La Eurocámara cumple 70 años reflexionando sobre qué quiere ser de mayor

Estrasburgo (Francia), 22 nov (EFE).- El Parlamento Europeo celebró este martes su 70 cumpleaños entre mensajes sobre la necesidad de reforzar los poderes de esta institución para dar un impulso a la democracia europea, pero aún pendiente de que los gobiernos de la UE den el visto bueno a su siguiente gran reforma para tener listas paneuropeas en sus elecciones.

La celebración de este aniversario reunió en Estrasburgo a los primeros ministros de los tres países en los que se reparte la sede parlamentaria europea, Bélgica, Francia y Luxemburgo, junto a la actual presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, que es también la más joven de la historia de la institución.

"Esta institución es la encarnación de la reconciliación europea. Importa que hoy estemos en Alsacia como símbolo vivo de lo lejos que hemos llegado", aseguró Metsola, que apuntó que la Eurocámara es también más que eso gracias a sus poderes presupuestarios y de colegislador para "ampliar la voz de los cientos de millones de ciudadanos europeos".

El año 2022 marca el 70 aniversario desde el primer encuentro de la Asamblea Común de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, un órgano que hoy multiplica por nueve el número de escaños que había en aquella primera reunión y cuyo pleno ha ganado también en competencias hasta convertirse en el órgano colegislador de la Unión Europea.

No adoptaría su nombre actual, Parlamento Europeo, hasta una década después, en 1962, y desde entonces ha sido testigo de hitos históricos como la salida británica de la Unión Europea, la pandemia de coronavirus, la invasión rusa de Ucrania, la actual crisis energética y de inflación al alza o la creación del euro.

Hoy, recordó la presidenta maltesa, es el único parlamento transnacional, multilingüe, multipartidista y elegido directamente en el mundo, y sus miembros son "la expresión de la opinión pública europea".

Metsola reconoció que la burocracia de los procesos parlamentarios puede ser "frustrante" y que a veces no es todo lo "rápido o sencillo" que cabría desear por lo que, aunque se declaró "orgullosa" de los logros de la Eurocámara, dijo que se debe "seguir reformando".

Fue el primer ministro belga, Alexander de Croo, el que pronunció una de las frases mejor recibidas por el hemiciclo comunitario en su aniversario: "la democracia es una tarea que nunca estará completa y si queremos reforzar nuestra democracia tendremos que reforzar el Parlamento Europeo".

"La Europa de hoy no la impulsan líderes visionarios como los de nuestros libros de historia, sino que la conducen nuestros ciudadanos. Ya no vivimos en 1950, la gente hoy está más empoderada y demanda más de sus líderes, es una evolución sana", dijo De Croo, convencido de que la democracia europea es "más resiliente de lo que creemos" y el Parlamento, "uno de los legisladores más poderosos del mundo".

También el primer ministro luxemburgués, Xavier Bettel, agradeció al Parlamento su labor de insistir para que el respeto a los valores europeos quede consagrado en cada decisión a nivel comunitario, como con el mecanismo que en 2020 vinculó el desembolso de fondos comunitarios al respeto a estos principios básicos de la UE.

Valoró, también, que una persona como él ("liberal, de ascendencia judía y gay"), que no habría podido vivir libremente a principios del siglo pasado, es hoy jefe de un Estado europeo. "La diversidad no es algo que nos limita y no podemos permitir que se destruya este principio", apuntó.

La primera ministra francesa, Élisabeth Borne, subrayó que "cada vez que el Parlamento Europeo incrementa sus poderes, Europa gana en democracia" y aprovechó para defender la sede de Estrasburgo, cuestionada por el coste de desplazar a todo el personal allí mensualmente para celebrar los plenos, como ciudad que "lleva la huella de la historia" ante el nacionalismo que intenta "reescribir el pasado".

(c) Agencia EFE