Estas dos estrellas cubanas brillaron con otras banderas en el voleibol de París. Nadie anotó más puntos que ellos

Dos atletas cubanos del voleibol brillaron en los Juegos Olímpicos de París 2024.

Una mujer, clasificada como la mejor jugadora del mundo. El otro, un hombre, ubicado también entre los mejores.

Ambos finalizaron entre los tres más destacados en el orden individual.

Pero no lo hicieron con el uniforme de Cuba. La decisión no fue por dictados del corazón, pues ambos atletas aman al país donde nacieron.

La decisión fue la búsqueda del éxito profesional y económico.

Melissa Vargas jugó con Turquía, pero su equipo terminó en cuarto lugar cuando perdió en una de las semifinales ante Italia.

Luego cedió ante Brasil por el bronce, a pesar de anotar 26 puntos en este último choque.

Melissa fue la máxima anotadora entre las mujeres con 159 puntos (145 en ataque, 8 en bloqueos y 6 en servicio) superando en lo individual a la brasileña Gabriela Braga (110 (97-11-2).

También resultó la mejor atacadora del torneo con 145 puntos efectivos y la tercera en servicios con seis.

Mientras tanto, Wilfredo León fue la gran estrella de Polonia al finalizar en primer lugar entre los jugadores en puntaje total con 103 unidades (81 en ataque, siete bloqueos y 15 servicios).

Venció al italiano Yuri Romano con 100 (88-3-9), al francés Earvin Ngapeth con 92 (75-10-7), al estadounidense Aaron Russell con 90 (78-7-5)), al italiano Alessandro Michieletto con 89 (74-8-7) y al norteamericano Mathew Anderson con 89 (80-5-4).

León fue el segundo mejor rematador con 81 detrás de Romano que sumó 88 y el primero en servicios con 15 efectivos.

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Miremos la historia de estas dos excelsas figuras del voleibol mundial que sin importar que representen a otra nación en los Juegos Olímpicos, llevan sangre cubana y le demuestran al mundo dos cosas: el enorme talento deportivo que tienen los atletas de esta isla y el atraso en que ha caído un país como Cuba que en otra etapa de la historia tuvieron al mejor equipo de voleibol del Siglo XX cuando ganaron tres coronas olímpicas consecutivas, con las llamadas “Morenas del Caribe’’ lideradas por Regla Torres y Mireya Luis.

MELISSA TERESA VARGAS ABREU

Nació el 16 de octubre de 1999 en la ciudad de Cienfuegos, Cuba. Tiene 24 años. Su estatura es de 1.94 metros (seis pies y cuatro pulgadas). Con un salto a la ofensiva de 326 centímetros (128 pulgadas) y de 315 centímetros (124 pulgadas) en el bloqueo.

Lleva el número cuatro en su uniforme con el equipo de Turquía.

Su carrera comenzó en el torneo cubano con el equipo de Cienfuegos.

Debutó con 13 años en 2013 con la selección nacional de su país. En 2014 fue la máxima anotadora de la Copa Panamericana, actuó en los XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe, ganó la medalla de plata en la Copa de Campeones donde fue elegida la mejor anotadora y atacante.

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También participó en un Mundial y en tres Grand Prix. En 2015 tuvo que someterse a una cirugía del hombro que la alejó por un tiempo de las canchas. Tras esta lesión, en 2016 las autoridades de este deporte la bajaron de nivel debido a que sus padres no estuvieron de acuerdo con la recuperación que proponían para la jugadora.

La jugadora cubana que compite por Turquía Melissa Vargas remata en un partido ante Países Bajos en el voleibol femenino olímpico, celebrado el 29 de julio de 2024 en París. ANP/ANP Sport / ANP/Sipa USA
La jugadora cubana que compite por Turquía Melissa Vargas remata en un partido ante Países Bajos en el voleibol femenino olímpico, celebrado el 29 de julio de 2024 en París. ANP/ANP Sport / ANP/Sipa USA

Luego recibió otra sanción por cuatro años sin poder competir tras firmar con el club suizo Volero sin el permiso de las autoridades cubanas. ¡Increíble!

Castigar por cuatro años a un talento excepcional por el único motivo de firmar con un equipo de otro país fue abusivo e injusto.

¿Acaso la decisión personal de un ser humano debe ser propiedad exclusiva de un gobierno?

