La erupción volcánica islandesa sigue estable en su tercer día y dura más que las previas
Copenhague, 19 mar (EFE).- La erupción volcánica que comenzó el sábado pasado en la península de Reykjanes (suroeste de Islandia) se mantiene estable y ya ha superado en duración a las tres anteriores registradas en la zona en los últimos meses, informó este martes la Oficina Meteorológica de este país nórdico (IMO, en inglés).
"Las turbulencias eruptivas han sido estables en los últimos dos días, lo que es una indicación de que el poder de la erupción no ha decrecido", señaló el IMO en su último parte.
La actividad volcánica se concentra en el sur de la fisura volcánica, aunque el flujo de lava no se ha acercado a la carretera de Suðurstrandarvegur con respecto al lunes.
Han decrecido además las emisiones de gas, por lo que se permitirá el regreso al trabajo de los empleados de la central eléctrica de Svartsengi, evacuada tras la erupción.
Las autoridades islandesas resaltaron también que los muros defensivos construidos en los últimos meses han permitido reconducir la dirección del flujo de lava e impedido que se acercase a la cercana localidad de Grindavík, que ha sido desalojada en varios períodos por la actividad volcánica.
El área cubierta por la lava es de unos 5,85 kilómetros cuadrados, de acuerdo con las estimaciones hechas a partir de fotografías aéreas.
La actividad sísmica registrada en la península de Reykjanes ya llevó a las autoridades islandesas a declarar la situación de emergencia a finales de noviembre y a anunciar una inminente erupción, lo que provocó que la localidad de Grindavík fuese evacuada.
La explosión se produjo finalmente el 19 de diciembre, pero remitió dos días más tarde, y las autoridades permitieron el regreso a finales de ese mes de los residentes cuyas viviendas no hubiesen resultado dañadas por los seísmos.
La penúltima erupción en la zona, que provocó una nueva evacuación, comenzó el 14 de enero y se prolongó durante dos días y, la siguiente, del 8 al 10 de febrero.
Islandia es una isla volcánica situada en el Atlántico Norte que tiene una población de unos 370.000 habitantes y una extensión de más de 100.000 kilómetros cuadrados.
(c) Agencia EFE