Dos escritores cubanos y una peruana de Miami reciben el principal premio literario de Florida

El exilio puede ser muchas veces el cementerio del artista, pero este no ha sido el caso para el poeta Félix Anesio, un ingeniero nacido en Guantánamo, Cuba, que encontró la inspiración para escribir sus primeras letras a su llegada a Estados Unidos, en el año 2000.

Anesio obtuvo este año la medalla de oro en la decimoséptima edición de los Florida Book Awards en la categoría de Lengua Española, a la que se suman otros dos residentes de Miami, el investigador, historiador y ensayista cubano Abel Sierra Madero, ganador de la medalla de plata, y la novelista peruana Rossana Montoya Calvo, que obtuvo la de bronce por Un amor más sano (Editorial Igneo).

El premio, que coordinan las bibliotecas de Florida State University en Tallahasse, reconoce los mejores libros escritos en la Florida en el 2022, en 11 categorías, siguiendo el requisito de que los creadores residan en el estado, con excepción de los libros sobre cocina, artes visuales y categoría de no ficción, cuya condición fundamental es que reflejen algún aspecto relacionado con el Estado del sol, aunque los creadores no vivan aquí.

Anesio obtuvo la distinción por su octavo poemario, Congregaciones, editado por la editorial chilena Casa Bukowski.

“El libro reúne más de 70 poemas y epigramas sobre diferentes temas: la angustia existencial, el amor, la muerte, la familia, la enfermedad, el éxodo, la contemplación de la belleza, en fin, la vida en todos sus aspectos”, explica Anesio, que es la segunda vez que recibe el reconocimiento de los Florida Book Awards porque en el 2018 obtuvo medalla de bronce con Los cuervos y la infamia.

“La poesía es inmortal y pobre”, dijo Anesio a el Nuevo Herald, citando un poema de Jorge Luis Borges. “Es casi imposible o inviable vivir de ella”.

Sin embargo, el autor reconoce que sus libros se venden muy bien en Amazon y cosechan “lectores fieles –que no son pocos.

“Ahora bien, no hay que pensar que la comercialización de este y otros libros me ha producido riqueza”, precisa Anesio, que durante 25 años ejerció la ingeniería en Cuba, y en Miami trabaja como mánager de una tienda Polo de Ralph Lauren desde hace 13 años.

Sus libros lo han llevado a presentarse en varios países de Latinoamérica. Recientemente estuvo en Uruguay y con anterioridad en Costa Rica. Próximamente participará en el Festival Vino y Poesía de Colchagua, Chile.

“Este premio es un gran acicate para mi producción literaria, un impulso para seguir creando; de hecho estoy esbozando un libro sobre mi visita (y presentación) el pasado año a Montevideo y que espero que las musas me acompañen nuevamente”, dijo Anesio.

Desde la Florida con el foco puesto en Cuba

Para Sierra Madero, la Florida no solo ha sido un terreno fructífero para escribir, sino también para llevar a cabo con libertad la investigación que emprendió hace 10 años en Cuba con muchas dificultades, y que resultó en el libro ahora premiado, El cuerpo nunca olvida: Trabajo forzado, hombre nuevo y memoria en Cuba (1959-1980), publicado por Rialta Ediciones.

“El hilo conductor de esta historia son las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP), nombre con el que se conoció a cientos de campos de trabajo forzado que el régimen cubano instaló entre 1965 y 1968 bajo la cobertura de la Ley del Servicio Militar Obligatorio”, dijo Sierra Madero a el Nuevo Herald.

Más de 30,000 homosexuales, religiosos y personas que el gobierno cubano tildó de contrarrevolucionarios fueron recluidos en estos campos. Algunos se mutilaron para escapar, otros fueron asesinados y muchos arrastran secuelas psicológicas. Las cifras exactas de los muertos no se conocen por “la falta de transparencia” del gobierno cubano, señaló Sierra Madero en una entrevista anterior con el Nuevo Herald.

“Comencé a entrevistar a ex confinados cuando aún vivía en Cuba y me di cuenta de que en la isla hubiera sido imposible desarrollar un proyecto de esta magnitud por varias razones”, contó sobre el proceso del libro. “Una de ellas tiene que ver con el control que tiene el régimen sobre los archivos y bibliotecas. Por otra parte, el miedo que todavía tienen muchos de los que sufrieron el rigor de esa experiencia traumática. A pesar de que ha pasado mucho tiempo, hay testigos que no quieren hablar”.

El año 1959 es el punto de partida del libro y culmina con un capítulo dedicado a la violencia estatal implementada por el Estado cubano durante el éxodo del Mariel en 1980, dijo Sierra Madero, que ahora trabaja en varios proyectos, entre ellos uno sobre los programas de reeducación y rehabilitación de trabajadoras sexuales a inicios de la década de 1960.

Los campos de la UMAP y su repercusión son “un punto ciego en la historiografía e historia de la revolución cubana”, señaló Sierra Madero.

“El gobierno nunca ha ofrecido una disculpa pública ni ha compensado a las víctimas por la implementación de las UMAP, sino que ha diseñado una política de silencio y lavado de memoria que borra y acomoda los acontecimientos”, dijo el historiador y ensayista, que espera que el Florida Book Award ayude a que el libro llegue a nuevos lectores.

“Quiero pensar que sí, que es una pequeña contribución para que ese proyecto de desmemoria no pueda consumarse”., afirmó.

Sierra Madero (Matanzas, Cuba, 1976) también es autor de una investigación sobre las diferentes imágenes que presentó la prensa norteamericana del fallecido gobernante cubano, Fidel Castro. El comandante Playboy. Sexo, revolución y Guerra Fría ( Hypermedia, 2019).

Premio literario refleja diversidad de la Florida

Montoya Calvo (Lima, Perú, 1967), ganadora de la medalla de bronce por Un amor más sano, llegó a Miami en 1992. En el 2011 publicó su primera novela Pasaje de regreso (Lima, Editorial Mesa Redonda); en el 2013 fue parte de la antología Viaje One Way (Miami, Editorial Suburbano). En el 2016 publicó Caminar en el horizonte (Barcelona, Ediciones Carena). Actualmente trabaja en su cuarta novela, Dibujante de retratos.

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La primera entrega del Florida Book Award en español lo ganó la escritora cubana Daína Chaviano, en el 2006 con su novela La isla de los amores infinitos. En el 2020 lo obtuvo una segunda vez con la novela Los hijos de la Diosa Huracán. El poeta Germán Guerra, editor de el Nuevo Herald, fue reconocido con la medalla de oro en el 2007 por Libro de silencio.

Nikki Morse, directora del Florida Book Awards, expresó al anunciarse los ganadores el 14 de marzo, que la variedad de autores premiados refleja la riqueza de la cultura literaria del estado.

“Desde sus comienzos, ha sido el único programa estatal de premios de libros con una categoría de libros en español. Este año también ve la introducción de un nuevo premio dentro de la categoría de Poesía, la Medalla de Oro de Poesía: Chapbooks”.

El reconocimiento consiste en un diploma y no incluye estímulo en metálico, pero los autores ganadores serán celebrados en un evento en el Parkview at Cascades in Tallahassee, el 20 de abril.