Estados Unidos, un país en constante agitación | Opinión

Los recientes sucesos en la nación, matanzas por asesinos inesperados con armas de asalto; debates en las plazas por la decisión de la Corte Suprema de eliminar Roe vs. Wade, y medidas contradictorias de los estados sobre reglas en la pandemia del COVID, han tenido al país en constante agitación.

“Estados Unidos ahora es mucho más consciente de sus divisiones que de su coherencia”, le dijo el ex secretario de Estado Henry Kissinger a Belinda Luscombe, en una entrevista de Time (del 21 de julio al 1ro. de agosto). “[Esa coherencia] todavía existe en la mayor parte del país, pero a nivel de debate político se ha vuelto mucho más débil”.

Y es que todo tiene que ver con las leyes y su interpretación.

Y ¿quiénes hacen las leyes? Los representantes y los senadores, estatales y nacionales. Sin embargo, cuando llega la hora de votar damos mucha más importancia al candidato a la gobernación o a la presidencia, porque queremos confiar en que un líder nos lo dé todo, que resuelva todos los problemas para nosotros.

En realidad, debiéramos darle importancia a la configuración del Congreso y el Senado, y quiénes son esos candidatos y qué prometen. Eso es a lo que se refirió el comentario medio en broma que hizo el inteligente dueño de Berkshire Hathaway, el inversionista visionario Warren Buffett en una entrevista del 7 de julio de 2011 con CNBC : “Podría terminar con el déficit en cinco minutos”, dijo. “Apruebe una ley que diga que cada vez que hay un déficit de más del 3% del PIB, todos los miembros en funciones del Congreso no serán ya elegibles para la reelección”.

Del mismo modo, hay que preguntarse qué piensa el candidato sobre si cualquier cliente en las tiendas debe tener libertad de comprar armas de asalto. Y quiénes le dan dinero en abundancia a ese candidato para que se anuncie y gane las elecciones. ¿Se trata de la famosa NRA (Asociación Nacional del Rifle)? Y aunque apruebo que los ciudadanos tengan armas, es hora de que haya reglas para adquirirlas, como hay luces rojas, amarillas y verdes en el semáforo para cruzar la calle.

El que haya un clamor público frente a los sorprendentes ataques armados masivos e indiscriminados por todo el país, provocó que al fin haya habido apoyo bipartidista en el Senado con una ley, con un voto de 65-33, para controlar en cierto modo la tenencia de armas de fuego. Es la legislación más significativa sobre las armas en casi 30 años.

Otro gran debate es acerca de la decisión de la Corte Suprema sobre Roe vs. Wade. Este es un país laico, supuestamente, pero las opiniones sobre el aborto están teñidas de una moralidad basada en las tradiciones de nuestras religiones monoteístas.

“Fructificad y multiplicaos”, dice el Génesis. Y varias leyes del Antiguo Testamento apoyan ese mandato divino. Esa es también la raíz de la condena de la sodomía y el onanismo en las leyes hebreas. Porque los hombres tenían que engendrar hijos, no malgastar ese poder sexual en otras formas.

Es por eso que hay preocupación en el mundo gay después de este retroceso al supuesto conservadurismo. Ambas cosas están relacionadas. Temiendo que la Corte fuera contra los matrimonios entre personas del mismo sexo, la Cámara aprobó por abrumadora mayoría el martes una ley para protegerlos. Se espera que el Senado la confirme.

En cuanto al aborto, si uno no es religioso puede justificarse el derecho a la decisión femenina de controlar su cuerpo remitiéndose a datos médicos que indican que el feto, aunque lo parezca por lo que vemos en los videos, no está aún vivo o viable hasta cierto tiempo determinado por la ciencia y la experiencia.

Es una verdadera desgracia para una mujer tener que abortar, pero también es una falacia decir que un feto está vivo. Por lo menos en el primer trimestre no lo es. O en el caso de que se descubran anormalidades posteriormente. Por eso el Congreso está obligado a discutir y aprobar una ley federal que dé amparo a la mujer y establezca reglas médicas comprensibles en estos casos. Los métodos anticonceptivos no siempre funcionan y hay toda clase de excepciones en los embarazos.

La salud en general se deteriora además, porque los vendedores de productos farmacéuticos, los hospitales, los médicos, los enfermeros, los seguros médicos, todos se enriquecen a base de cobrar y cobrar. Denme un candidato que no se conecte con cabildeos nebulosos, ni con grupos religiosos.

Este es un país laico y aunque hay una alusión a Dios en el todopoderoso dólar (In God We Trust), fue “E pluribus unum”, el lema propuesto para el primer Gran Sello de los Estados Unidos por John Adams, Benjamin Franklin y Thomas Jefferson en 1776. Significa “de muchos somos uno”. Apliquemos ese dicho hoy y podremos conciliar opiniones diferentes para llegar a soluciones cordiales y tener alguna paz.

Olga Connor es una escritora cubana. Correo: olconnor@bellsouth.net.