Cómo los estudiantes pueden mejorar la experiencia de sus compañeros hospitalizados
La actividad física es una parte fundamental del desarrollo integral de las personas. Promueve el movimiento, el juego y la socialización, y tiene un gran impacto en la salud y bienestar. ¿Qué sucede cuando los niños se ven obligados a permanecer largas temporadas sin esta práctica, como por ejemplo cuando se encuentran hospitalizados?
Los pacientes hospitalarios en edad escolar reciben una formación adaptada, dentro de una disciplina que recibe el nombre de Pedagogía Hospitalaria. Pero aunque existen estudios que avalan la relevancia de la educación física para trabajar aspectos físicos, emocionales y sociales, son escasas las iniciativas que consideran esta área como estrategia educativa y transversal para fomentar la calidad de vida de los pacientes infantiles.
Por qué trabajar la educación física en el hospital
El objetivo principal de la educación física en el contexto hospitalario es fomentar el movimiento y la actividad física adaptada a cada paciente, ayudándoles a mantener un buen estado de salud y a superar las dificultades que puedan surgir durante su estancia en el hospital.
Además, la educación física puede ser una herramienta terapéutica importante en el proceso de recuperación de los pacientes, contribuyendo a mantener su movilidad y funcionalidad después de una intervención quirúrgica o de una enfermedad. La actividad física genera, además, sensaciones de bienestar y felicidad, trasladando esos efectos positivos a su estado de ánimo, a su autoestima, así como a su capacidad de afrontamiento ante la enfermedad.
Actuales necesidades
Nuestra investigación realizó un diagnóstico de necesidades a partir de entrevistas semiestructuradas al personal docente y sanitario, y aplicando un cuestionario ad hoc a familiares de niños y niñas hospitalizados. La información obtenida de este diagnóstico reveló dos carencias: por un lado, una escasa coordinación entre el aula hospitalaria y el centro educativo al que está adscrita y, por otro lado, la ausencia de iniciativas vinculadas al área de Educación Física.
A partir de la detección de estas necesidades, pusimos en marcha un proyecto de aprendizaje servicio desde el área de Educación Física de un aula de 4º de educación primaria. El aprendizaje servicio es una metodología de enseñanza que convierte a los estudiantes en agentes de cambio social: enseña a través de la acción directa en el entorno. En este caso, “convertimos” a los estudiantes de 9 y 10 años (con la supervisión y ayuda de sus docentes, los docentes del aula hospitalaria y el personal sanitario) en “monitores” de Educación Física para sus compañeros hospitalizados: diseñaron actividades en formato digital para el fomento de la actividad física en el aula hospitalaria.
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¿Qué tipo de actividades se pueden realizar?
A la hora de diseñar las actividades es preciso tener en cuenta los recursos y condiciones del hospital; y la edad, estado de salud y capacidades de cada estudiante para ofrecer diferentes niveles de dificultad y adaptaciones en función de las necesidades de cada paciente.
En nuestro caso, los estudiantes de 4º de primaria elaboraron y expusieron, mediante vídeos y fichas, una selección de juegos motrices de expresión corporal, teniendo muy en cuenta las peculiaridades de los niños a los que iban dirigidos, para lo que elaboraron juegos de carácter inclusivo.
Las actividades ponen el foco en la coordinación, el equilibrio, la fuerza muscular y la resistencia, mediante ejercicios de movilidad articular, estiramientos, actividades lúdicas, así como otros juegos y deportes adaptados; aunque pueden variar en función de las necesidades individuales de cada paciente.
Se pueden utilizar diversos materiales y recursos como pelotas, conos, cuerdas, aros o colchonetas, para hacer las actividades más dinámicas y entretenidas. Ante todo, se debe fomentar un ambiente de respeto, empatía y colaboración, donde se valore el esfuerzo y la superación personal de cada estudiante.
En nuestro proyecto, las actividades se recogieron en la plataforma Genially, teniendo acceso mediante códigos QR colocados en los póster realizados por los alumnos.
Coordinación con personal sanitario
La comunicación y coordinación con los profesionales de la salud es imprescindible para garantizar la seguridad y el bienestar de los pacientes durante la realización de las actividades. En este caso, tanto la maestra como el personal sanitario vinculados al aula hospitalaria fueron partícipes de las fases de diagnóstico, implementación y evaluación del proyecto, aportando una evaluación constructiva que posibilitará la mejora de futuras acciones.
La responsable del proyecto, una alumna universitaria del Grado en Educación Primaria, que realiza su Trabajo Fin de Grado sobre el tema que nos ocupa, fue junto con su directora y con el profesorado de las áreas implicadas la guía pedagógica durante todo el proceso.
Resultados positivos
La iniciativa se desarrolló durante diez días lectivos en sesiones de entre 30 y 90 minutos, en función de las materias y el horario escolar. La evaluación del proyecto, mediante rúbricas, entrevistas y diana de autoevaluación, constató resultados altamente positivos tanto en el estudiantado participante del centro escolar como entre los pacientes del hospital, así como entre los profesionales de la educación y la salud implicados en el proyecto.
Respecto a aspectos del proyecto vinculados a su diseño y desarrollo, la evaluación arroja que se han resuelto de modo excelente las necesidades detectadas, una gran efectividad en la coordinación entre los agentes implicados, el alto reconocimiento a la tarea del alumnado y del profesorado, y la presencia de procesos reflexivos durante la puesta en práctica de la iniciativa, que ha implicado a todos los agentes para conseguir la adquisición de aprendizajes significativos.
Comprobamos una elevada participación y muestras de gran compromiso por parte del alumnado de cuarto de primaria; niños y niñas adquirieron competencias específicas, saberes básicos y valores. Los pacientes del aula hospitalaria comentaron con la maestra su alta y continuada motivación y el impacto positivo que les produjo el hecho de que la información e iniciativas derivasen y fuesen explicadas por sus iguales. Gracias a este proyecto los niños y niñas hospitalizados se sintieron protagonistas y parte del proceso. De hecho la maestra nos transmitió la necesidad de poner en marcha la experiencia desde el comienzo de curso, con el fin de poder hacer un adecuado seguimiento.
La metodología de Aprendizaje-Servicio resulta idónea para contribuir al establecimiento vínculos entre el centro educativo y el aula hospitalaria. Aumenta en el centro escolar la sensibilización de los niños y niñas hacia sus compañeros hospitalizados, además de su solidaridad, empatía y responsabilidad social. Para los niños y niñas hospitalizados esta experiencia les ha brindado vivencias de diversión, alegría y creatividad, y les ha impulsado a aprovechar al máximo todos los momentos de su día a día.
El proyecto de Trabajo Fin de Grado en el que se basa este artículo es autoría de Alba Gallardo Garrachón, maestra de Primaria.
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation, un sitio de noticias sin fines de lucro dedicado a compartir ideas de expertos académicos.
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Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.