Con una sanción de ese tipo cualquier atleta joven al dejar de actuar pierde habilidades. Por ello, Melissa decidió abandonar su país en busca de un mejor futuro y recuperar su prometedora carrera.

Entre el 2018 y 2023 actuó en las ligas de Suiza, Turquía y China conquistando en ellas varios galardones, entre ellos la de Jugadora Más Valiosa del 2023.

Vargas había solicitado la ciudadanía turca en 2019 y en 2021 la recibió directamente de las manos del presidente de este país Recep Tayyip Erdoğan.

En 2023 fue convocada por primera vez a la selección de Turquía integrando su plantel en la Liga de Naciones. En solo seis años, Melissa pasó de estar sancionada por la Federación Deportiva de Cuba a ser elegida la mejor jugadora del mundo en 2023.

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En su debut en la cita olímpica, Melissa lideró el triunfo 3-2 de su elenco ante Países Bajos donde marcó 30 unidades para convertirse en la primera voleibolista cubana con dicho puntaje en un partido de Juegos Olímpicos, siendo a la vez la decimotercera jugadora en alcanzar dicha cifra.

Turquía jugó su segundo desafío ante República Dominicana. Luego de perder el primer set, las europeas reaccionaron para ganar los tres siguientes con Melissa sumando 18 unidades en 30 intentos.

En cuartos de final las turcas superaron 3-2 a China para avanzar a la semifinal por primera vez en la historia del voleibol femenino de este país apoyado por un ataque de Melissa que sumó 42 puntos, incluidos 38 remates, dos bloqueos y dos servicios.

Con su formidable actuación ante las asiáticas, Melissa se convirtió en la segunda jugadora de la historia con más puntos en un partido en Juegos Olímpicos, a sólo dos de la croata Barbara Jelic quien marcó 44 en Sídney 2000.

En la semifinal, el equipo de Turquía cayó 3-0 con marcadores 25-22, 25-19 y 25-22 ante el poderoso combinado de Italia, a pesar de los 17 puntos que anotó la cubana.

Por último, cedieron por la medalla de bronce en cuatro sets 21-25, 25-27, 25-22 y 15-25 ante la escuadra de Brasil para finalizar en cuarto puesto.

La cubana anotó 26 puntos en este desafío.

Melissa terminó la cita olímpica de París con 159 unidades (145 en ataque, 8 bloqueos y 6 servicios) para liderar en calidad individual a todas las restantes jugadoras que participaron.

WILFREDO LEÓN VENERO

Actuó con el equipo de Polonia que terminó con la medalla de plata olímpica al perder en la final en tres peleados sets 25-19, 25-20 y 25-23 ante Francia.

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Y si Polonia llegó hasta la final fue por la guía de este brillante atleta que terminó el torneo como el jugador que más puntos anotó con 103 y el segundo en ataques efectivos con 81.

León nació el 31 de julio de 1993 en Santiago de Cuba.

Mide 2.02 metros (6.8). Su carrera la comenzó en su país donde actuó con la selección nacional entre 2008 y 2013, siendo subcampeón mundial en 2010.

En 2011, Wilfredo conoció por Internet a una joven periodista polaca, Malgorzata Gronkowska, que deseaba hacerle una entrevista.

Meses más tarde ambos se volvieron a ver después de la final de la Liga Mundial, en Gdansk (Polonia).

Cinco años después se casaron y la pareja tiene tres hijos.

El santiaguero abandonó Cuba para jugar en el Kazán ruso, luego en Catar y en Italia. En 2015 recibió la nacionalidad polaca y pasó a integrar la selección nacional de este país.

En Polonia organizó en la ciudad de Torun una academia para formar a niños y adolescentes entre cuatro y 14 años. A la vez, en la Avenida de las Celebridades del centro de esta ciudad le pusieron una placa con su nombre.

En los Juegos Olímpicos de París los polacos superaron varios obstáculos difíciles para llegar a una de las semifinales donde derrotaron al fuerte equipo de Estados Unidos en cinco peleados sets, siendo el cubano el baluarte del triunfo al anotar 25 puntos.

En la final los polacos cayeron en tres sets ante unos inspirados franceses que tuvieron el aliento de toda la afición local en la Arena South de París.

León y Vargas son dos de los mejores voleibolistas del mundo que están jugando con otras naciones en torneos internacionales, aunque no son los únicos cubanos ubicados como estrellas de este deporte que en busca de mejores oportunidades económicas y profesionales tuvieron que abandonar la tierra donde nacieron.