La estrategia de Pedro Sánchez, sobreviviente de la política, desconcierta a España

(Kenny Holston/The New York Times)
(Kenny Holston/The New York Times)

A pesar de insistir en que las acusaciones de tráfico de influencias contra su esposa son falsas, el presidente del gobierno asegura que está considerando dimitir, lo que ha conmocionado al país.

Una ola de inquietud política alcanzó a España el jueves, cuando el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, consideró públicamente dimitir de su cargo después de que un juez aceptara investigar a su esposa de unas acusaciones que Sánchez y otros funcionarios calificaron de campaña de desprestigio con fines políticos.

La decisión del juez de admitir el caso —presentado por un grupo que se autodenomina como de combate a la corrupción y fundamentado en informes de noticias en línea sobre el presunto tráfico de influencias— llevó a los partidarios de Sánchez a respaldarlo y a los fiscales a actuar con rapidez el jueves para intentar que el caso se revoque.

Sánchez, cuya capacidad de supervivencia política ha asombrado durante años tanto a sus partidarios como a sus detractores, escribió el miércoles en una carta pública que las acusaciones contra su esposa, Begoña Gómez, eran falsas y una estrategia de acoso. Sánchez, uno de los líderes políticos de izquierda más prominentes de Europa, ha cancelado su agenda pública mientras reflexiona sobre sus siguientes pasos. Tiene previsto dar un mensaje al país el lunes.

Mientras Sánchez se refugiaba con su familia y se resistía a las peticiones de sus aliados para participar en la campaña de cara a unas elecciones clave en Cataluña y votaciones al Parlamento Europeo, sus partidarios hablaban de movilizar mítines para convencerlo de no dimitir.

Y un grupo amplio de españoles, desde la élite política hasta los ciudadanos de a pie, expresaron su perplejidad ante la inusual retirada de un presidente del gobierno que solo recientemente había recuperado su cargo en las elecciones del verano pasado, y por la extraña situación del país.

Pablo Simón, politólogo de la Universidad Carlos III de Madrid, parecía sorprendido por el tono profundamente personal de la carta de Sánchez, y afirmó que era una situación complicada. Añadió que la investigación sobre quien ha sido la esposa de Sánchez durante 18 años aparentemente había provocado una reacción emocional, porque, políticamente hablando, Simón consideró que no había incentivos claros para la táctica por la que optó, que calificó de “muy arriesgada”.

“Ha hecho algo que no tiene precedentes en democracia”, añadió Simón, y sugirió que el presidente del gobierno estaba apostando a que la opinión pública considerara la investigación contra su esposa tan escandalosa como para generar una reflexión a nivel nacional. Sánchez buscaba un “voto de confianza social”, dijo Simón, en el que está llamando a la opinión pública, a los medios de comunicación e incluso a la oposición tradicional, a tomar partido y decidir “si consideran esto aceptable”.

Lo que detonó la crisis abrupta fue la decisión de un juzgado español de admitir una denuncia de Manos Limpias, un grupo conocido por presentar querellas en los tribunales contra políticos y otros españoles destacados.

El grupo presentó una denuncia en la que acusaba a Gómez de tráfico de influencias y corrupción, citando como posibles pruebas artículos publicados en internet que, según ha reconocido, podrían contener información falsa. El magistrado ordenó una investigación preliminar basada en esos informes en línea.

Dos de los artículos afirman que, en 2020, Gómez firmó dos cartas de recomendación para apoyar la licitación de un contrato público por parte de un grupo de empresas con las que tiene vínculos personales y profesionales. Las notas afirman que el principal accionista del grupo diseñó el máster que Gómez dirigió en la Universidad Complutense de Madrid y que las empresas respaldadas por Gómez compitieron con 20 rivales y obtuvieron tres contratos por valor de más de 10 millones de euros, o unos 10,7 millones de dólares.

La denuncia de Manos Limpias también cita un artículo de la publicación en línea El Confidencial en el que se afirmaba que Gómez se había reunido en 2020 con representantes de Air Europa, una aerolínea española, para firmar un acuerdo confidencial por el que la aerolínea pagaría 40.000 euros al año (43.000 dólares) al Africa Center que ella dirigía en una universidad privada. Meses después, la aerolínea recibió más de 400 millones de euros en fondos de rescate durante la pandemia.

En un comunicado, el Africa Center negó haber recibido “jamás aportación dineraria alguna” de la empresa matriz de Air Europa o de sus filiales. El centro también señaló que en 2020, durante el mandato de Gómez, firmó un acuerdo de patrocinio con la empresa matriz de la aerolínea que incluía cuatro billetes de avión para un evento de trabajo en Londres, que “nunca se ejecutó” debido a la pandemia. El centro indicó que el contrato de 2018 de Gómez impedía específicamente que este se beneficiara de la posición de su familia.

