Estafadores apuntan a migrantes que quieran acogerse al programa de parole de Biden

Cuando el primo de Maurys Hernández le encontró un empleo cuidando a una señora mayor en Estados Unidos, fue una oportunidad esperada para crear una vida mejor para sus dos hijas pequeñas fuera de Venezuela.

Pero esta madre de 38 años del estado costero de Anzoátegui no quería arriesgar la vida de su familia cruzando la traicionera selva del Darién entre Panamá y Colombia. Y sus familiares y amigos en Estados Unidos no cumplían los requisitos para patrocinarla a través de un nuevo programa humanitario puesto en marcha hace un año por la administración del presidente Joe Biden para frenar la inmigración ilegal procedente de Venezuela, Haití, Cuba y Nicaragua.

Así que Hernández recurrió a internet para encontrar un patrocinador, requisito clave para participar en el programa. Recorrió las redes sociales hasta que encontró lo que parecía ser una agencia de consultoría de inmigración en Instagram.

“Nosotros tenemos nuestro secreto para que salga rápido el tramite”, le dijo a Hernández un hombre que se identificó como Ricardo a través de mensajes de Whatsapp, prometiéndole llevarlas a ella y a sus hijas pequeñas a Estados Unidos a cambio de $5,200. En un mensaje posterior, le aseguró: “No te defraudaremos”.

Ricardo le dijo que había “90% de probabilidad de que llegues antes de fin de año”. Dos meses después, tras los pagos iniciales, Hernández y sus hijas siguen en Venezuela. Los “asesores” dejaron de responder a su flujo de llamadas telefónicas y mensajes de texto pidiendo información actualizada sobre su caso. Finalmente, le dijeron que le habían retirado el patrocinio porque se había quejado de ellos en Facebook.

“Lamentablemente, por lo que usted puso en las redes sociales de que la habíamos estafado, eso llegó a los ojos de los patrocinadores, entonces que decidieron cancelar el tramite”, dijo Ricardo. “Me imagino que te desesperaste, no confiaste en nosotros”.

Hernández dijo al Herald que todavía no ha recuperado su dinero a pesar de que le dijeron que se lo reembolsarían.

“He llorado como tu no tienes ni idea. Estaba súper emocionada. Yo decía, es una mejor calidad de vida para mis hijas. Me golpearon contra el piso como quien dice”, dijo Hernández, que se cuenta entre los potenciales migrantes que han sido presa de estafadores sin escrúpulos que se aprovechan del programa de parole.

Desde el lanzamiento del programa humanitario de dos años en octubre de 2021 hasta noviembre, más de 297,000 cubanos, venezolanos, haitianos y nicaragüenses han llegado legalmente a Estados Unidos. El programa comenzó solo con Venezuela y se amplió en enero de 2023 para incluir a los otros tres países. Permite a los migrantes venir a vivir y trabajar a Estados Unidos siempre que tengan un patrocinador financiero, paguen su propio pasaje de avión y superen las verificaciones sanitarias y de antecedentes. Solicitar el programa no tiene costo para los patrocinadores o beneficiarios.

Sin embargo, activistas a favor de los migrantes afirman que la acumulación de solicitantes, que ha llegado a alcanzar los 1.7 millones, está alimentando una serie de argucias de inmigración que se aprovechan de la desesperación de la gente. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) evalúa la mitad de las solicitudes de patrocinio basándose en el momento en que la gente presentó la solicitud, y la otra mitad mediante un sistema de lotería. El DHS dice que hizo el cambio debido al “gran interés”.

Ha surgido una red de estafas en internet en la que estafadores y timadores ofrecen servicios de pago para rellenar las solicitudes gratuitas, conseguir patrocinadores e incluso acelerar el proceso de solicitud. Publican fotos de familias felices y reunidas sosteniendo globos con la bandera estadounidense en los aeropuertos, como “prueba” de que sus servicios son legítimos.

El Departamento de Seguridad Nacional es consciente de la existencia de elementos que intentan aprovecharse del programa y afirma que verifica los antecedentes de los patrocinadores y las personas en libertad condicional. En sus portales digitales enumera una serie de estafas habituales. El Servicio de Ciudadanía e Inmigración advierte de que la gente debe desconfiar de otras personas que digan en las redes sociales que son funcionarios de inmigración o que les guiarán en el proceso de solicitud a cambio de una tarifa, entre otras estafas.

