Escándalo en el Parlamento de Georgia: diputados se agarraron a las piñas tras la aprobación de la “ley rusa”

Una mujer sostiene las banderas de Georgia y la Unión Europea frente a policías antidisturbios que intentan impedir una marcha
Una mujer sostiene las banderas de Georgia y la Unión Europea frente a policías antidisturbios que intentan impedir una marcha - Créditos: @Zurab Tsertsvadze

TIFILIS.- En una jornada marcada por el aumento de tensiones en el Parlamento de Georgia, los ministros y diputados se enfrentaron físicamente, según videos que circularon en redes sociales, luego de que se aprobara un proyecto de ley controvertido que ha desencadenado protestas intensas en Tiflis, alimentadas por el temor de que la legislación pueda devolver al país a la órbita del Kremlin.

El proyecto, titulado “Sobre la Transparencia de la Influencia Extranjera”, es presentado tanto por la oposición como por el gobierno como un hito en la historia de Georgia. Según el texto, los grupos no gubernamentales y los medios de comunicación que reciban más del 20% de su financiación de fuentes extranjeras deberán registrarse como “organizaciones que llevan los intereses de un poder extranjero” y proporcionar declaraciones financieras anuales. El Ministerio de Justicia de Georgia tendría amplios poderes para monitorear el cumplimiento, con multas que podrían superar los 9300 dólares por violaciones.

La presidenta Salome Zourabichvili prometió vetar el proyecto de ley, pero Georgian Dream, el partido gobernante desde 2012, cuenta con suficientes votos para anular su veto.

Autoridades gubernamentales y legisladores del oficialismo sostuvieron que el proyecto de ley fortalecería la soberanía nacional al aumentar la transparencia pública de las ONG, que han desempeñado un papel crucial en la altamente polarizada escena política de Georgia.

La policía custodia la entrada al Parlamento
La policía custodia la entrada al Parlamento - Créditos: @GIORGI ARJEVANIDZE

Sin embargo, la oposición prooccidental ha criticado la ley como un esfuerzo encubierto para convertir a Georgia en un estado afín a Rusia, de hecho, la han tildado como “la ley rusa”, porque Rusia aplica una ley similar para reprimir a los medios independientes, grupos sin fines de lucro y activistas críticos del Kremlin.

Vedant Patel, vocero del Departamento de Estado de Estados Unidos, instó al gobierno de Georgia a “continuar por el camino de la integración en la Unión Europea” y a actuar de forma “compatible” con ella. Y Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, declaró el sábado que el gobierno norteamericano estaba “profundamente alarmado por el retroceso democrático en Georgia”.

En respuesta, el primer ministro georgiano, Irakli Kobakhidze, advirtió que si las autoridades daban marcha atrás, Georgia podría “compartir el destino de Ucrania”, en alusión a la guerra entre Rusia y Ucrania. “Nadie fuera de Georgia puede impedirnos proteger nuestros intereses nacionales”, añadió.

Manifestaciones

En el último mes, miles de personas se han manifestado contra el proyecto de ley en Tiflis y otras ciudades georgianas. A medida que el número de manifestantes aumentaba, la policía comenzó a emplear tácticas más severas para disolver las concentraciones.

Los detenidos se enfrentan a multas de hasta 3000 lari (1100 dólares) o arrestos por un período de 5 a 15 días, si son declarados culpables de desacato y resistencia a la Policía, según informó el gobierno.

Cuando el Parlamento se acercaba a la lectura final del proyecto de ley, los enfrentamientos se intensificaron. Según informes de la policía, al menos 20 manifestantes fueron detenidos al inicio de ayer, incluyendo un ciudadano ruso y dos estadounidenses. Grupos estudiantiles de las principales universidades del país anunciaron el domingo que entrarían en huelga en protesta contra el proyecto de ley.

Es su única forma de mantenerse en el poder, de estar con Rusia”, dijo a The New York Times Ilia Burduli, un abogado de 39 años, en medio de la protesta. “Es la única forma de estar siempre al mando”.

Un manifestante sostiene una bandera de la Unión Europea mientras participa en una protesta fuera del Parlamento, el miércoles 17 de abril de 2024, en Tiflis, Georgia. (AP Foto/Zurab Tsertsvadze)
Un manifestante sostiene una bandera de la Unión Europea mientras participa en una protesta fuera del Parlamento, el miércoles 17 de abril de 2024, en Tiflis, Georgia. (AP Foto/Zurab Tsertsvadze) - Créditos: @Zurab Tsertsvadze

Los manifestantes denominaron al proyecto como la “ley rusa”, argumentando que emula una medida similar en Rusia. Aprobada en 2012, la ley rusa de “agentes extranjeros” también fue presentada por el gobierno ruso como una medida de transparencia, pero rápidamente se transformó en un instrumento represivo para aplastar y estigmatizar a los grupos de defensa y organizaciones mediáticas opuestas al Kremlin.

Kobakhidze, recién nombrado primer ministro de Georgia, describió a los activistas que se oponen al proyecto de ley como personas arrogantes y despistadas a las que han lavado el cerebro haciéndoles creer que el proyecto está vinculado a Rusia.

Una protesta en contra de una ley sobre medios de prensa, frente a la sede del parlamento en Tiflis, Georgia, el 13 de mayo de 2024. (Foto AP/Zurab Tsertsvadze)
Una protesta en contra de una ley sobre medios de prensa, frente a la sede del parlamento en Tiflis, Georgia, el 13 de mayo de 2024. (Foto AP/Zurab Tsertsvadze) - Créditos: @Zurab Tsertsvadze

“Una persona segura de sí misma, sin conocimientos ni inteligencia, es peor que un tanque ruso”, afirmó Kobakhidze el viernes en un post de Facebook.

Otro enfrentamiento

Hace apenas un mes, el Parlamento de Georgia fue escenario de otro incidente similar, cuando se desató un escándalo en plena sesión.

Varios legisladores se enfrentaron con piñas en una pelea , que fue captada en video y rápidamente se viralizó en las redes sociales.

El altercado surgió durante un acalorado debate sobre esta misma reforma política, demostrando la alta tensión que prevalece en el órgano legislativo del país.

Agencias Reuters y AFP, y diario The New York Times