"Un espécimen peligroso": Italia justifica la muerte de una osa acusada de atacar a un excursionista francés

Una madre osa, señalada por el ataque a un excursionista francés a principios de mes, ha sido abatida en Italia. Los defensores de los derechos de los animales afirmaron que la muerte de la osa, identificada como Kj1, deja a sus tres oseznos en "serias dificultades para sobrevivir".

La provincia alpina italiana de Trento confirmó el martes el sacrificio del animal, a pesar de las protestas de los activistas. La Organización Internacional para la Protección de los Animales dijo que la orden de matarla se emitió de la noche a la mañana, lo que hace imposible solicitar una suspensión legal.

"OIPA Italia está desconcertada por el sacrificio de Kj1, a la que intentamos salvar con dos acciones legales", afirma Claudia Taccani, abogada de la organización, señalando que un juez había suspendido dos órdenes de sacrificio anteriores para estudiar otros recursos. "Desgraciadamente, esto no se hizo".

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Trento, que goza de un amplio grado de autonomía respecto al Gobierno italiano, ha estado en el centro de la polémica por el sacrificio de osos pardos que, según afirma, han invadido con demasiada confianza el territorio humano en los últimos años.

¿Cómo saben las autoridades que Kj1 fue responsable del ataque?

Un análisis de ADN realizado tras el ataque al excursionista francés indicó que Kj1 era la responsable.

"Kj1 era un ejemplar peligroso", declaró la provincia en un comunicado, citando una escala que califica la amenaza que suponen los osos. "Se determinó que el animal era responsable de al menos siete interacciones con humanos", incluido el ataque del 16 de julio al excursionista francés de 43 años en el municipio de Dro, al norte del lago Garda.

Al parecer, el excursionista se desvió del camino a unos 500 metros de altitud en una excursión matinal y se encontró con la osa, que le hirió en una pierna y un brazo. El excursionista escapó y pidió ayuda.

Se trata del noveno caso de agresión a seres humanos desde la reintroducción del oso pardo en la provincia en 1999, en el marco de un proyecto de la Unión Europea, y el primero desde la muerte de un excursionista el verano pasado.