Eurocopa 2024: España armó un festival de fútbol, debió golear a Italia, pero celebró el clásico a lo grande con un gol... en contra

Morata festeja a lo grande con los chicos, Pedri y Yamal, el gol en contra que definió el clásico
Morata festeja a lo grande con los chicos, Pedri y Yamal, el gol en contra que definió el clásico - Créditos: @KENZO TRIBOUILLARD

Tres pibes maravilla, fútbol total (al menos, de a ratos), una explosión ofensiva y, sin embargo, le queda un sabor a poco. Porque España debió golear (ganó y gustó, al menos). Solo se impuso en el clásico contra Italia por 1 a 0, con un gol... en contra. Un insólito gol en contra, uno más en la Eurocopa.

España se clasificó para los octavos de final, en la noche de los 20 remates. Pulverizó a Italia, que hizo lo que pudo. Y en un córner, en el final, casi, casi, araña un empate impensado. Gianluigi Donnarumma, gigante más allá del metro 96, sostuvo la estantería, pero atención: la Roja, más furiosa que nunca (salvo en el área rival), es el mejor equipo del certamen. Fútbol champagne.

Una revolución juvenil se presentó en la alfombra verde, impecable alfombra de Gelsenkirchen. Españoles (sobre todo) e italianos le mandan un mensaje al mundo: con los chicos también se pueden pelear campeonatos. En nuestro medio, salvo necesidad y urgencia, se los protege hasta límites insospechados. En la selección, por caso, ocurre algo parecido: Lionel Scaloni les da pista a Garnacho y Carboni, pero muy de a poco, con cuidado y armoniosamente.

Celebra España, enorme en el clásico
Celebra España, enorme en el clásico - Créditos: @Manu Fernandez

En Europa, se tiran de cabeza por la sangre joven que, además, están envasadas en dosis justas de calidad y entusiasmo. Sobre todo, en España, en donde fueron titulares Pedri (de 21, conducción y picardía), Lamine Yamal (16, una explosión de energía) y Nico Williams (21, tan vertical como desequilibrante). Con ellos, España dispuso del control del espectáculo. Un demonio.

En Italia, algo menos, atrás y adelante. Riccardo Calafiori (de 22, autor de un gol en contra) y Davide Fratessi (24, buenas y malas en la zona media).

Centro de Williams, cabezazo de Pedri y Donnarumma envió el peligro al córner. Cabezazo de Williams: la pelota rozó el palo. El arquero italiano, un rato más tarde, le ganó un mano a mano a Morata y voló por un remate lejano de Fabián Ruiz. España fue un festival del control y de situaciones de riesgo, pero no tuvo puntería allí en donde se definen las historias y, desde ya, las manos del arquero de PSG evitaron lo que parecía inevitable.

Nico Williams armó un festival en el andarivel izquierdo
Nico Williams armó un festival en el andarivel izquierdo - Créditos: @Martin Meissner

La apertura del marcador se produjo de un modo inesperado. Un gol en contra, uno más en el certamen. Ya son 6 en 18 partidos durante la primera rueda. Williams encaró por el sector izquierdo, como en toda la noche, levantó la cabeza y lanzó el centro, tocado sutilmente por la cabeza de Morata. Riccardo Calafiori, levantó el muslo con poca discreción y fortuna.

España amenazada con una goleada, Italia se sostenía porque solo tenía un gol en contra. Mateo Retegui, en ese contexto, jugó los últimos 30 últimos minutos con las ganas de siempre y una claridad recortada. Casi sorprende en un avance esporádico, con una Italia abrumada y desesperada. Un bombazo de Nico chocó con el ángulo y voló a la tribuna. Un 1-0 escuálido en el marcador.

La renacida España y la vigente campeona Italia dieron espectáculo y fueron protagonistas del “clásico latino” en Gelsenkirchen. El Schalke 04, el dueño de la casa, que llegó a jugar unas semifinales de Champions League a principios de la década pasada con Raúl González como líder, transita ahora por la segunda división alemana. Sin embargo, su imponente estadio recuperó esplendor para cobijar a españoles e italianos.

Lo mejor del partido

Fue la quinta Eurocopa consecutiva en la que chocan, con el 41º episodio de una rivalidad eterna con una serie histórica excesivamente pareja. España se impuso en 14 partidos, Italia en 11 y hubo 16 empates . Sus entrenadores ofrecen un análisis parecido: bajo el ala de dos viejos caciques, con sangre renovada, románticos y al ataque. El español Luis de la Fuente (62 años) resalta las similitudes: “Es como mirarnos a un espejo; es un equipo en crecimiento, con jóvenes y un nuevo técnico”. Sin embargo, bajo la conducción de Rodri, patrón de estancia y del medio juego, no hubo equivalencias sobre el césped. Al menos, esta vez.

“Nos inspiramos, el nuestro es un fútbol ofensivo, de presión, en el que hasta participa el arquero”, describe Luciano Spalletti (65), pero rápidamente aclara: “Tenemos que progresar más allá de este torneo antes de poder jugar el fútbol de ellos”. Se notó, evidentemente.

Impresionante Gianluigi Donnarumma, que evitó la goleada
Impresionante Gianluigi Donnarumma, que evitó la goleada - Créditos: @Julian Stratenschulte

En la primera jornada, la Roja dejó un mejor sabor en la boca que la Azzurra. La primera ganó 3-0 sobre Croacia en una exhibición de eficacia, mientras que la segunda perdía 1-0 ante Albania desde el primer minuto y consiguió remontar (2-1). El segundo capítulo, fue todo rojo. Rojo fuego.