Los estadounidenses siguen confiando en los jurados; ¿los juicios de Trump acabarán con esa fe?
En un momento en que la confianza en las instituciones está en su punto más bajo, los estadounidenses parecen seguir confiando en sus conciudadanos que forman parte de los jurados.
Según una nueva encuesta, casi el 60 por ciento de los estadounidenses dice confiar lo suficiente en los jurados, más que en cualquier otro grupo del sistema judicial.
Pero es posible que esa confianza se ponga pronto a prueba, ya que el expresidente Donald Trump tendrá que enfrentar varios juicios el año próximo.
Cuando se les preguntó en específico sobre los próximos juicios contra Trump, la mayoría de los estadounidenses (demócratas, republicanos e independientes) dijeron que no creían que los tribunales fueran capaces de reunir jurados imparciales.
Y, sin duda, esos jurados se enfrentarán a un intenso escrutinio, lo cual para muchos es razón suficiente para no querer prestar este servicio a la nación. De hecho, la mayoría de los estadounidenses dijeron no estar interesados en formar parte de un jurado en un juicio contra Trump.
El estudio (que realizó en julio la empresa de encuestas Ipsos y que se centró en los estadounidenses que han formado parte de un jurado en algún momento de los últimos 10 años) brinda un retrato del tipo de estadounidense que sirve y nos da una idea de lo que piensan las personas que podrían decidir el destino de Trump.
Se descubrió que quienes ya habían hecho esta actividad eran mucho más propensos que el público en general a confiar en quienes forman parte del sistema de justicia penal, como los jueces federales, estatales y los magistrados de la Corte Suprema, los abogados, los miembros del personal no jurídico y las autoridades policiales.
Los datos demográficos de quienes han fungido como jurados también difieren bastante de los del público en general. Es más probable que sean mayores, más ricos y con un nivel educativo más alto. Dos terceras partes de quienes han formado parte de un jurado tienen más de 50 años, en comparación con menos de la mitad del público en general. Además, tienden a ser un poco más demócratas que el resto de los estadounidenses y es más probable que lo hayan hecho los hombres que las mujeres.
Pero resultó que los elevados niveles de confianza en el sistema judicial que mostraron los antiguos miembros de jurados (la encuesta no preguntaba por grupos e instituciones no jurídicos, como el Congreso) se debían más a la experiencia de los miembros de jurados dentro del sistema que a un reflejo de sus diferentes características demográficas.
Los antiguos miembros del jurado eran 20 puntos porcentuales más propensos que los estadounidenses en general a decir que confiaban en los abogados defensores y 30 puntos porcentuales más propensos a decir que confiaban en los fiscales, como los de distrito o estatales.
También eran más propensos que el público en general a decir que confiaban en los jueces, aunque surgió una brecha partidista cuando se les preguntó acerca de su confianza en los magistrados de la Corte Suprema, ya que los republicanos expresaron más confianza que los demócratas. Sin embargo, cuando se les preguntaba por los jueces estatales y federales, no había brecha partidista entre quienes habían sido miembros de un jurado ni entre el público en general.
“Luego de haber entrevistado a muchos jurados, puedo decir que su servicio como tal les aporta una visión más positiva del sistema”, afirmó Stephen Adler, ex redactor jefe de Reuters y periodista jurídico que escribió un libro sobre el sistema de jurados, “The Jury: Trial and Error in the American Courtroom”, y colaboró con Ipsos en el estudio.
“Si uno forma parte de un jurado, aunque solo sea por un día o dos, se adentra en un entorno muy serio y concentrado”, explicó Adler. “Tener ese contacto real hace que la gente, sin importar sus nociones preconcebidas, tenga una mejor opinión de cada actor del proceso, hasta llegar a los jueces”.
Aun cuando el 58 por ciento de los estadounidenses dijo confiar en los jurados, el 71 por ciento de los estadounidenses, incluida una mayoría de demócratas y republicanos, dijo que no confiaba en que los tribunales fueran capaces de encontrar jurados “dispuestos a dejar de lado sus creencias previas sobre Donald Trump y decidir el caso basándose en las pruebas presentadas”.
Y cuando se les preguntó sobre el trato que reciben los diferentes grupos por parte del sistema de justicia, el 71 por ciento de los estadounidenses dijo que los funcionarios electos actuales o anteriores obtienen beneficios especiales, incluidos porcentajes similares de demócratas y republicanos. Quienes habían formado parte de un jurado eran incluso más propensos que quienes no lo habían hecho a pensar que los funcionarios reciben un trato especial.
La gente de dinero era el único grupo que el público en general era más propenso a pensar que recibía un trato especial.
Los próximos juicios de Trump convocarán a residentes de los lugares donde se presentaron los casos para que sean parte del jurado y, dependiendo del sitio, su composición podría presentar dificultades para el expresidente. En el caso de Georgia, los posibles jurados procederán del condado de Fulton, que tiende a ser de izquierda. El caso federal sobre los sucesos del 6 de enero de 2021 se celebrará en Washington, una ciudad liberal donde ese día aún se recuerda visceralmente y el caso del pago para comprar el silencio en el que está implicada Stormy Daniels se celebrará en el distrito de Manhattan, en Nueva York, también conocido por ser muy demócrata en su composición. No obstante, es probable que el caso de los documentos clasificados tenga lugar en Fort Pierce, Florida, y el jurado podría provenir de los condados circundantes, que Trump ganó en 2020.
Sin duda, los fiscales y los abogados defensores serán muy cuidadosos para seleccionar al jurado. En los casos, los fiscales necesitarán un veredicto unánime para tener éxito; para asegurarse de tener un juicio nulo, Trump solo necesita una negativa.
Adler señaló que las posturas políticas no impiden ser parte de un jurado. “La ley no dice que no tienes que tener conocimiento del caso. La ley dice que tienes que tener capacidad de ser justo e imparcial”, apuntó.
Los estadounidenses se mostraron divididos en cuanto a su propio interés en formar parte de alguno de los jurados de Trump. Un poco más del 50 por ciento dijo no estar interesado en formar parte, con escasas diferencias entre los distintos partidos.
Haber sido miembro de un jurado no aumentó las expectativas de los estadounidenses de que Trump pudiera conseguir un jurado imparcial, pero quienes ya lo hicieron se mostraron más abiertos a participar: poco más de la mitad dijo que estaría interesado en ser jurado de uno de sus juicios.
c.2023 The New York Times Company