En alerta prensa colombiana por nuevas amenazas

Una nueva serie de amenazas contra algunos periodistas colombianos ha vuelto a poner en alerta el ejercicio periodístico en el país suramericano, que de acuerdo con la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), en lo que va de este 2018, el número de intimidaciones han aumentado con respecto al año anterior.

En los últimos días, destacados periodistas denunciaron que recibieron amenazas, a través de panfletos, de Twitter y llamadas telefónicas. Asimismo, en junio pasado, a otro periodista le robaron material de investigaciones judiciales.

La primera amenaza la recibió la periodista Jineth Bedoya, subeditora del periódico El Tiempo, quien tiene una larga trayectoria en documentar el conflicto armado colombiano. Hace 17 años fue víctima de secuestro, tortura y violencia sexual mientras investigaba una red de corrupción. Lo que la motivó a liderar la campaña ‘No es hora de callar’, que promueve a que las mujeres víctimas de cualquier tipo de violencia denuncien a sus agresores.

El nombre de Bedoya apareció, el pasado 14 de julio, en un panfleto firmado por el Bloque Central de Las Águilas Negras, en el que declaran “objetivos militares inmediatos” a organizaciones sociales guerrilleras cómplices del inmenso daño que se le ha hecho a nuestro país”.

“Esta vez no estamos jugando, a partir de la fecha procedemos a la ejecución total de nuestras advertencias por varios años y que no fueron escuchadas por estos milicianos guerrilleros disfrazados de supuestos líderes y lideresas sociales”, dice el panfleto. Además: “Para nuestra organización no existe ningún esquema de seguridad que nos impida proceder y ejecutar a cada uno de estos guerrilleros”.

En su cuenta de Twiter, Bedoya señaló: Mi vida se rige por una sola cosa: el periodismo. Y es lo que seguiré haciendo al margen de ideologías y convicciones políticas. A quienes me amenazaron ayer, que hagan fila porque la lista es larga. A la @FiscaliaCol que nos diga quién amenaza y a mis colegas amenazados, Fuerza!

Asimismo, nombran a La Silla Vacía, un medio especializado en poder en Colombia. En el mismo panfleto hay activistas, líderes sociales, defensores de derechos humanos y sindicalistas.

Al día siguiente, la periodista María Jimena Duzán, de la revista Semana, denunció otra amenaza, en su cuenta de Twitter.

En un comunicado, la delegación de paz de la guerrilla del ELN, que se encuentra en La Habana, rechazó las amenazas hechas a periodistas a su nombre. “Estas amenazas generan miedo y afectan el proceso de paz en curso”, expresó.

También, el 16 de julio, un hombre que dijo ser de un grupo armado ilegal, llamó a una de las líneas directas del máster de RCN Radio, y amenazó a los periodistas Jorge Espinosa y Juan Pablo Latorre, editor de fin de semana.

La directora de noticias de RNC radio, Yolanda Ruiz, indicó que recibían la amenaza con “precaución pero también con prudencia. Puede ser alguien que simplemente quería hacer una broma, molestar, incomodar o puede ser algo que se debe tomar en serio. Por eso hacemos la denuncia porque en Colombia no se puede desestimar ninguna amenaza”. Y pidió seguir en la “protección de los reporteros y líderes sociales en las regiones”.

De otro lado, un caso de hurto de material periodístico se presentó en junio pasado, contra el periodista Juan José Hoyos. Le hurtaron un computador, un disco duro y dos cámaras, una de video y otra fotográfica, de su vivienda.

Reacciones

La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) rechazó las amenazas y exigió a las “autoridades diligencia para investigar y sancionar a los responsables”.

De acuerdo con ellos, en lo que va de este 2018, han registrado un aumento en el número de amenazas con respecto al año anterior. Ya que, para julio de 2017, tuvieron 65 casos de amenazas y en este 2018, 89. “Estas cifras acentúan una tendencia preocupante: en los últimos años se ha registrado un aumento considerable en el número de amenazas contra periodistas en Colombia. Mientras que en el año 2015 la FLIP documentó 59 casos de amenazas, en 2016 la cifra ascendió a 90 y en 2017 llegó a 129”, explicó.

Por su parte, la Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, condenó, a través de un comunicado, “estos actos repugnantes que provienen de personas violentas e incapaces de argumentar de manera democrática sus diferencias, por lo que recurren a la intimidación y el terror con la intención de silenciar a la prensa”.

Medidas del gobierno

Sobre la amenaza contra RCN Radio, el fiscal Néstor Martínez indicó que “los actos urgentes ya se están concluyendo” y que tienen “muy buena información”.

En referencia a la cuenta de Twitter desde la que se originaron las amenazas contra María Jimena Duzán, que fue borrada, solicitará cooperación internacional a los encargados de esa red social, para rastrear al responsable.

El director de la Unidad Nacional de Protección, Diego Mora, indicó: “Efectivamente en los últimos días y semanas ha habido un incremento sustancial de periodistas que ha hecho que estemos revisando constantemente esos casos”. Desde la UNP están “revisando todos y cada uno de los casos” y tomando “medidas de protección”.

También se pronunció el nuevo presidente de Colombia, Iván Duque. “Rechazamos cualquier tipo de amenaza a la libertad de prensa y expresión. Todo nuestro respaldo y acompañamiento a @MJDuzan, las amenazas, ataques y muertes violentas se deben acabar en Colombia”, escribió en su cuenta de Twitter.