Estados Unidos confirmó que enviará a Ucrania bombas de racimo, prohibidas por más de 100 países

Un soldado ucraniano dispara un cañón cerca de Bakhmut, en la región de Donetsk
Un soldado ucraniano dispara un cañón cerca de Bakhmut, en la región de Donetsk

WASHINGTON.- El gobierno de Joe Biden confirmó que enviará bombas de racimo a Ucrania, un polémico armamento prohibido por más de 100 países, incluidos la mayoría de los aliados europeos de Estados Unidos, al cual la Casa Blanca ve ahora como una pieza “crítica” para sostener la defensa de Kiev. La nueva pieza de artillería forma parte de un nuevo paquete de asistencia militar por 800 millones de dólares que fue anunciado por el Pentágono este viernes en Washington.

El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, reconoció que la entrega de bombas de racimo conlleva un peligro adicional para la población civil por el rezago de municiones sin detonar, pero remarcó que existe otro “riesgo masivo” para los civiles si las tropas y los tanques rusos avanzan y toman más territorio ucraniano. Sullivan dijo que las bombas de racimo servirán de “puente” mientras se acelera la producción de artillería convencional. Y señaló además que Ucrania se comprometió a realizar tareas de desminado en el futuro para mitigar riesgos, algo que deberá hacerse de todos modos porque ya se están utilizando bombas de racimo en la guerra.

“Ucrania necesita artillería para mantener sus operaciones ofensivas y defensivas. La artillería está en el centro de este conflicto. Ucrania dispara miles de proyectiles al día para defenderse de los intentos rusos de avanzar y también para apoyar sus propios esfuerzos por recuperar su territorio soberano”, dijo Sullivan. Y agregó: “No dejaremos a Ucrania indefensa en ningún momento de este conflicto, punto”.

Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, habla en conferencia de prensa en la Casa Blanca (Archivo)
Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, habla en conferencia de prensa en la Casa Blanca (Archivo)

Sullivan dijo que la administración demócrata dilató la decisión lo más que pudo ante el riesgo que conlleva el uso de bombas de racimo, pero dejó en claro que para la Casa Blanca “es intolerable” permitir un avance ruso en Ucrania. Más directo, el presidente Joe Biden ofreció una explicación simple cuando los periodistas le preguntaron la razón de su decisión: “Se estaban quedando sin municiones”, dijo a la pasada.

La decisión de Biden de enviar bombas de racimo junto con otras piezas de armamento para reforzar la defensa de Kiev reafirmó la política de la Casa Blanca en el conflicto: proveer la asistencia militar que haga falta para garantizar la defensa de Ucrania, siguiendo una escalada progresiva pero constante según la realidad del conflicto. Estados Unidos y sus aliados europeos han comenzado a preparar el terreno para el próximo salto: suministrar al gobierno de Volodimir Zelensky cazabombarderos F-16.

La entrega de bombas de racimo es una de las decisiones más controvertidas y resistidas que ha tomado la Casa Blanca en la guerra en Ucrania, y generó críticas de las Naciones Unidas y de organizaciones de derechos humanos. La Convención sobre Municiones de Racimo, un tratado internacional de 2008 ratificado por más de 100 Estados, prohíbe el uso, la producción, la transferencia y el almacenamiento de bombas de racimo. También requiere la destrucción de existencias, limpieza de áreas contaminadas por restos y asistencia a las víctimas.

Más de 120 Estados se han comprometido con la convención y están trabajando para implementar sus disposiciones, muchos de ellos en África. Estados Unidos, Rusia y Ucrania se encuentran entre los países que no se han adherido, pero varios Estados europeos que han participado activamente en la defensa de Ucrania, como Francia, Alemania y Gran Bretaña sí lo han hecho.

Marta Hurtado, en representación de la oficina de derechos humanos de la ONU, dijo este viernes que “el uso de tales municiones debe cesar de inmediato y no usarse en ningún lugar”.

Las bombas de racimo representan “una amenaza inmediata para los civiles durante los conflictos al dispersar aleatoriamente submuniciones o minibombas en un área amplia”, ha señalado la organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW). Esas bombas representan además una amenaza después del conflicto al dejar restos, incluidas submuniciones que no explotan al impactar y se convierten en minas terrestres de facto.

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, durante una visita a Turquía
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, durante una visita a Turquía

Las fuerzas ucranianas han utilizado bombas de racimo que han causado numerosas muertes y lesiones graves a civiles, señaló un informe de HRW difundido esta semana. Las fuerzas rusas también han utilizado ampliamente las municiones en racimo en Ucrania, “matando a muchos civiles y causando otros daños graves a la población civil”, indicó la organización.

La investigación de HRW encontró que los ataques con cohetes de municiones en racimo ucranianos en áreas controladas por Rusia en la ciudad de Izium y sus alrededores en el este de Ucrania durante 2022 causaron muchas víctimas entre los civiles ucranianos. HRW exigió que ambos países dejen de usar estas armas, y que ningún país las suministre debido a su peligro previsible para los civiles.

“Las municiones en racimo utilizadas por Rusia y Ucrania están matando a civiles ahora y seguirán haciéndolo durante muchos años”, dijo Mary Wareham, directora interina de armas de HRW, según un comunicado de la organización. “Ambas partes deberían dejar de usarlas de inmediato y no tratar de obtener más de estas armas indiscriminadas”.

La entrega de bombas de racimo, que contó con respaldo de legisladores demócratas y republicanos en Estados Unidos, generó tensiones con algunos aliados de Estados Unidos en Europa. Alemania, que firmó la convención, dijo que no proveerá bombas de racimo, aunque a la vez el vocero del gobierno, Steffen Hebestreit, expresó confianza en los argumentos de Estados Unidos.

“Estamos seguros de que nuestros amigos estadounidenses no tomaron a la ligera la decisión de suministrar la munición correspondiente”, dijo Hebestreit en Berlín. “Debemos recordar de nuevo que Rusia ya ha utilizado municiones de racimo a gran escala en una guerra de agresión contra Ucrania en violación del derecho internacional”, añadió.