Eslovaquia refuerza los controles fronterizos con Hungría
El nuevo Gobierno de Eslovaquia aumenta los controles fronterizos con Hungría.
El Gobierno, encabnezado por el primer ministro Robert Fico, alerta de que la migración irregular ha aumentado un 400 %, superando las capacidades del país para acoger refugiados.
Fico argumenta que la migración irregular debe ser controlada para el objetivo es evitar la entrada de personas vinculadas a grupos "terroristas".
"Si comparamos las cifras, en estos diez meses de 2023 entraron en Eslovaquia 46 000 inmigrantes ilegales. Llegaron libremente, casi como si estuvieran de viaje. Nadie estaba preparado para ellos en la frontera. Nadie los controló. Cruzaron los puestos de control fronterizos, llamaron a la puerta del departamento de policía más cercano donde les dieron algunos papeles, incumpliendo la ley, y luego se desplazaron por Eslovaquia o siguieron adelante (hacia Europa)", dijo el primer ministro en una rueda de prensa en la frontera de Hungría.
Este añadió: "Valoro muy positivamente que el Ministerio del Interior haya convertido en una de sus prioridades garantizar la existencia de todas las barreras a la inmigración ilegal y, por tanto, acojo con igual satisfacción la noticia de que esta tarde tendré la oportunidad de ver a policías y soldados desplegados en acción real. El Ministerio del Interior, en cooperación con las fuerzas armadas, va a desplegar una fuerza bastante grande y equipos básicamente en toda la frontera verde con Hungría".
Solo en septiembre y octubre, unos 21 500 migrantes irregulares llegaron a Eslovaquia, casi la misma cifra, de 24 500, registrada en el resto del año. Según la policía corresponden en un 97 % a refugiados de Siria.
Además, el ministro del Interior, Matus Sutaj Estok, espera una nueva ola migratoria como consecuencia del estallido el 7 de octubre de la guerra entre Israel y Hamas.
El fuerte aumento del flujo migratorio refleja un cambio en la ruta de los Balcanes que tras atravesar Serbia y Hungría pasa ahora por suelo eslovaco, desde donde las personas intentan llegar a otras naciones más ricas de la Unión Europea (UE).
Ello ha llevado a Polonia, Austria y la República Checa a introducir controles en sus fronteras con Eslovaquia a pesar de que ello contradice las normas del espacio de Schengen sobre libre circulación de personas y mercancías.
Por su parte, Eslovaquia fue el último país de la región en tomar este tipo de medidas, al establecer a principios de este mes controles en sus 655 kilómetros de frontera con Hungría.