siguientes países con mayor presencia, entre ellos Irak e Italia. Unos 66.000 objetos proceden de Grecia, según la base de datos en línea.
El Museo Británico declaró que, a pesar de contar con más de dos millones de registros, sólo ha catalogado en línea aproximadamente la mitad de su colección, y que unos 80.000 objetos están expuestos al público en el Museo Británico de Londres en un momento dado.
"En muchos casos, aún no se han añadido las investigaciones más recientes", afirman fuentes oficiales del museo. "Habrá errores y omisiones, pero el Museo opta por publicar los datos, en lugar de retenerlos hasta que estén 'terminados', ya que siempre habrá nueva información sobre un objeto. Sólo se ha ocultado información personal y sensible".
Vale la pena señalar que cuando hablan de objetos artísticos puede referirse a cualquier cosa, desde fotos, billetes y pequeñas piezas de cerámica hasta esculturas y joyas más grandes y valiosas, y que la forma en que el Museo Británico las adquirió también varía.
Las mayores piezas del museo proceden de otros lugares
Aunque Inglaterra es el país que más piezas aporta al museo por volumen, lo cierto es que las piezas más destacadas del museo son las más controvertidas y suelen proceder del extranjero.
Algunas de las piezas más destacadas del museo son estatuas del Mausoleo de Halikarnassos (en la actual Bodrum, Turquía), el Busto de Ramsés el Grande (Egipto) y la Piedra de Rosetta (Egipto), la famosa losa grabada con un decreto en dos idiomas y tres escrituras.
Tesoros de mundos remotos
El decreto está escrito en jeroglíficos, en escritura demótica egipcia y en griego antiguo. El descubrimiento de la piedra fue tan revolucionario porque las diferentes escrituras e idiomas ayudaron a los eruditos a descifrar el significado de los jeroglíficos.
Se cree que la Piedra de Rosetta se encontró a finales del siglo XVIII, durante la campaña de Napoleón Bonaparte en Egipto. Los soldados franceses la descubrieron por accidente mientras excavaban y, tras la derrota de Napoleón, fue entregada a los británicos en 1801 en virtud del Tratado de Alejandría.
Los activistas egipcios han exigido su devolución, afirmando que la retención de la piedra por parte del Museo Británico es un símbolo de la "violencia cultural occidental contra Egipto".
África, la gran desheredada
En otros lugares de África, Nigeria ha solicitado la devolución de los Bronces de Benín, un grupo de esculturas que incluye cabezas conmemorativas, objetos de la realeza y ornamentos personales. Se remontan al siglo XVI y fueron sustraídas de la ciudad de Benín tras la invasión británica de 1897.
Las autoridades nigerianas han alegado que los bronces "son objeto de saqueo" y que, independientemente de su seguridad en el Museo Británico, deben ser devueltos a "las comunidades a las que pertenecen". El Museo Británico afirma que mantiene "relaciones positivas" con el Palacio Real de la ciudad de Benín y que sigue abierto a las conversaciones con Nigeria.
Bronces de Benín y objetos litúrgicos etíopes
Etiopía, por su parte, quiere recuperar la Colección Maqdala, que incluye objetos litúrgicos como cálices, armas, joyas y 'tabots' (tablillas de altar consagradas). Algunos objetos ya han sido devueltos a Etiopía, pero otros, saqueados por soldados británicos en 1868, permanecen en el Reino Unido. El Museo Británico afirma que su ambición a largo plazo en relación con los 'tabots' es "prestarlos a una iglesia ortodoxa etíope en Reino Unido donde puedan ser cuidados por el clero dentro de sus tradiciones".
Devolver o no devolver, esa es la cuestión
La cuestión de la devolución de objetos a su país de origen no es exclusiva del Reino Unido: museos de toda Europa llevan tiempo enfrentándose a peticiones para que devuelvan también muchas de sus propias piezas, alegando que fueron sustraídas ilegalmente de sus hogares ancestrales durante la época colonial.
El Museo Británico se enfrentó a una nueva polémica el año pasado, cuando se descubrió que faltaban unos 2.000 objetos, entre joyas y piedras semipreciosas, y algunos incluso aparecieron en eBay. Desde entonces se han localizado cientos de objetos.