ERTE en el fútbol: por qué todos tendremos que pagar parte del sueldo de Messi y Simeone

El futbolista Leo Messi saluda a los aficionados durante un partido con el FC Barcelona.
Leo Messi, el futbolista mejor pagado del mundo, en uno de los últimos partidos que ha podido jugar con el Barcelona. Foto: Tim Clayton/Corbis via Getty Images.

El confinamiento obligatorio en los domicilios para reducir así los contagios y luchar contra la pandemia del coronavirus está trayendo consecuencias en todos los ámbitos de la vida y obliga a los españoles a familiarizarse con conceptos nuevos. Uno de ellos es ERTE, siglas de “expediente de regulación temporal de empleo”, que resumiendo mucho es un reajuste laboral, o bien en forma de suspensión del contrato o bien de reducción de jornada, que se produce en situaciones de crisis. Aquí puede leerse una explicación más detallada y con los matices técnicos oportunos.

Debido a que casi todos estamos encerrados en nuestras casas, la actividad económica ha quedado reducida al mínimo y muchísimas empresas, al no poder vender sus productos o servicios y por tanto no generar ingresos, se han visto obligadas a acogerse a este recurso. Entre ellas, los equipos de fútbol, que vieron cómo desde mediados de mes se han suspendido tanto la liga nacional como las competiciones europeas sin fecha clara de regreso. Entidades como el Barcelona o el Atlético de Madrid piensan utilizar esta fórmula para que no se les hundan las cuentas.

Aunque habrá que precisar los detalles para cada caso, en principio se verán afectados todos los trabajadores de los clubes, lo que por supuesto incluye a las plantillas de futbolistas profesionales, con sus sueldos multimillonarios. Y aquí llega el punto que chirría a muchos aficionados: las normas que ha aprobado el gobierno para esta situación excepcional establecen que, en situación de ERTE, el Estado se hará cargo de parte de los ingresos de los asalariados afectados.

Concretamente, la regla indica que, en concepto de prestación por desempleo, se paga un 70% del salario, calculado a partir de la media cotizada durante los últimos 180 días. Además, en empresas grandes como clubes de fútbol, se bonificará el 75% de la cuota de la Seguridad Social durante el tiempo que dure el estado de alarma. Eso sí, con un tope que se ha fijado en 1.411,83 euros al mes para quienes tengan a su cargo dos o más hijos.

Así pues, que no cunda el pánico: los españoles no tendremos que hacernos cargo a través de nuestros impuestos del 70% de los 101 millones de euros que, según France Football, ingresa el azulgrana Leo Messi, el futbolista mejor pagado del mundo, o de los algo más de 40 que se lleva el rojiblanco Diego Simeone, el entrenador con la nómina más abultada del planeta. Pero esos mil cuatrocientos y pico, con la ley en la mano, no hay quien nos los ahorre.

Diego Simeone, entrenador del Atlético de Madrid, celebrando la victoria de su equipo en el campo del Liverpool.
Diego Simeone, del Atlético de Madrid, es el entrenador con salario más alto. Foto: Julian Finney/Getty Images.

En Yahoo no entramos a valorar si es éticamente aceptable que el dinero público se use para este fin o no; simplemente informamos de lo que determina la normativa vigente. Marc Menchén, director del medio especializado en economía deportiva Palco23, lo contó así en el diario Marca: “Puede chocar que personalidades con sueldos tan altos reciban esa prestación al ser sometidos a un ERTE, pero no olvidemos que también anualmente son de los que más impuestos pagan”. El resto de los ingresos que tengan los jugadores durante este periodo de parón lo seguirán abonando los propios clubes en forma de complementos salariales.

En números redondos, el Estado se gastará en prestaciones de futbolistas y entrenadores profesionales una cantidad de, al menos, casi 1.800.000 euros mensuales. Esta cifra, muy aproximada, se obtiene asumiendo esta cantidad máxima de 1.411,83 euros (que en casos de futbolistas sin hijos puede ser menor, pero hemos preferido suponer la opción más costosa) y multiplicándola por 30 personas en cada plantilla sumando jugadores y cuerpo técnico (habrá casos con más miembros y casos con menos) y por 42 equipos profesionales sumando los 20 de Primera y los 22 de Segunda División; no hemos considerado Segunda B y categorías inferiores porque, aunque normalmente los protagonistas también cobran buenos sueldos, a efectos legales su estatus es semiprofesional o amateur y por tanto no se le aplica el convenio colectivo de los profesionales.

¿Mucho dinero? Sin duda. Pero es lo que establece la ley para todo tipo de trabajadores, y los deportistas de élite, que mientras no se demuestre lo contrario pagan impuestos como los demás, no tienen por qué ser una excepción. Recordemos, en cualquier caso, que Messi, él solo, ha donado un millón de euros para ayudar a un hospital de Barcelona, y no es ni mucho menos el único futbolista implicado en causas solidarias a raíz del coronavirus. Que quizás sea lo que la sociedad espera de ellos en su condición de privilegiados, pero tampoco tienen mayor obligación que otros.

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