Envalentonado antes de la muerte de Navalny y con avances en Ucrania, ahora Putin se siente imparable

El presidente ruso Vladimir Putin pronuncia un discurso en vídeo para conmemorar el 31º aniversario de la fundación del gigante energético nacional Gazprom en la residencia estatal Novo-Ogaryovo, en las afueras de Moscú, Rusia, el sábado 17 de febrero de 2024.
El presidente ruso Vladimir Putin pronuncia un discurso en vídeo para conmemorar el 31º aniversario de la fundación del gigante energético nacional Gazprom en la residencia estatal Novo-Ogaryovo, en las afueras de Moscú, Rusia, el sábado 17 de febrero de 2024. - Créditos: @Alexander Kazakov

WASHINGTON.- El viernes, cuando las autoridades penitenciarias anunciaron la muerte de Alexei Navalny, la figura más importante de la oposición a Vladimir Putin, el presidente ruso pareció desbordar de alegría.

Putin recibió la noticia en la ciudad industrial de Cheliábinsk, donde visitaba una fábrica de maquinaria rodeado de obreros y estudiantes. Como era de esperar, no dijo una palabra sobre muerte de Navalny en una remota prisión ártica. Por el contrario, manifestó su satisfacción por el progreso tecnológico que acababa de observar.

Un retrato del líder de la oposición Alexei Navalny y flores mientras la gente se manifiesta cerca de la embajada rusa en Francia, el viernes 16 de febrero de 2024 en París.
Un retrato del líder de la oposición Alexei Navalny y flores mientras la gente se manifiesta cerca de la embajada rusa en Francia, el viernes 16 de febrero de 2024 en París. - Créditos: @Christophe Ena

¡Adelante! ¡Éxitos! ¡A alcanzar nuevas fronteras!”, le dijo el sonriente Putin a una joven trabajadora que acababa de manifestar su admiración por el presidente.

Ahora, con el fallecimiento de Navalny a los 47 años, con el retroceso de las fuerzas ucranianas en el campo de batalla y con el paquete de ayuda militar para Ucrania todavía bloqueada en el Congreso norteamericano, los planetas parecen haberse alineado para Putin, y justo a un mes de las elecciones presidenciales que está seguro de ganar.

Pero a Putin ya se lo veía envalentonado desde antes de su visita a Cheliábinsk, durante la obsecuente entrevista que le realizó la semana pasada Tucker Carlson, exconductor de Fox News. Pero el viernes, en su discurso frente a obrero y estudiantes, Putin incluso se jactó de que las sanciones impuestas por “nuestros casi socios” derivaron en un aumento de la producción de la planta donde estaba de visita.

Ahora Putin no compite con nadie”, dice Andrei Kolesnikov, un miembro del Centro Carnegie Rusia Eurasia radicado en Moscú.

La muerte de Navalny no solo elimina una amenaza política importante, aunque distante: también es un aviso para los potenciales detractores de Putin.

El presidente ruso Vladímir Putin habla ante científicos en una reunión paralela al Foro de Tecnologías del Futuro en el Centro Mundial de Comercio, el miércoles 14 de febrero de 2024, en Moscú, Rusia.
El presidente ruso Vladímir Putin habla ante científicos en una reunión paralela al Foro de Tecnologías del Futuro en el Centro Mundial de Comercio, el miércoles 14 de febrero de 2024, en Moscú, Rusia. - Créditos: @Kristina Kormilitsyna

En agosto de 2023, el rápido y ejemplificador derribo del avión que transportaba a Yevgeni Prigozhin, el comandante del grupo mercenario Wagner que había liderado un motín contra la cúpula militar rusa, ya había sido una señal escalofriante para cualquiera que se opusiera al actual rumbo del Kremlin.

Este mes, las autoridades electorales rusas inhabilitaron de manera expedita la candidatura presidencial del liberal antibélico Boris Nadezhdin, aduciendo irregularidades en las firmas requeridas para postularse. Nadezhdin prácticamente no tenía chances de ganar, pero el Kremlin no está dispuesto a tolerar la menor muestra de disenso.

“Putin ahora corre solo”, dice Kolesnikov. “Es el solus rex, el único rey. Nada puede evitar que gane”.

