Estreno mundial de “Bio’Ngo”: un árbol sagrado y una vivencia para recordar
El estreno mundial en el Sandrell Rivers Theatre de “Bio’Ngo”, una instalación escénica del bailarín, coreógrafo y director artístico mexicano Lukas Avendaño (Oaxaca, México, 1977), también antropólogo y activista, resultó ser la experiencia más emocionante surgida en la escena dancística de Miami desde el “Cloud10” de Brigid Baker, con la que comparte su esencia como “danza de autor”.
Este evento fue una presentación de la serie Out in the Tropics de FUNDarte en asociación con Fantasy Theatre Factory, en el ámbito del programa de Asociación Cultural Internacional (ICP) del Departamento de Asuntos Culturales de Miami Dade entre FUNDarte y Contenidos Artísticos (México).
El bio’ngo es un árbol originario de México, el Caribe, América Central y el norte de América del Sur, que también se encuentra en la península de Florida, afirma la Dra. Lillian Manzor, consultora de este proyecto, en sus eruditas notas incluidas en el bienvenido programa de mano (¡bravo FUNDarte!)
distribuido la noche del viernes 23 de agosto. “La cosmogonía maya y las religiones afrocaribeñas lo consideran un árbol sagrado”, puntualiza la también Profesora Asociada de la Universidad de Miami.
“Los diferentes movimientos de la coreografía están basados en el mito de la creación zapoteca, en el que la Tierra es una gigantesca madre caimán/cocodrilo de cuyo lomo germina el gran bio’ngo o Ceiba Madre, icono del Eje Mundi”, explica Manzor y agrega, “Avendaño teje la coreografía a partir de las diversas experiencias, historias y movimientos aportados por los propios artistas” al compartir historias de sus antepasados.
El resultado es un ejercicio de creación colectiva que combina música, danza, drama y espectáculo en una sofisticada propuesta que demanda un empeño extra del público, pero el esfuerzo merece la pena.
Obviamente, “Bio’Ngo” es un reto sumamente atractivo para aquellos entrenados en encontrar huevos de Pascua (esos mensajes ocultos y referencias crípticas que se le escapan al espectador común y corriente).
La música de Yissy García, la coreografía de Lukas Avendaño, los diseños de vestuario y escenografía de Celia Ledón y la interpretación de los bailarines (José Ramón Corral, Charlene Francois, Enrique Villacreses, Lize-Lotte Pitlo y el propio Avendaño) modelan a “Bio’Ngo” como un acontecimiento artístico importante.
Se necesita arrojo -y algo de coraje- para producir una instalación escénica original como “Bio’Ngo”, porque, en esencia, este es un trabajo de indiscutible raigambre cultural que celebra la vida pero que, al mismo tiempo, no puede disimular su subtexto sombrío.
Hay que reseñar que “Bio’Ngo” se destaca igualmente por ser una puesta en escena de clara vocación académica sin ser didáctica, culta sin ser arrogante, persuasiva sin ser maniquea.
En este contexto, su éxito se debe a que el atractivo de la obra reside menos en la historia que cuenta que en el estado de ánimo general que proyecta; y Avendaño ha creado ese estado de ánimo fusionando con elegancia todos los elementos teatrales a su alcance.
No se puede culpar a Avendaño por el problema técnico de la noche de estreno que impidió el uso de las proyecciones concebidas para abrir y cerrar la función. Las espectaculares imágenes en blanco y negro creadas por Javier Coelho y Javier Labrador, de Huracan Films, aportan un realismo referencial que facilita una lectura específica, agregándole un poco más de media hora a la función, coda incluida.
En el video del inicio, aparece Avendaño desnudo en los Everglades. El video del final, parece ser la llegada del grupo a Miami.
Pero, tal y como el público que asiste a una conferencia no puede saber lo que el orador pensaba decir y no dijo, los espectadores de la noche de estreno no sintieron su ausencia. Algo que debe alegrar sobremanera a Avendaño porque demuestra que la riqueza de su trabajo permite varios niveles de lectura.
Así las cosas, la pretendida instalación quedó reducida a una lacónica obra de danza con final súbito, abierta a todas las interpretaciones.
Sobre todo, con respecto a componentes como el ruidoso sexto personaje que nunca vemos y que se escucha como si fuera un helicóptero que persigue con reflectores y amenaza a los ancestros de los participantes en el proyecto, interpretados por ellos mismos.
El “trenzado” del tronco de la ceiba en escena es el momento más extravagante de “Bio’Ngo”, pero hay otras situaciones mucho menos llamativas dotadas asimismo de enorme significado que muestran a Corral, Francois, Villacreses, y Pitlo dedicados por entero a tareas escénicas que exigen concentración absoluta como ejecutantes. Todos lo consiguen con un aplomo envidiable.
Si la primera emoción que despierta “Bio’Ngo” es de admiración más que de disfrute, es porque Avendaño parece estar más interesado en el estilo y en la atmósfera que en las actuaciones individuales y los estados de ánimo.
Sin olvidar que hay también algo de realismo mágico en la manera en que “Bio’Ngo” hace cotidiano lo sobrenatural; y avanza inexorable, presentando con precisión axiomática, algunos acontecimientos a todas luces excepcionales para sus protagonistas, como si estos fueran sucesos ordinarios.
Debido a la excelente impresión que dejó entre nosotros “Requiem para un Alcaraván”, la obra maestra que Avendaño presentó en el “Out in the Tropics” de 2022, había enorme expectativa ante la presentación de esta nueva obra -más aún considerando que es un producto “hecho en Miami”- y se esperaba una velada de altísimo nivel.
Definitivamente, así fue. Avendaño es un genio que recorre su propio camino y es un privilegio para los miamenses ser testigos de su avance triunfal. Al igual que “Requiem para un Alcaraván”, “Bio’Ngo” es una vivencia para recordar durante mucho, mucho tiempo.
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