"America is back": ¿es el ataque a las milicias en Siria el primer signo de un nuevo tiempo del Pentágono?

Estados Unidos, además de reconocerse de vuelta en sus usuales aliados y luchas conjuntas, ¿también reiniciará su carrera bélica?

US Pentagon in Washington DC building looking down aerial view from above
Edificio del Pentágono en Washington, Estados Unidos

El que quería a Estados Unidos de regreso en el terreno bélico mundial, puede sentirse saludado. A solo un mes de haber tomado posesión, Biden hace realidad, en el sentido más amplio de la expresión, lo que dijera el pasado 19 de febrero en la ciudad de Munich, en medio de su primer encuentro como mandatario con líderes europeos, "America is back".

La expresión se refería a muchos ámbitos en general: la primera potencia mundial está de vuelta con sus aliados tradicionales, con las fuerzas de la OTAN, está de vuelta en la lucha contra el cambio climático, en la procura de la democracia y la libertad en el mundo, en las acciones conjuntas con sus pares. Y muy en particular, en sus posiciones militares. Estados Unidos está de vuelta.

El ataque habría sido de mesuradas proporciones y en extremo justificado: específicamente contra estructuras de milicias pro-iraníes que funcionan en Siria y han acometido acciones contra personal de la coalición internacional en Irak, y que habrían ocasionado además, recientemente, la muerte de un contratista civil estadounidense.

El cambio de semiótica en esta historia está en que se trata de una región en la que Rusia tiene metida sus narices y en la que Trump había disminuido casi a cero la acción estadounidense, a pesar de ser esa una región en la que el Estado Islámico nutre sus bases.

De hecho, el canciller ruso declaró, pocas horas después del ataque, lo que sería una justificación frente a sus aliados: "fuimos informados con muy poco tiempo de anticipación que la acción se llevaría a cabo".

Se conoce que la administración Biden pretende reanimar el acuerdo de 2015 logrado por la presidencia de Obama y otros miembros de la comunidad internacional, y del que el expresidente Donald Trump salió en 2018. El acuerdo tiene como objetivo congelar las aspiraciones nucleares de Irán.

Pero, por otra parte, Washington también considera a Teherán como una amenaza continua para la seguridad en Oriente Medio. Por lo que, en vista de que es una situación compleja y de múltiples riesgos y propósitos, también se espera que las acciones sean de diversas índoles, como confirma el ataque del 26 de febrero.

US President Joe Biden speaks about the American Rescue Plan from the Roosevelt Room of the White House in Washington, DC, on February 27, 2021. - The US House passed the $1.9 trillion coronavirus relief package early Saturday, hailed by Democrats as a critical step in funneling new funding toward vaccinations, overburdened local governments, and millions of families devastated by the pandemic. (Photo by ANDREW CABALLERO-REYNOLDS / AFP) (Photo by ANDREW CABALLERO-REYNOLDS/AFP via Getty Images)
De momento, Biden no ha tenido empacho en asumir el sentido de su acción públicamente. (Photo by ANDREW CABALLERO-REYNOLDS / AFP) (Photo by ANDREW CABALLERO-REYNOLDS/AFP via Getty Images)

Micrófonos abiertos

¿Podría interpretarse la acción como un indicio de que Estados Unidos volverá a ser un país militarmente activo allende sus fronteras? Es muy pronto para determinarlo y la acción es muy pequeña para afirmar que se trata de un giro sustancial en la acción del Pentágono a la arena internacional, pero no es descartable que, liderado por un hombre que se formó en la guerra fría -aunque los tiempos han cambiado y Biden fue Vicepresidente después de la caída del muro de Berlín- el gobierno de la primera potencia del mundo vuelva por sus fueros en el rompecabezas de fuerzas militares del mundo.

De momento, Biden no ha tenido empacho en asumir el sentido de su acción públicamente. Unos días después del ataque, el mandatario envió un mensaje abierto al polo de poder iraní que promociona los grupos que fueron atacados: "no pueden actuar con impunidad, tengan cuidado", advirtió en una alocución.

En otros escenarios conflictivos, espera saberse cuáles serían las actitudes o acciones del gobierno estadounidense, ergo Venezuela, Arabia Saudita, Corea del Norte, Cuba, Birmania, Bielorusia, y otros, cada caso con complejidades e historiales diferentes, en los que la diplomacia norteamericana al menos ya ha activado los micrófonos -que por cuatro años parecían apagados= pero no se sabe aún si en cada caso se pasará o se quedará en sanciones, negociaciones o nuevas acciones bélicas.

Una de las paradojas que trae consigo el ataque es ver, debido a las secuelas de la inflamación política estadounidense, a liberales defender ataques de guerra, y a conservadores defendiendo banderas pacifistas. Todo un corolario de polarización.

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