España y Marruecos estrechan lazos económicos tras el giro respecto al Sáhara Occidental

La valla fronteriza entre Marruecos y el enclave norteafricano español de Melilla a lo largo de una carretera

Por Belén Carreño y Ahmed Eljechtimi

RABAT, 2 feb (Reuters) - España y Marruecos celebrarán el jueves su primera cumbre bilateral en ocho años con el objetivo de reforzar sus lazos económicos y consolidar la tregua diplomática alcanzada el año pasado tras las disputas migratorias y territoriales.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y 12 miembros de su Consejo de Ministros se reunirán con autoridades en Rabat para firmar hasta 20 acuerdos con el fin de impulsar el comercio y la inversión, incluidas líneas de crédito de hasta 800 millones de euros (873 millones de dólares), y acercar a los dos países en áreas más allá de la migración.

El comercio bilateral ascendió a 17.000 millones de euros en 2022, lo que convierte a España en el mayor socio comercial de Marruecos.

Madrid pretende pasar página a una relación tensa con Rabat que ha provocado crisis diplomáticas periódicas, la última de las cuales fue el asalto de 8.000 inmigrantes al enclave norteafricano de Ceuta en 2021, después de que Marruecos relajara los controles fronterizos.

El suceso se consideró una respuesta a la decisión de Madrid de permitir que Brahim Ghali, líder del grupo rebelde Frente Polisario que pretende establecer un Estado independiente en el Sáhara Occidental, entrara en España para recibir tratamiento médico sin informar a Rabat.

Sánchez restableció relaciones cordiales con Rabat en marzo de 2022, después de dar marcha atrás a la política española de cuatro décadas sobre el Sáhara Occidental, respaldando la propuesta de Marruecos de crear una región autónoma.

El cambio de rumbo provocó la ira de Argelia, aliada del Frente Polisario, que suspendió un tratado de amistad de 20 años con España y advirtió que podría cortar el flujo de gas natural, incluso mientras estrecha sus vínculos gasísticos con Italia.

Las disputas ponen de manifiesto la dependencia de España respecto a Marruecos para controlar la migración de marroquíes y africanos subsaharianos que intentan cruzar la frontera más al sur de la Unión Europea.

El pasado mes de junio, Marruecos dio una muestra contundente de su papel clave en materia de migración cuando sus fuerzas del orden sofocaron un intento de cruce masivo de la frontera de Melilla, el otro enclave norteafricano de España, en una acción que dejó al menos 23 muertos y decenas de heridos.

"TRAGANDO SAPOS"

Mientras sigue abierta una investigación del Defensor del Pueblo español sobre ese incidente, Madrid ha mostrado su satisfacción ante un descenso general de las cifras de inmigración, tanto hacia el archipiélago español como a través de la ruta del Mediterráneo occidental, especialmente al tiempo que aumentan las llegadas de inmigrantes a Europa a través de otras rutas mediterráneas.

Las llegadas ilegales a las Islas Canarias cayeron un 30% en 2022 con respecto al año anterior, según el Ministerio del Interior.

Algunos observadores afirman que la caída de la migración podría ser transitoria y que España sigue dependiendo demasiado de Marruecos.

"Marruecos tiene la mano en el grifo y utiliza la migración como una forma de enviar mensajes a sus vecinos del norte e incluso para obtener concesiones", dijo Haizam Amirah-Fernández, analista del Real Instituto Elcano, un centro de reflexión de Madrid.

Para lograr un descenso sostenido de la inmigración, España necesita una mayor cooperación con Marruecos a la hora de repatriar a los inmigrantes ilegales marroquíes, afirmó Blanca Garcés, investigadora principal sobre migración del Centro de Asuntos Internacionales de Barcelona.

España solo expulsó al 5,5% de sus 28.349 solicitantes de extradición en 2021, según el Defensor del Pueblo español. Las expulsiones cayeron un 69% a 1.569 en 2021 en comparación con 2016.

Juan Fernando López Aguilar, eurodiputado socialista, dijo el lunes en un acto que los compromisos a veces son necesarios para mantener relaciones cordiales con un vecino, "tragando saliva o sapos si hace falta, pero hay que construirlo".

(1 dólar = 0,9161 euros)

(Reporte de Belén Carreño y Ahmed Eljechtimi; redacción de Charlie Devereux; editado en español por Flora Gómez)