Una escultura del rey emérito de España con un fusil desconcierta a los espectadores

MADRID, 26 abr (Reuters) - Una de las principales atracciones de Madrid adquirió un significado completamente nuevo durante unos minutos esta semana, cuando un artista colocó una estatua del rey emérito Juan Carlos apuntando con un rifle a la emblemática figura de bronce de un oso que agitaba un árbol.

La obra del artista chileno Nicolás Miranda, titulada "Estrategias parasitarias para sobrevivir en un mundo cruel", aludía a la pasión de Juan Carlos, de 85 años, por la caza mayor, que le llevó al escándalo en 2012, poco antes de su abdicación en 2014.

Juan Carlos es una figura polémica en España tras una serie de escándalos, incluido su lujoso viaje de caza de elefantes a Botsuana en 2012, durante una crisis financiera en su país. Antes venerado por su papel en la transición de España a la democracia, ahora se le considera un lastre para su hijo, el rey Felipe.

Tras ocho minutos de pie junto a la figura de bronce del oso, Miranda retiró su estatua no autorizada, de 170 cm de altura y hecha de poliuretano y arcilla de modelar recubierta de pintura metálica que se asemeja a la pátina del bronce.

Mientras desconcertaba a algunos turistas y transeúntes, algunos españoles tomaron Twitter para compartir su aprobación. "Una estatua de Juan Carlos I disparando al Oso y el Madroño de Sol es la mejor metáfora de nuestra monarquía parlamentaria? Yo digo sí.", escribió un usuario.

El Oso y el Madroño —símbolos oficiales de Madrid— son fotografiados a diario por miles de turistas en plena plaza de la Puerta del Sol.

Miranda realizará una exposición en Madrid el mes que viene en la que incluirá imágenes de la performance en la Puerta del Sol.

"Mi operación como artista contemporáneo es parasitaria. Parasito algo que ya existe. Por ejemplo, el monumento madrileño lo conecto con la monarquía española para hacer una parodia al símbolo de la ciudad", dijo Miranda en un comunicado de prensa.

(Reporte de Emma Pinedo, edición de Andrei Khalip y Mark Heinrich; editado en español por Flora Gómez)