Escena de película: registran a un hombre corriendo de traje y corbata en el techo de un rascacielos de Nueva York

Un hombre corrió por los techos de un rascacielos de Nueva York en traje y zapatos
Un hombre corrió por los techos de un rascacielos de Nueva York en traje y zapatos

La escena parece propia de una película de acción. Esta semana, un hombre fue capturado por un vecino corriendo de traje y zapatos sobre el techo de un rascacielos en la ciudad de Nueva York.

El episodio fue registrado por Erik Ljung, un cineasta ganador de dos premios Emmy, quien no disimuló su sorpresa al grabar al hombre que corría por un clásico edificio neoyorquino. El video fue difundido en las redes, donde rápidamente se volvió viral.

“No tengo idea de qué estaba haciendo el hombre”, aseguró Ljung, quien precisó que la escena fue capturada sobre West Street, al lado del monumento al atentado del 11 de septiembre.

“Ya estaba saltando lado a lado cuando lo vimos por primera vez”, aseguró, y siguió: “Primero de la derecha del cuadro a la izquierda. Cuando lo comencé a filmar parece que hizo una llamada y miró a su alrededor durante aproximadamente un minuto, luego saltó en la dirección en la que vino cuando lo vimos por primera vez y luego se subió a una ventana. Estaba mojado y llevaba zapatos de vestir”.

Debido al alto impacto del video, la historia fue recogida por medios locales, que identificaron al hombre de los techos. Se trata de Joseph Smizaski, un director de operaciones de una compañía de impermeabilización de 60 años, quien contó que se estaba “asegurando de que el trabajo se hiciera bien”.

La dramática escena desde las alturas de Manhattan es, según Smizaski dijo al medio local NBC 4 New York, “parte de su trabajo”. “No tenía idea de que me iba a hacer viral”, contó en una charla con el noticiero.

“¿¡007!?”, dijo en tono jocoso al referirse a los comentarios. “Sé lo que estoy haciendo, porque hace 42 años que me dedico a esto”, agregó, y precisó: “La gente tiene filtraciones y yo resuelvo esos problemas. Ese mismo edificio lo recorrí [por los techos] más de cien veces”.

Debajo de los techos –que estaban separados por un espacio de unos 45 centímetros- había balcones, a poco menos de tres metros de altura. Smizaski remarcó que no hace nada que no sea seguro. “Quiero volver a casa todos los días con mi familia y mis hijos, solo es parte del rubro”, cerró.