Pero algunos señalan que Putin podría haberse pasado de la raya. Mencionan la alta consideración que tenían de Navalny algunos miembros de la élite rusa y la posibilidad de que se convierta en un mártir. También temen que Occidente redoble su compromiso contra el régimen de Putin y hasta incremente la ayuda que envía a Ucrania.

Para Tatiana Stanovaya, fundadora de la consultora política de temas rusos R.Politik, con sede en Francia, queda claro que Putin seguirá reprimiendo a lo que queda de oposición, ante el temor de que Occidente utilice la muerte de Navalny para fogonear la agitación interna en Rusia.

Desde la óptica de Putin, la interferencia occidental sigue siendo un riesgo muy grave”, dice Stanovaya.

La asediada oposición rusa, sin embargo, siente que a Putin le falta poco para terminar de desarticular por completo el movimiento.

En enero, Navalny había convocado a una protesta nacional para el día de la elección presidencial de marzo y sugirió que los votantes fueran todos a votar a la misma hora como una señal de disenso contra Putin.

Pero los analistas y políticos opositores consideran que es imposible predecir cuántos hubieran respondido a la convocatoria, por temor a la represión cada vez más violenta de Putin. Sin embargo, dicen que la muerte de Navalny tal vez sea una señal de que el Kremlin no quiere dejar nada librado al azar.

“Ahora en Moscú están muy pendientes de cualquier detalle”, agrega Kolesnikov.

Navalny en una manifestación en Moscú en febrero de 2020
Navalny en una manifestación en Moscú en febrero de 2020

El duelo mudo por Navalny en Moscú, donde pocos se atrevieron a desafiar a las autoridades para dejar un ramo de flores, es una muestra de la transformación que sufrió Rusia desde la invasión a Ucrania, en febrero de 2022.

En enero de 2021, miles de personas salieron a las calles de Moscú para protestar por el arresto de Navalny tras su regreso a Rusia, y se vivieron escenas que algunos observadores equipararon con las protestas de agosto de 2020 en Minsk y que casi logran tumbar al presidente bielorruso.

Hoy, sin embargo, los manifestantes moscovitas se enfrentarían a “a una masa de gendarmes”, dice Gennady Gudkov, político de la oposición rusa actualmente exiliado en París.

“Las protestas callejeras solo funcionan si salen millones de personas”, dice Gudkov. “Pero como la gente no está organizada y no tiene recursos, ni diarios, líderes políticos, partidos o sindicatos, no pasa nada…”

Otros dicen que la muerte en prisión de una figura política tan destacada y admirada podría generarle varios problemas a Putin.

Agentes de policía detienen a un hombre que depositaba flores para Alexei Navalny en un monumento a las víctimas de la represión política, en San Petersburgo, Rusia, el 16 de febrero de 2024.
Agentes de policía detienen a un hombre que depositaba flores para Alexei Navalny en un monumento a las víctimas de la represión política, en San Petersburgo, Rusia, el 16 de febrero de 2024.

“El reconocimiento que tenía Navalny, su importancia para las élites y su compromiso con la política interna lo distinguían de cualquier otra figura opositora”, posteó Stanovaya en X, ex Twitter. “Y ese es un problema político significativo para el régimen: ahora tiene que lidiar con el legado de Navalny”.

A algunos empresarios moscovitas también los inquieta que la muerte de Navalny haga peligrar los avances alcanzados para ganar la adhesión de una parte del Partido Republicano a la posición rusa.

En Estados Unidos, algunos republicanos empezaron a denunciar que miembros de su propio se alinearon recientemente con Putin, mientras que el presidente Biden se despachó contra los republicanos por bloquear la aprobación del proyecto de ley que incluye miles de millones de dólares de asistencia para Ucrania.

“Esto a Putin no le conviene para nada en este momento”, dice un ejecutivo de negocios de Moscú que pide mantener su anonimato para abordar temas sensibles. “A partir de ahora al Partido Republicano le va a costar mucho refutar esas críticas”.

Los políticos de la oposición en Rusia urgieron a Occidente a reforzar su respuesta contra el régimen de Putin. “El mundo debe entender que Putin no es un ser humano. Es una amenaza para la civilización”, dice Godkov. “Hasta que colapse el régimen de Putin, el mundo no tendrá paz”.

Por Catherine Belton

Traducción de Jaime Arrambide