Estados Unidos y Cuba se enfrentan en choque tenso en Miami por el pase al gran juego del Clásico Mundial

Cuba contra Estados Unidos. Semifinal del Clásico Mundial. Miami. La Pequeña Habana. Todo está listo para que el loanDepot park viva una jornada inolvidable y no solamente en el aspecto enteramente deportivo, porque este partido en particular se vivirá en un ámbito tenso por varias razones.

La selección de las barras y las estrellas sostuvo un choque extremadamente peleado con Venezuela, pero al final se llevó una victoria 9-7 apoyados en un Grand Slam de Trea Turner en la octava entrada que borró una desventaja de dos carreras y detuvo en seco el aliento de la mayoría de los más de 35,000 aficionados que pagaron boletos.

Para nadie es un secreto que durante décadas Cuba y Estados Unidos, especialmente por el gobierno comunista, se vieron en el plano deportivo como si fuera una extensión de la Guerra Fría, aunque en los últimos tiempos ya ese diferendo no se vive con la intensidad absurda de otros tiempos.

Este nuevo enfrentamiento, sin embargo, adquiere una relevancia extrema en torno a una selección antillana que despierta pasiones encontradas a ambos lados del espectro del exilio cubano y que por primera vez ha incluido a peloteros que militan en las Grandes Ligas.

¿Qué puede suceder dentro y fuera del estadio en la jornada de domingo? Solo el tiempo dirá, pero este encuentro de semifinales podría ser otro hito de un Clásico Mundial que ha superado cualquier expectativa y ha dejado ya partidos para el recuerdo.

Venezuela luchó a brazo partido, pero esta derrota también le llegó con otro dolor, porque José Altuve tuvo que abandonar el choque en la quinta entrada tras ser golpeado en la mano derecha con un lanzamiento a 95.9 millas por hora de Daniel Bard que dejó tirado en el suelo al segunda base.

Según el gerente general de los Astros de Houston, Dana Brown, Altuve está siendo sometido a pruebas y el equipo texano esperaba tener más información este domingo, pero de confirmarse algún tipo de lesión la baja sería muy sensible para los campeones de la Serie Mundial.

Fue tan peleado este encuentro que la ventaja de un lado a otro en tres oportunidades hasta que todo llegó a un punto crítico en la octava luego de que Estados Unidos llenara las bases sin outs, pero con la pizarra 7-5, luego de que el nuevo miembro de los Miami Marlins, Luis Arráez comandara la ofensiva de su país con su primer juego de dos cuadrangulares.

Justo a seis outs de la derrota, apareció el bate de Turner, quien depositó un lanzamiento del relevista Silvino Bracho en las gradas del jardín izquierdo que limpió las almohadillas y catapultó a los anfitriones del Clásico a una victoria en extremo importante.

Estados Unidos abrió la pizarra con tres carreras en la entrada inicial, pero Venezuela respondió con en la parte baja y luego borró un déficit en la cuarta cuando marcó cuatro, dando la impresión de que el juego colectivo y la armonía que les acompañaron hasta aquí podría darle una nueva alegría a sus parciales.

Un segundo jonrón de Arráez en la séptima parecía incrementar esa posibilidad, pero, luego la conexión enorme de Turner resultaba una carga demasiado pesada y dejaba todo listo para el enfrentamiento de este domingo contra una Cuba inspirada en lo deportivo pero polémica en lo político y lo humano.

La seleccion de Estados Unidos debe ser favorita para vencer a Cuba, pero la selección de la mayor de las Antillas también llega muy inspirada, tras clasificarse primea en la fase de su Grupo en Taichung y luego tras superar a Australia en cuartos de final.

Este puede ser un juego de juegos.