Estreno en Estados Unidos de ‘El lector por horas”, una obra en busca de las deducciones del espectador

Lorena perdió la vista en un accidente y su padre, Celso, a cuyo nombre solo le falta una vocal para que sea “Celoso”, contrata un lector y le encarga lecturas “neutrales” de libros que la distraigan, pero que no la apasionen. “Gracias a su accidente, Lorena nos ha devuelto la vida”, le dice Celso a Ismael, el lector, y el público empieza a sospechar que aquí está pasando algo raro.

“El lector por horas”, una obra del célebre dramaturgo español José Sanchis Sinisterra, tendrá su estreno en Estados Unidos el jueves 18 de abril en el Teatro Manuel Artime bajo la dirección de Marilyn Romero y la producción de Gigi González. Habrá solo tres funciones ese día, el viernes 19 y el sábado 20, siempre a las 8:00 p.m.

Perdomo, Ariel Texidó en el personaje de Celso, el padre, y Barbosa, en un momento de los ensayos de “El lector por horas’.
Perdomo, Ariel Texidó en el personaje de Celso, el padre, y Barbosa, en un momento de los ensayos de “El lector por horas’.

“Cuando estuve en octubre en España para hacer una versión del monólogo [de Abelardo Estorino] ‘Las penas saben nadar’, Abel González Melo me invitó a ver una función de otra obra; allí encontré un cartel que anunciaba ‘El lector por horas’ y me llamó la atención el título, porque venía pensando lo bueno que sería hacer aquí en Miami un festival de lecturas”, cuenta Romero.

“¿Es de Sanchis Sinisterra?, caramba, tengo que buscarla”, se dijo. Compró el libro y, en cuanto empezó a leer, confiesa, no pudo parar. La condición que el padre le pone a Ismael al contratarlo es que debe hacer una lectura neutral, reitera la directora.

“Ismael no puede involucrarse con su entonación; entonces imagínate, para el público sentado ahí cómo sería esa lectura”, dice Romero. “Pero Ismael escoge media página de aquí y un par de párrafos de allá cuando lee, por ejemplo, ‘El corazón en las tinieblas’, de Joseph Conrad, y los textos escogidos le sirven para establecer una relación con lo que le está pasando a esa muchacha”.

Es un reto, además, porque Sanchis Sinisterra no incluye una sola acotación, indica Romero.

“No hay acotaciones que te guíen para dirigir, ni tampoco para los actores”, observa. El reparto lo integran aquí Ariel Texidó, Andy Barbosa y Anel Perdomo.

Barbosa (Ismael, el lector) y Anel Perdomo (Lorena) ensayan una escena de la obra del célebre dramaturgo español José Sanchis Sinisterra.
Barbosa (Ismael, el lector) y Anel Perdomo (Lorena) ensayan una escena de la obra del célebre dramaturgo español José Sanchis Sinisterra.

“Son 17 escenas que no están en secuencia temporal, porque el autor quiere un espectador activo que de alguna manera participe en el ordenamiento de la historia; lo obliga a buscar las razones por las cuales tal escena viene después de aquella, y qué ocurrió entre una y otra”.

Así, se debe suponer que pasaron semanas de lecturas; que lo ocurrido en la escena anterior fue resuelto para llegar a esta, y que los personajes se han transformado, adelanta la directora.

Descubrimiento perpetuo

“El texto es tan bueno que todavía estamos descubriendo relaciones entre unas cosas y otras; el autor hiló tan fino que de verdad hizo una obra maestra”, asegura Romero. “Lorena ha quedado ciega porque… bueno, aquí las cosas se deducen; cada cual va a hacer su propia deducción. Es el tipo de obra que, al terminar, te va a hacer conversar con otros espectadores a la salida: uno va a tener una idea, y otro otra, porque todo es por deducción”.

Se supone que Lorena elija los títulos que quiere escuchar, pero en cuanto Ismael empieza a leer algo, salta ella con la pregunta: “¿Este libro lo escogiste tú, o te lo dio mi papá?”.

“Gracias a su accidente, Lorena nos ha devuelto la vida”, le dice Celso (Ariel Texidó, de pie) a Ismael, el lector.
“Gracias a su accidente, Lorena nos ha devuelto la vida”, le dice Celso (Ariel Texidó, de pie) a Ismael, el lector.

“Es un drama de suspenso psicológico”, adelanta la directora. “Ocurren cosas enigmáticas que poco a poco hay que ir deduciendo, y que no necesariamente se van revelando. El espectador enlaza lo que crea y al final se va con la historia que su propia deducción armó”.

Los hijos son los enviados de la muerte, que nos los manda para recordarnos que somos prescindibles, dice el padre en algún momento. Y luego viene aquella frase de que el accidente de Lorena les ha devuelto la vida. Entonces puedes pensar que el padre está tratando de mantenerla a ella bajo su control, dice.

Al parecer, “El lector por horas” es una obra que no tiene muchas representaciones. Según Wikipedia, la estrenaron el 21 de enero de 1999 en el Teatro Nacional de Cataluña con un montaje de José Luis García Sánchez, director, entre otras películas, de “La Corte de Faraón” (1985), protagonizada por Ana Belén y Antonio Banderas, y “La noche más larga”, 1991, con un reparto encabezado por Juan Diego -quien hizo el papel de Ismael en el estreno teatral- y la hija del autor, Clara Sanchis, en el personaje de Lorena.

