“Estuve muy paranoica, pero no podés aislarte”. Ya tuvo dengue y cuenta cómo vive bajo la amenaza de la reinfección

Una amiga le regaló a Carolina Menéndez un porta espiral hecho en cerámica para cuidarse de una nueva infección de dengue
Una amiga le regaló a Carolina Menéndez un porta espiral hecho en cerámica para cuidarse de una nueva infección de dengue

Mosquiteros en las ventanas de la habitación y la cocina, y espirales en el balcón para evitar la llegada del vector del dengue, el Aedes aegypti, son algunas de las medidas que Carolina Menéndez, una odontóloga de 54 años, adoptó desde hace seis años, luego de contagiarse por primera vez. Ella sabe que una nueva reinfección puede derivar en una forma grave, por lo que incorporó a su rutina todas las medidas de prevención a su alcance.

Con el repelente como su aliado, Menéndez cambió hábitos y costumbres: ya no tiene el plato recolector del excedente del agua de sus macetas, cambia constantemente el recipiente en donde cae el agua del aire acondicionado y mudó los bebederos de las mascotas dentro de su departamento.

“Estuve muy paranoica después de contagiarme. Con el tiempo eso lo fui perdiendo, pero no dejé de tener mucho cuidado. No podés aislarte y vivir con miedo, pero sí extremar las medidas de prevención”, indicó la odontóloga.

Como parte de un riguroso repaso de los movimientos previos al contagio, Menéndez pudo identificar el momento exacto en el que un ejemplar del mosquito Aedes aegypti, que vive en zonas urbanas y semiurbanas con climas templados, la picó. Fue durante un almuerzo en una quinta en la localidad de Canning.

El 20 de enero de 2016 empezó con los primeros síntomas: fiebre, dolor en las articulaciones y en el cuerpo en general. Después de tomar ibuprofeno y ver que las manifestaciones de la enfermedad disminuían de manera leve, se acercó a una clínica de Caballito, de donde es vecina, para tener la opinión de un especialista.

“Me dejaron internada para hacerme estudios y determinaron que tenía una bronquitis aguda. Me medicaron con antibióticos, y me dieron el alta”, recordó Menéndez, en diálogo con LA NACION.

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Los síntomas, sin embargo, no desaparecieron. Por el contrario, se intensificaron. Luego de cuatro días de haber recibido un diagnóstico errado, una amiga la fue a visitar y, al verla tan débil, sin prácticamente poder caminar, decidió llevarla nuevamente a un centro de salud.

“Cuando los médicos leyeron que el PCR dio positivo para dengue se pusieron contentos. Por lo mal que me encontraba, pensaron que tenía algo mucho más grave”, detalló Menéndez, que pasó los siguientes cuatro días internada, durmiendo mucho y recuperándose hasta que le dieron el alta.

Desde la semana 31 (del 1° al 7 de agosto) de 2022, hasta la semana 11 (del 13 al 19 de marzo) de 2023, se registraron en Argentina 9388 casos de dengue de los cuales 8504 no tienen antecedentes de viaje, 582 se encuentran en investigación y 302 registran viajes a zonas afectadas.

La cifra ya supera los 7862 casos (6169 autóctonos) que hubo en 16 provincias para esta época del año en la epidemia de 2019-2020, cuando la circulación comunitaria del virus del dengue se superpuso con la llegada del coronavirus de Covid-19, de acuerdo con los registros nacionales online de ese entonces.

El Aedes aegypti también transmite el virus del zika, fiebre amarilla y chikungunya.
El Aedes aegypti también transmite el virus del zika, fiebre amarilla y chikungunya.

¿Qué puede pasar con una reinfección?

“La persona que ya tuvo dengue alguna vez tiene mayor posibilidad, con un nuevo contagio, de tener dengue grave. Sin embargo, esto puede no ocurrir. Incluso, puede suceder con una persona que se infecta por primera vez”, explicó Barbara Broese, directora de Epidemiología del Municipio de San Isidro.

Además, especificó que el dengue grave se caracteriza por sangrados que pueden llevar a shock hemorrágico con falla multiorgánica e incluso puede llevar a la muerte.

El mosquito actúa como el vector principal entre una persona infectada y una susceptible de ser afectada: ocurre cuando se alimenta con sangre de un individuo enfermo y luego pica a otros. Es decir, que el contagio solo se produce por la picadura de los mosquitos infectados, nunca de una persona a otra ni a través de objetos. El Aedes aegypti también transmite el virus del zika, fiebre amarilla y chikungunya.

“Todas las personas deben tomar las mismas precauciones y cuidarse de la misma manera. Por un lado, el control del vector en casa, que son las medidas de descacharrado que ya todos conocemos: evitar que se acumule el agua en recipientes, limpieza del hogar y el desmalezamiento en jardines. Por el otro, el control personal, que implica evitar ser picado con medidas como usar repelente tanto la persona que tiene dengue como la que no y usar mosquiteros”, sumó Broese.

Según el último boletín epidemiológico publicado por el Ministerio de Salud de la Nación, los serotipos circulantes hasta el momento son DEN-2 (nueve jurisdicciones) y DEN-1 (en seis jurisdicciones). En dos jurisdicciones se registra circulación de ambos serotipos: CABA y Santa Fe. En la provincia de Buenos Aires, en tanto, circula el DEN-1.

Sobre la forma de tratamiento ante la aparición de síntomas, Luis Cámera, médico clínico del Hospital Italiano, indicó: “Hay que tomar medicación sintomática en caso de que la persona se sienta mal, algo para la temperatura, ingerir abundante cantidad de líquido, comida liviana, hacer reposo, y controlar que no tenga síntomas graves. Ante el menor síntoma preocupante hay que consultar a un especialista. Sin embargo, no hay un tratamiento específico para el dengue, sino que son cuidados generales y dejar que pase el tiempo. No hay antivirales”.

Ocho personas fallecieron en lo que va de este brote epidémico en el país: dos en Salta, una en Jujuy, una en Santa Fe, tres en Tucumán y una en la Provincia de Buenos Aires, según pudo actualizar LA NACION.

Las provincias con más casos notificados en relación con su población (cada 100.000 habitantes) hasta el momento son Tucumán, Salta, Santa Fe, Santiago del Estero y Jujuy. La circulación viral ya es un hecho en 13 jurisdicciones.

Estamos en el momento máximo del pico que sabíamos que iba a suceder. Empezó en los países donde el dengue y la chikungunya son enfermedades que están siempre, países tropicales, y por eso se trabajó mucho en prevención en la provincia”, dijo el ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak.

En esa misma línea, la directora nacional de Control de Enfermedades Transmisibles del Ministerio de Salud de la Nación, Teresa Strella, opinó que el escenario por dengue es complejo en todo el país por un aumento sostenido de casos.

“Hasta el cierre de la semana pasada, en el Sistema Nacional de Vigilancia de Argentina se reportaron 9388 casos de dengue de los cuales la mayoría no tiene antecedentes de viaje, es decir que adquirieron la infección en su lugar de residencia”, resaltó Strella.