Estado de México, 'la joya de la corona' donde el PRI se juega la vida

Elecciones para la gobernatura del Estado de México. Delfina Gómez, candidata de Morena y Alejandra del Moral, candidata del PRI, PAN, PRD | Fotos: AP
Elecciones para la gobernatura del Estado de México. Delfina Gómez, candidata de Morena y Alejandra del Moral, candidata del PRI, PAN, PRD | Fotos: AP

Las elecciones en el Estado de México se llevarán a cabo el domingo 4 de junio. Por primera ocasión una mujer será gobernadora de la entidad. Acudirán a las urnas más de 12 millones 600 mil ciudadanos, el mayor padrón electoral del país representa el 13 por ciento del total nacional.

Se disputan el cargo Delfina Gómez, candidata de Morena y Alejandra del Moral candidata de la alianza PRI, PAN, PRD. Al término de sus campañas, que iniciaron el 3 de abril, habrán gastado casi 442 millones de pesos.

Se dice que la “Joya de la Corona” en materia electoral es el Estado de México, no solo por el número de votantes de su padrón, sino por los enormes recursos financieros de que dispone para el financiamiento de sus programas y campañas.

Un solo partido ha gobernado por casi cien años al Estado de México, el PRI y sus antecesores, PNR y PRM. La transición en el poder comenzó a finales del siglo pasado en diferentes estados del país. En el nivel federal el paso fue dado con el triunfo de Vicente Fox. De perder las elecciones el próximo 4 de junio el PRI y sus aliados, serán los responsables de la primera transición en la entidad.

Durante sus campañas el discurso de las candidatas fue elemental. Delfina Gómez repitió en toda ocasión que había llegado la hora de sacar al PRI del poder porque durante casi cien años había olvidado a los ciudadanos y favorecido a los poderosos. Alejandra del Moral insistió en que se debe frenar el avance de Morena y su tendencia destructiva y amenazante para el futuro. Además, plantearon diversas propuestas para solucionar problemas sociales, económicos, de seguridad, políticos y demás, lo de siempre, lo que se supone que desean escuchar los votantes.

La propaganda de las candidatas fue intensa en medios y redes sociales. Las encuestas de cada una registraron avances y retrocesos, pero en todas Delfina Gómez se mantuvo arriba, hasta terminar la campaña con el avance de su adversaria en empate técnico. Lo que anuncia que las elecciones serán disputadas en las urnas y el resultado dependerá del impacto que hubieran logrado entre los abstencionistas.

La propaganda y contrapropaganda elevó la importancia de la disputa electoral en el Estado de México. El discurso de Alejandra del Moral y la alianza de partidos que la apoya afirmó que en estas elecciones no solo está en juego el futuro de los mexiquenses sino el de todo el país, por lo que se debe frenar el proyecto retardatario y regresivo que representa Morena.

Por su parte el discurso de Delfina Gómez y la dirigencia de Morena expresó que su triunfo electoral es inevitable en el Estado de México y que equivale a ganar de manera anticipada las elecciones federales de 2024, cuando se elegirá al presidente de la república.

Afirmar que la elección de gobernador en el estado de México anticipa el resultado de la elección federal parece una desmesura. En el pasado, a pesar de las alternancias en la federación con Vicente Fox, Felipe Calderón y Andrés Manuel López Obrador, el dominio del PRI se mantuvo en la entidad. La posibilidad de que se realice el pronóstico la darán los resultados electorales del próximo domingo.

Es un hecho que el PRI atraviesa por uno de los peores momentos de su historia. En el sexenio de López Obrador participó en 23 elecciones para gobernador y solo ganó una, la de Durango. Perdió el dominio de Congresos locales en los que era mayoría y en este momento están en juego dos de los estados en los que todavía mantiene la gubernatura: Coahuila y Estado de México. El domingo sabremos si mantiene las tres o sigue retrocediendo.

De continuar la tendencia regresiva del PRI no solo dejará de ser alternativa de gobierno, sino que se ubicará en el umbral de su posible extinción. Su liderazgo actual, con Alejandro Moreno al frente, se encuentra envuelto en escándalos de corrupción, su estructura se fragmentó, sus bases electorales, desatendidas, se alejaron del partido, los gobernadores que fueron sus militantes aceptaron embajadas de López Obrador, cuando “perdieron” las elecciones en sus entidades. Es una realidad que la vida del PRI está en agonía.

Para el PRI el Estado de México es una fortaleza de la que depende su futuro. Si mantiene su dominio porque su candidata Alejandra del Moral logró convencer a los ciudadanos salir a votar el próximo domingo, entonces la esperanza de mantenerse en el juego de la disputa por el poder continuaría, aunque solo en el papel de comparsa. En el caso de que llegue a su fin el “reinado” del partido, porque así lo determinaron los mexiquenses, entonces su destino final habrá llegado. Dejará de ser útil para sus actuales aliados al convertirse en un lastre. Su derrota significará que perdió la confianza de propios y cómplices. En política el prestigio y la credibilidad lo son todo.

Si no gana Alejandra del Moral, el PRI perderá millones de votos, miles de millones de pesos y cientos de kilómetros cuadrados para hacer propaganda en torno a la CDMX. ¿Logrará el PRI superar esta su última prueba?

La realidad: Después de las elecciones del próximo 4 de junio, empezará la disputa por el poder que terminará con la elección para cambiar al Ejecutivo Federal en 2024.

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