Romero sospecha que la complejidad del texto puede haber sido la causa de que no la produzcan con frecuencia. “Me imagino que mucha gente le tiene miedo; para nada es una obra comercial”, comenta. “Hace rato que yo andaba buscando una obra que me interesara para dirigirla; ya lo he hecho antes, aunque no tanto como me habría gustado y como quiero seguir haciendo y explorando”.

“Ismael escoge media página de aquí y un par de párrafos de allá cuando lee (…) y los textos escogidos le sirven para establecer una relación con lo que le está pasando a Lorena”, dice la directora de “El lector por horas”, Marilyn Romero.
“Ismael escoge media página de aquí y un par de párrafos de allá cuando lee (…) y los textos escogidos le sirven para establecer una relación con lo que le está pasando a Lorena”, dice la directora de “El lector por horas”, Marilyn Romero.

La directora ha preparado montajes con estudiantes del grupo Prometeo (“El Principito”, por ejemplo), y durante la pandemia dirigió a Marta Velasco y Gerardo Riverón en una obra corta presentada en el patio de una casa, “Una tarde de sol”, versión de “Mañana de Sol” de Serafín y Joaquín Álvarez Quintero, sin contar espectáculos de otro tipo.

Desde Prometeo

“Mi primera maestra de teatro fue Teresa María Rojas en el grupo Prometeo, y allí hice ‘La hija de las flores’ [de Gertrudis Gómez de Avellaneda]; poco después empecé a trabajar con Teatro Avante, y mi primera obra en el grupo fue ‘Los monstruos sagrados’ [de Jean Cocteau]”, cuenta Romero. “Luego me fui a Nueva York, participé en un taller de Uta Hagen en HB Studio, y allí mismo en otro con Salem Ludwig; tomé un curso en el Sonia Moore Studio of the Theatre, una discípula de Stanislavski, viejita y frágil --y me costó un ojo de la cara, pero allá fui— que se acercaba a ti y te daba las instrucciones bajito, o se las decía a un monitor, que era quien explicaba el ejercicio…”

Anel Perdomo es Lorena, la joven que perdió la vista en un accidente y para quien su padre contrata a un lector por horas, lo que da título a la obra de Sanchis Sinisterra. 
Anel Perdomo es Lorena, la joven que perdió la vista en un accidente y para quien su padre contrata a un lector por horas, lo que da título a la obra de Sanchis Sinisterra.

Temprano, mientras estaba con Teatro Avante, la escogieron en un casting para encarnar el personaje de Lupe Cárdenas en la telenovela “Amándote” (1988), producida por el Canal 11 de Argentina.

“Al principio tenía unas escenitas aquí nada más, pero luego al director le gustó mi trabajo y, como esas telenovelas las escriben sobre la marcha, mi personaje creció y fuimos a Argentina, y en Argentina también estudié con varios maestros”, relata.

Desde el punto de vista comercial, aquel era el momento para aprovechar la popularidad y sentarse a escuchar ofertas de trabajo, comenta ahora Romero.

“Pero como lo mío era estudiar y el teatro, lo que hice fue irme a Nueva York a perderme en el anonimato de los subways y las calles, a no tener un centavo”, confiesa. “Vivía en Queens… en aquella época el token [la moneda que daba acceso a un viaje en el tren subterráneo] costaba $1.25, y yo tenía $2.50 para llegar a Manhattan: caminaba del East al West; iba al taller de Fulana o al de Mengana, a ver a mi amigo, con unas botas de suelas gruesas que parecían ruedas de carro viradas al revés… y les abrí huecos. Pero era la vida”.

Los directores escénicos con los que ha trabajado le enseñaron muchísimo: lo que funciona, y lo que no funciona, asegura. “Son ya 43 años de trabajo, porque estrené ‘La hija de las flores’ en 1983; mucho tiempo observando, aprendiendo, y todo eso es lo que vuelco en este atrevimiento”, dice, en referencia a su montaje de “El lector por horas”.

El afiche de la obra
El afiche de la obra

¿Qué es lo más difícil a la hora de dirigir una obra teatral?

“Lo más difícil es respetar al actor: darle su espacio, y a la vez llegar adonde quieres llegar”, responde. “Porque nosotros los actores nos hacemos ideas, sentimos… No es lo mismo pensar que sentir. Cuando alguien te dice ‘yo siento tal cosa’ te está hablando desde algún lugar profundo, y debes tener mucho cuidado, porque los actores somos gente creativa, y yo no puedo dejar de ponerme del lado del actor. Soy todo el tiempo una directora de actores, porque no me interesa el efectismo: me interesan las buenas actuaciones; la historia que se cuenta y cómo la cuentan los actores. Respetar eso, ver que a veces el actor está mandándote a otro lado con su ‘yo siento’ y tienes que llevarlo adonde quieres sin que sienta que lo anulaste, y descubra, y diga: ‘¡eso estuvo buenísimo, me encantó!”

“El lector por horas’, de José Sanchis Sinisterra, bajo la dirección de Marilyn Romero, Teatro Manuel Artime, 900 SW 1st St., Miami, FL 33130. Jueves 18, viernes 19 y sábado 20 de abril, 8:00 p.m. Boletos $20 y $25, https://ellectorporhoras.eventbrite.com y (305) 975 0744, Más: www.margihappenings.org.

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