La prensa española ha informado ampliamente que se demostró ya que uno de los artículos citados por Manos Limpias era erróneo. El diario digital The Objective acusó al gobierno de ocultar la información de que se había concedido una subvención a la esposa del presidente del gobierno, pero resultó que la beneficiaria de la subvención fue una empresaria del sector de la hostelería que tiene el mismo nombre de Gómez.

El magistrado citó a declarar a dos periodistas. Gómez, esposa de Sánchez, no ha sido citada y no se ha pronunciado sobre la denuncia.

El gobierno, sin embargo, afirmó que la denuncia de Manos Limpias es infundada, y ha argumentado que Gómez no hizo nada irregular o impropio, y que las noticias que vinculan al presidente del gobierno con la corrupción alimentaron a la oposición, que había sido la primera en atacar.

El jueves, la Fiscalía Provincial de Madrid presentó lo que denominó una apelación directa ante la Audiencia Provincial de Madrid para que archive la investigación preliminar.

Miguel Bernad, secretario general de Manos Limpias, ha reconocido que la denuncia podría estar sustentada en informaciones falsas.

“Será ahora el juez instructor quien deberá comprobar si dichas informaciones periodísticas son ciertas o no”, escribió en un comunicado.

Sánchez declaró en su carta pública que las acusaciones contra su esposa, quien desempeñó un papel clave en su ascenso político, no eran ciertas.

“Hemos ido desmintiendo las falsedades vertidas al tiempo que Begoña ha emprendido acciones legales para que esos mismos digitales rectifiquen lo que, sostenemos, son informaciones espurias”, escribió en la carta, añadiendo que se trataba de “una operación de acoso y derribo por tierra, mar y aire, para intentar hacerme desfallecer en lo político y en lo personal atacando a mi esposa”.

En España, los ciudadanos de grupos como Manos Limpias pueden presentar denuncias judiciales aunque no estén implicados personalmente y no hayan sufrido daños. El sitio web del grupo describe su objetivo principal como la presentación de “todo tipo de denuncias, ante las corrupciones políticas o económicas que lesionen el interés público o general”.

En 2021, la Audiencia Nacional de España declaró al grupo culpable de utilizar campañas de desprestigio para extorsionar a bancos y empresas. El Tribunal Supremo español anuló la decisión porque dijo que no se había cometido ningún delito, pero calificó los métodos del grupo de “censurables”.

El miércoles, la vicepresidenta segunda del gobierno, Yolanda Díaz, quien lidera la coalición de izquierda Sumar, hizo referencia a las denuncias de campaña de desprestigio y declaró que “la ofensiva de la derecha no puede salirse con la suya”.

Pero el principal partido conservador de la oposición española, aún afectado por no haber podido formar gobierno a pesar de haber recibido más votos que Sánchez, quien los superó al formar una coalición más numerosa, aprovechó la oportunidad para arremeter contra uno de sus adversarios políticos.

El Partido Popular, de centroderecha, acusó a Sánchez de victimizarse para obtener réditos políticos e insistió en que el presidente del gobierno diera “una explicación razonada de los escándalos que rodean a su partido, a su gobierno y a su pareja”.

Si Sánchez dimite, es probable que se inicien varios procedimientos, según los expertos.

Su gobierno entraría en un estatus de interinidad hasta que el Congreso acordara un nuevo candidato para intentar formar una coalición de gobierno. Sánchez también podría pedir al Congreso que decida si debe permanecer en el cargo mediante una cuestión de confianza que solo requiera mayoría simple.

Sánchez también podría convocar otras elecciones anticipadas, como hizo después de que su partido fuera derrotado en las elecciones autonómicas del año pasado.

En ese momento, logró reunir el apoyo suficiente para bloquear la formación de un gobierno del Partido Popular, de centroderecha, y el partido Vox, de extrema derecha. Después, reunió una mayoría parlamentaria de otros partidos díscolos y a menudo opuestos.

Pero convocar elecciones adelantadas entrañaría riesgos, sobre todo teniendo en cuenta que las últimas encuestas muestran a su partido, el Partido Socialista Obrero Español, detrás del Partido Popular.


Jason Horowitz
es el jefe de la oficina de Roma del Times, y cubre Italia, el Vaticano, Grecia y otras partes del sur de Europa. Más de Jason Horowitz

c. 2024 The New York Times Company