Estados Unidos vs Billie Holiday: una brillante interpretación al rescate de una biopic un tanto obvia

Estados Unidos vs Billie Holiday: una brillante interpretación al rescate de una biopic un tanto obvia
Amazon Prime Video

Estados Unidos vs. Billie Holiday (The United States vs. Billie Holiday, Estados Unidos/2021). Dirección: Lee Daniels. Guion: Suzan-Lori Parks. Fotografía: Andrew Dunn. Edición: Jay Rabinowitz. Música: Kris Bowers. Elenco: Andra Day, Trevante Rhodes, Garrett Hedlund, Leslie Jordan, Miss Lawrence, Adriane Lenox, Rob Morgan, Natasha Lyonne y Da’vine Joy Randolph. Duración: 130 minutos. Disponible en: Amazon Prime Video. Nuestra opinión: Buena.

¿Puede una actuación salvar una película? La respuesta a esa pregunta hay que buscarla en el virtuoso y multifacético trabajo de Andra Day en el marco de una biopic obvia y elemental como Estados Unidos vs. Billie Holiday.

Si en su puesta en escena del guion de Suzan-Lori Parks el director Lee Daniels apeló al trazo grueso, a una bajada de línea demasiado torpe y subrayada, hay que reconocerle al responsable de El enemigo indeseado, Preciosa, The Paperboy, El mayordomo y la serie Empire el mérito de haberle dado a Day el suficiente espacio creativo para que concretara una interpretación consagratoria que le valió incluso una nominación al Oscar (premio que perdió hace pocos días frente a Frances McDormand). Ascendente cantautora, Day llegaba a este exigente desafío con apenas un puñado de actuaciones en cortometrajes y algún papel secundario, pero a pesar de su inexperiencia logró imprimirle a su personaje tanto la fuerza expresiva como la vulnerabilidad de una artista brillante, una leyenda del jazz con una vida personal desgarradora.

Es que Eleanora Holiday Fagan (más conocida como Billie Holiday) era una adicta al alcohol y la heroína. Su deteriorado cuerpo resistió hasta el 17 de julio de 1959. Tenía apenas 44 años. Precisamente sus adicciones fueron el flanco débil por el que la atacaron quienes la despreciaban y temían por sus posturas políticas. Billie solía cantar en sus conciertos “Strange Fruit”, tema que denunciaba los linchamientos de los afroamericanos en los estados del sur de los Estados Unidos y que fue tomado como himno y emblema por el movimiento por los derechos civiles. Harry Anslinger (Garrett Hedlund), uno de los impulsores de la guerra contra las drogas desde el Federal Bureau of Narcotics, se obsesionó para que dejara de interpretar esa canción y desató una impiadosa campaña en su contra que incluyó desde infiltrar en su círculo íntimo al agente Jimmy Fletcher (Trevante Rhodes) hasta procesos legales que terminaron con ella en prisión.

La película de Daniels, impecable en su reconstrucción de época, cuidada en sus pasajes musicales, carece por completo de sutilezas y matices al punto que termina cayendo en lo maniqueo y lo manipulatorio incluso cuando la denuncia contra la violencia de género, las traiciones y los abusos sea encomiable y bienintencionada. Pero es entonces cuando aparece el carisma, la presencia y sobre todo la voz de su protagonista para rescatar al film y responder al interrogante inicial de esta crítica.

Nacida como Cassandra Monique Batie, ella eligió el nombre artístico de Andra Day. Y Lady Day era el apodo con que se mencionaba en todos los ámbitos a Billie Holiday. ¿Mera coincidencia, simple casualidad? Más bien parece que (Andra) Day nació para personificar a (Lady) Day. Y lo hizo de forma deslumbrante en un film sin demasiado brillo.