Encuentran a una pequeña criatura —con ojos rosados— en una capilla de Grecia

Los rayos del sol caían verticalmente sobre una pequeña capilla en Grecia y el calor que hacía era tal que obligaba a los animales más pequeños a buscar urgentemente una sombra donde guarecerse. En el patio de la capilla, una criatura de ojos rosados buscaba refugio debajo de una piedra decorativa, pero no por mucho tiempo.

Un científico halló al “elusivo” animal y, de paso, descubrió a una nueva especie.

El experto Sotiris Alexiou se dio cuenta de que este tipo de grillo era una especie diferente cuando lo vio por primera vez en Attiki en 2013, pero no pudo identificar al insecto hasta que volvió a visitar la capilla en 2017, escribió en un estudio publicado el 9 de febrero en la revista Journal of Orthoptera Research.

Tras estudiar al colorido grillo, Alexiou se percató de que había descubierto una nueva especie: eupholidoptera kekrops, o grillo de cecrops.

Una eupholidoptera kekrops, o grillo de cecrops.
Una eupholidoptera kekrops, o grillo de cecrops.

Los grillos cecrops son minúsculos, miden unas 0.7 pulgadas de tamaño, dijo Alexiou en el estudio. Tienen patas “relativamente cortas”, alas “de un negro sólido” y el cuerpo verde.

En una foto puede verse a un grillo cecrops descansando en una planta. Tiene un color verde brillante, ojos rosados y un vientre de un rojo intenso.

Un grillo cecrops se encontró “debajo de un gran pedazo de mármol donde, al parecer, trataba de evitar las altas temperaturas en un día de verano excepcionalmente caliente”, escribió Alexiou en el estudio. Otro fue visto en horas tempranas del día “en el denso y espeso matorral” de un páramo”.

Según dijo Alexiou, se bautizó a la nueva especie en honor a Cecrops, “el mítico primer rey de Attiki y fundador de la ciudad de Atenas”. Hasta ahora, los grillo cecrops solo se han encontrado en Attiki, una región cerca de Atenas, que queda en las montañas al este del Monte Hymettus, dijo el estudio.

“El hecho de que una población de grillos de malezas que se ha demostrado pertenece a una especie desconocida que ha permanecido elusiva en las montañas cercanas a una moderna capital europea como Atenas, es un hallazgo de veras sorprendente”, escribió Alexiou.

La nueva especie se identificó por la forma del cuerpo y otras sutiles características físicas, señaló el estudio. Los investigadores no dieron un análisis de ADN.

Traducción de Jorge Posada