Hernández, la mujer venezolana que esperaba convertirse en cuidadora en Estados Unidos, compartió con el Miami Herald los mensajes de Whatsapp y los mensajes de voz que intercambió con los supuestos consultores. Envió a la supuesta agencia consultora copias de su pasaporte y documento de identidad y de los de sus hijas, así como el domicilio de su casa. Un ser querido en Estados Unidos envió a la agencia un primer pago de $1,450 a una cuenta que le facilitaron, según las capturas de pantalla de la transacción. Mediante notas de voz, la orientaron sobre cómo crear una cuenta en el Servicio de Ciudadanía e Inmigración.

Pero con el paso de las semanas, no hubo novedades. Hernández estaba cada vez más desesperada y preguntó por como iba su caso. Los asesores le dijeron que conocían a piratas informáticos que podían entrar en la base de datos de solicitudes del programa de parole y ascenderla. Pero le costaría más dinero.

Hernández dijo que empezó a sospechar a medida que pasaban las semanas y comenzó a investigar con su amiga cómo funcionaba realmente el proceso de parole. Algunos esquemas como del que Hernández fue víctima anunciaban servicios de paquete completo, incluyendo un patrocinador, pasajes aéreos y apoyo para llenar el papeleo. Los presuntos consultores de inmigración no respondieron a una solicitud de comentarios del Miami Herald a través de Whatsapp o Facebook.

Un post de Instagram asociado con las personas a las que Hernández pagó dice que ellos recibirán a la persona en el aeropuerto. Otro afirma que “nuestro servicio está 100% garantizado sin estafas ni engaños”. Era barato en comparación con otras ofertas en línea, dijo Hernández. Otra oferta que vio pedía hasta $15,000 solo por el patrocinio y el papeleo.

“Los estafadores suelen intentar crear confusión complicando la información que ya existe o creando información falsa sobre el proceso”, dijo Monna Kashfi, de Welcome.US, una plataforma en internet que moviliza a los estadounidenses para patrocinar a beneficiarios del programa de parole y refugiados. Hasta el 8 de enero, la organización había traído a Estados Unidos a más de 2,300 personas, entre ellas haitianos, ucranianos, venezolanos, cubanos y nicaragüenses.

“Es muy difícil calcular el alcance de las estafas porque es muy probable que no se denuncien”, dijo Kashfi, vicepresidenta de contenidos y comunicaciones de Welcome.US.

Esta primavera, la empresa identificó a un puñado de estafadores que intentaban crear “cuentas ficticias” y vender el acceso a su plataforma, que se supone que es gratuita. La empresa, que cuenta con una serie de medidas de seguridad para combatir el fraude, investigó rápidamente y cerró las cuentas falsas, dijo Kashfi.

“Lo más importante que hay que tener en cuenta es que no hay ninguna tarifa asociada al acceso a los procesos. Por tanto, cualquier petición de dinero para acceder a la plataforma, presentar el formulario u obtener una revisión acelerada de la solicitud debería ser motivo de alerta”, dijo Kashfi. “Los beneficiarios nunca están obligados a devolver, reembolsar, trabajar para, prestar ningún tipo de servicio, casarse o compensar de otro modo a nadie a cambio del patrocinio”.

Pero los migrantes esperanzados, desesperados por llegar a Estados Unidos, siguen anunciando en Facebook y otras plataformas de redes sociales que están en busca de un patrocinador, haciéndose vulnerables al fraude.

“Busco patrocinador y cuando llegue pagaré lo que me pidan mientras trabajo, por favor”, se lee en un post. Otro comentario es de una doctora cubana que dice necesitar un patrocinador. Otro dice: “Busco patrocinadores, cuando llegue allá trabajaré aunque tenga que pagar el doble”.

Hernández, venezolana y madre de dos hijos, denunció públicamente la estafa en Facebook y advirtió a otras personas de que se mantuvieran alejadas de actividades fraudulentas relacionadas con el programa de parole. Una mujer aparentemente amable dijo que lo sentía, según una grabación de un chat revisada por el Miami Herald. Luego, se ofreció a ayudar a Hernández a venir a Estados Unidos por un bajo pago inicial de $300 por cada miembro de su familia.

Hernández volvió a compartir sus pasaportes y otra información privada. Pero temerosa de caer en otra estafa, finalmente declinó la oferta.

Jacqueline Charles, redactora del Miami Herald, contribuyó a este artículo.