España: Feijóo fracasa en la primera votación en el Congreso y Pedro Sánchez negocia para lograr un nuevo mandato

Alberto Núñez Feijóo toma asiento durante una sesión de investidura en el parlamento español en Madrid, España, el miércoles 27 de septiembre de 2023
Alberto Núñez Feijóo toma asiento durante una sesión de investidura en el parlamento español en Madrid, España, el miércoles 27 de septiembre de 2023 - Créditos: @Paul White

BARCELONA.- No hubo sorpresa en el Congreso de los Diputados de España, que este miércoles rechazó la propuesta de investidura presentada por el líder del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo. Durante las últimas semanas, desde las filas del PP se había apelado a diputados socialistas descontentos con las negociaciones entre el socialista Pedro Sánchez y los independentistas catalanes para que rompieran la disciplina de voto, y apoyaran a Feijóo, pero ninguno saltó la trinchera.

En total, Feijóo logró el respaldo de 172 diputados, el resultado de la suma de los obtenidos en las elecciones del pasado 23 de julio por el PP (137), los del partido de ultraderecha Vox (33), y el diputado de Coalición Canaria y el de Unión del Pueblo Navarro. En su contra, votaron los representantes del PSOE, de la coalición izquierdista Sumar, y de los nacionalistas periféricos catalanes, vascos y gallegos, un total de 178 diputados.

El viernes se repetirá la votación, pero esta vez en lugar de necesitar la mayoría absoluta de 176 diputados, al candidato del PP le bastaría una mayoría simple, es decir, que haya más síes que noes. Sin embargo, tras el debate parlamentario de los últimos días, esta votación se antoja como un mero trámite, pues nada indica que siete de diputados del bloque opuesto a Feijóo se pasarán a la abstención.

Así las cosas, está previsto que el rey Felipe VI lleve a cabo una ronda de consultas la semana próxima y encargue a Sánchez, presidente en funciones, la formación del gobierno. Empezará entonces la fase decisiva de las negociaciones entre los socialistas y los independentistas catalanes, que tienen la llave de la Moncloa.

Precisamente, Feijóo abrió su intervención en el debate de investidura del martes arremetiendo contra una amnistía a los líderes y activistas catalanes que organizaron el referéndum ilegal de autodeterminación de 2017, condición central de los partidos independentistas catalanes a cambio de su apoyo en el Parlamento.

“Para mí, ni jurídica ni éticamente es aceptable. Fuera de la Constitución no hay democracia”, sentenció Feijóo, que aseguró que si hubiera querido, podría haber sido investido presidente. “Tengo a mi alcance los votos para ser presidente del Gobierno, pero no acepto pagar el precio que me piden para serlo”, proclamó el líder popular, obviando la imposibilidad de armar una coalición de la que formen parte Vox y los partidos catalanes.

Alberto Núñez Feijóo hace gestos al final de la segunda sesión del  debate parlamentario
Alberto Núñez Feijóo hace gestos al final de la segunda sesión del debate parlamentario - Créditos: @JAVIER SORIANO

En las cerca de dos horas que duró su discurso, Feijóo también presentó una serie de medidas, la mayoría incluidas en su programa electoral, como una rebaja de la carga fiscal. También hubo alguna novedad, como la creación de un nuevo delito de “deslealtad constitucional” o la apropiación de algunas medidas del gobierno progresista, como la subida del salario mínimo o el impuesto a la banca. Ahora bien, el líder popular dedicó más energía a arremeter contra Sánchez que a presentar su programa de gobierno, algo insólito en una sesión de investidura.

De ahí que en la réplica del PSOE predominara una cierta sorna, dirigiéndose a Feijóo como “señor candidato a jefe de la oposición”. Pero esas palabras no las pronunció Sánchez, sino el diputado Oscar Puente, todo una sorpresa de la sesión que se interpretó como una forma de ningunear a su adversario y su empecinamiento en consumar una investidura condenada al fracaso. En la elección de Puente primó el simbolismo, pues como Feijóo, él también fue el candidato más votado en las elecciones municipales en Valladolid, pero perdió la alcaldía por un pacto entre el PP y Vox. La bancada del PP reaccionó acusando a gritos a Sánchez de “cobarde”.

“De ganador a ganador, ¿por qué tiene usted mejor derecho a ser presidente del gobierno que yo a ser alcalde de Valladolid?”, espetó Puente para neutralizar el argumento que ha sostenido Feijóo de tener derecho a gobernar por haber sido la lista más votada. Además, Puente le cuestionó al líder del PP que intentara llegar a la Moncloa cabalgando a lomos de diputados socialistas tránsfugas, como ya pasó hace algo más de una década en la Comunidad de Madrid. “Los últimos dos diputados que estaban en venta en esta Cámara ya los compraron ustedes”, deslizó.

Pedro Sánchez, durante la sesión
Pedro Sánchez, durante la sesión - Créditos: @JAVIER SORIANO

El debate prosiguió con la intervención de todos los grupos parlamentarios, empezando con aquellos con un mayor diputados. El intercambio dialéctico con Vox fue el más amable de la jornada; no en vano, el candidato conservador hizo algún guiño en su discurso al partido de Santiago Abascal al criticar el “adoctrinamiento en las aulas”, o los “discursos apocalípticos” sobre el cambio climático. Ahora bien, ello no le evitó algún dardo de Abascal, que aún otorgándole su apoyo, quería marcar perfil propio. Por ejemplo, le echó en cara que ofreciera pactos de Estado al PSOE, así como su europeísmo.

Al igual que el PSOE, Sumar reservó a su líder, la vicepresidenta Yolanda Díaz, para futuros lances, y fue la portavoz Marta Lois, quien dio una dura réplica a Feijóo, a quien dijo que en la presente sesión “termina su viaje a ninguna parte”. Lois fue la primera en aprovechar una novedad histórica que forma parte de las exigencias al PSOE de los partidos nacionalistas: la posibilidad de utilizar en la Cámara el gallego, el euskera y el catalán. Así pues, Lois, gallega como Feijóo, dijo varias frases en este idioma. “España es más plurinacional que nunca”, se felicitó Lois, que aprovechó para censurar al PP por no escuchar a los jóvenes y su preocupación sobre el cambio climático.

Feijóo tiene ante sí unas semanas difíciles, ya que ha perdido el control de su futuro político. Su destino ahora depende de las negociaciones entre los independentistas catalanes y el PSOE. Si fracasan, tendrá una segunda oportunidad. Si llegan a buen puerto, Feijóo podría verse descabalgado de su posición por la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, como le advirtieron ayer varios de sus adversarios en el hemiciclo. Entre los analistas conservadores, había división de opiniones: algunos consideraban que la actuación de Feijóo fue solvente y se consolidó como líder del PP, mientras otros, creían que ya estaba amortizado y no sobreviviría una nueva investidura de Sánchez.

Como máximo, la espera durará dos meses, plazo en el que se volverían a convocar elecciones de manera automática si no se fragua antes un pacto de gobierno. De momento, PSOE y Junts per Catalunya, el partido del expresidente Carles Puigdemont, se mueven con discreción y no dan pistas sobre la situación de sus conversaciones. Sus gestos sugieren que hay un principio de acuerdo sobre la amnistía, pero como demuestra numerosos precedentes, la letra pequeña puede desbaratar las mejores voluntades.