El escudo del Partido Nacional de Uruguay precede por décadas al partido fascista italiano

A tres meses de las elecciones generales de octubre de 2024 en Uruguay, cientos de usuarios de redes sociales sugieren que el oficialista Partido Nacional (PN) inspiró su escudo en la simbología del Partido Nacional Fascista de Benito Mussolini. Pero es falso. El escudo del partido uruguayo fue creado más de cuatro décadas antes de la fundación del movimiento fascista en Italia. Y la insignia que muestran las publicaciones, el “fascio”, data de la antigua Roma y ha sido utilizada por numerosas organizaciones a lo largo de la historia.

“Para que sepas desde dónde surge LA PLAGA FASCISTA del ‘honorable’ Partido Nacional, vos que revoleas ésa bandera sin tener la menor idea de lo que hace”, señala un usuario en Facebook, que difunde una comparación entre un “fascio” −un conjunto de varas de madera atadas alrededor de un hacha− y el escudo del Partido Nacional uruguayo.

“El FASCIO que representó al partido fascista del ‘Duce’ Benito Mussolini en Italia”, se lee en esa y otras publicaciones (1, 2) que cuestionan el hecho de que el escudo de la agrupación política uruguaya lleve el mismo símbolo en su centro.

<span>Captura de pantalla de una publicación en Facebook hecha el 22 de julio de 2024 </span>
Captura de pantalla de una publicación en Facebook hecha el 22 de julio de 2024

El contenido circula en el marco de la campaña electoral de cara a las elecciones presidenciales y parlamentarias uruguayas del 27 de octubre de 2024.

Un símbolo de larga data

El dictador italiano Benito Mussolini (1883-1945) creó la organización política fascista Fasces italianos de combate en 1919, que sería el núcleo del futuro Partido Nacional Fascista. Esta organización tenía como símbolo el “fascio” o “fasces” (del latín “fascis”), igual que el Partido Nacional uruguayo.

Sin embargo, el fascismo no existía cuando el PN diseñó su escudo. “Es muy difícil que el escudo del PN se haya inspirado en la iconografía del fascismo”, dijo a la AFP el historiador uruguayo Carlos Demasi. Y es que el emblema fue creado a fines del siglo XIX, décadas antes de que Mussolini fundara el movimiento fascista.

Consultado por la AFP, Rodrigo Melgar, magíster en Historia, explicó que el origen del fascio se encuentra en la antigua Roma “e, incluso, [podría ser] potencialmente anterior”. 

El fascio representaba el poder y la autoridad del estado romano. Era llevado por un funcionario subalterno, llamado lictor, en nombre de un magistrado, otorgándole poder para ejecutar y castigar.

Como otros símbolos de la antigüedad, el fascio perduró en el tiempo, aseguró Melgar. Por ejemplo, en el período renacentista, el pintor italiano Rafael Sanzio lo incluyó en su obra Conversión del Procónsul (1515). Lo mismo cuenta para el cardenal Jules Mazarin (1602-1661), regente de Francia, quien lo incluyó en su escudo de armas.

Melgar citó al historiador italiano Luca Scuccimarra para afirmar que, como otros símbolos romanos, “vio nueva vida” en la República Francesa de 1792, particularmente en sus comienzos.

En su sitio web, el gobierno de Francia lo explica: “Cuando cayó la monarquía, las fasces del lictor se convirtieron en uno de los símbolos de la República Francesa ‘una e indivisible’ (como una fasces). Se utilizó en el sello de la Primera República y luego en el de la Segunda República, que todavía se utiliza en la actualidad”.

“Es precisamente la conquista francesa de Italia en las guerras originadas de la Revolución Francesa lo que lleva a la península itálica al fasces resignificado como símbolo de la República”, aseguró Melgar.

“Mussolini, en efecto, habría tomado este símbolo histórico y lo habría resignificado en el movimiento que funda a fines de la Primera Guerra Mundial, ‘Fasci di combattimento’”, señaló. "El fascio littorio confiere así su nombre al movimiento fascista incipiente y lo acompañará en su tránsito hacia el partido”.

Por lo demás, el siglo XIX fue “una época en la que el fascio fue adoptado por varios países republicanos y movimientos liberales del mundo”, agregó Melgar. Por ejemplo, “lo vemos presente en los Estados Unidos en tan numerosas representaciones que es difícil ser exhaustivo”, como la figura en el sello del Senado, en la tribuna de la Cámara de Representantes, en el emblema de la Guardia Nacional y en el memorial al expresidente Abraham Lincoln en Washington D.C., que presenta fasces sin hachas.

<span>Captura de pantalla del sitio web del gobierno estadounidense que muestra el emblema del Senado de Estados Unidos, hecha el 22 de julio de 2024 </span>
Captura de pantalla del sitio web del gobierno estadounidense que muestra el emblema del Senado de Estados Unidos, hecha el 22 de julio de 2024

Un escudo del siglo XIX

El Partido Blanco, predecesor del PN uruguayo, fue fundado el 10 de agosto de 1836. El 7 de julio de 1872 se fundó el Club Nacional, y esa fecha es considerada como la de fundación del PN.

El equipo de prensa del PN dijo a la AFP que el escudo es, en efecto, “anterior a Mussolini”. Asimismo, compartió una investigación del historiador Daniel Torena, en la que explica que el diseño del escudo se atribuye a uno de los fundadores del partido, Juan José de Herrera (1838-1898), y a sus hijos, Luis de Herrera y Pilar de Herrera de Arteaga, quien hizo el aporte artístico.

El informe menciona las fasces romanas que se encuentran en el centro del escudo, representando “el valor de la justicia y el poder soberano de la Nación”. También hace referencia a la inscripción del emblema “Somos Idea”, proveniente de las “corrientes liberales del siglo XIX, donde la defensa de las ideas eran una causa mayor o suprema en defensa de la libertad de expresión, expresado en el Programa de Principios del Partido Nacional, publicado por [el semanario] ‘La Democracia’ el 9 de Julio de 1872”.

De acuerdo con el abogado Carlos Sarthou, autor de varias obras sobre la historia del partido, el escudo fue creado en el año 1872.

Hoy el escudo no es el símbolo identificatorio del partido. “El escudo juega un rol marginal en la construcción simbólica del partido uruguayo, quedando netamente desplazado por la adhesión al color blanco que lo caracteriza”, detalló el historiador Melgar.

Referencias: