Prefectura dio por muerto al joven argentino desaparecido en el mar de Punta del Este

Desde el miércoles, buscan al joven desaparecido entre las playas Los Dedos y el Emir
Desde el miércoles, buscan al joven desaparecido entre las playas Los Dedos y el Emir - Créditos: @Natalia Ayala

PUNTA DEL ESTE (Enviada especial).― “Cambia, lamentablemente, y con todo el respeto que esto merece, cambia lo que estoy buscando: empiezo a buscar un cuerpo sin vida”, afirmó en la tarde de ayer el subprefecto de Maldonado Sebastián Sorribas, a cargo del operativo de búsqueda de Franco Toro, el argentino de 30 años que desapareció en el mar de La Punta el miércoles a la mañana, tras los festejos de Año Nuevo, mientras intentaba auxiliar a una amiga.

Hoy se retomó la búsqueda en las primeras horas de la mañana, pero solo por tierra porque las condiciones climáticas no son favorables para hacer una búsqueda eficiente en el espejo de agua. “Hay pedidos a la aviación Naval de helicópteros para que hagan un rastrillaje. Se amplió también el radio de búsqueda: ahora va desde la parada 15 de la brava hasta Punta Salinas, informaron desde la armada uruguaya.

Ayer la Prefectura había indicado que los trabajos de rastrillaje habían resultado negativos. “Hasta el momento, hoy [por ayer] se desplegaron aproximadamente la misma cantidad de medios que ayer, dos lanchas, dos motos de agua y entre 12 y 15 personas caminando la costa, además de un grupo de siete guardavidas”, resumió el subprefecto. Sin embargo, afirmó, las condiciones climáticas no fueron propicias, por lo que no pudieron agregar al rastrillaje el submarino de buzos en las inmediaciones de Santa María, un histórico buque hundido frente a la playa de El Emir, zona que quieren descartar antes de ampliar la búsqueda a mar abierto.

Conferencia de prensa de Sebastián Sorribas, a cargo del operativo de búsqueda
Conferencia de prensa de Sebastián Sorribas, a cargo del operativo de búsqueda - Créditos: @Natalia Ayala

En el segundo día de rastrillaje del joven desaparecido anteayer en las aguas de la Playa Los Dedos, las tareas de Prefectura se complicaron. “Quisimos entrar con los buzos al agua a las 5.30, en lo que sería [la zona de] la caldera de Santa María, el barco hundido que hay en la playa El Emir, que es un área sumamente peligrosa, pero realmente no pudimos. Por la situación del mar, era demasiado el riesgo. Probamos de vuelta a mitad de la tarde, pero tampoco se pudo. Se levantó un viento del sudeste a la tarde que cambió el mar, y eso imposibilitó también la parte náutica”, afirmó.

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Sobre la posibilidad de que el cadáver, por cuestiones naturales, salga a la superficie, mencionó: “El tiempo para que eso ocurra depende mucho de la temperatura del agua. La estadística dice que entre los tres y cinco días posteriores deberías estar teniendo alguna novedad. Si está atrancado a una piedra o se alejó, ahí la estadística cambia”.

La zona de búsqueda se amplía constantemente, y ya se empieza a contemplar el rastrillaje en mar abierto. “A partir de ahora vamos a mantener la zona cero, que es algo que nunca se deja. Hay que esperar que la naturaleza haga lo suyo, y tal vez mañana tengamos un poco más de suerte. Pero los medios náuticos no van a estar concentrados ahí, sino que van a estar yendo más hacia el este o más alejado de la costa”, afirmó Sorribas.

La playa Los Dedos, por donde Toro y sus amigos ingresaron al mar
La playa Los Dedos, por donde Toro y sus amigos ingresaron al mar - Créditos: @Natalia Ayala

“Seguimos estudiando las corrientes, nos manejamos aproximadamente dentro de un rango de un kilómetro y medio, que creo que está lo suficientemente peinado como para empezar a abrir el espectro. Eso va a llevar a que los medios se distribuyan en zonas más largas y eso va a hacer que tampoco sean tan efectivos. Una cosa es tener concentrado todo en una ensenada y otra es empezar a buscar en mar abierto, con las corrientes que hay ahí”, sumó Sorribas en la conferencia.

Franco Adrián Toro tiene 30 años y es oriundo de Bahía Blanca. En la mañana del 1° de enero, cerca de las 7, se encontraba en la playa con un grupo de amigos, con los que aparentemente habría seguido de largo tras los festejos de Año Nuevo. En una primera instancia, destacaron desde Prefectura, dos de sus amigas ingresaron al mar en una zona de la playa Los Dedos donde, por la presencia de piedras y de corrientes de retorno, está prohibido bañarse. Una logró salir por sus propios medios pero la otra no, por lo que dos hombres —uno de ellos fue Toro— entraron al mar para intentar ayudarla. Por el horario, todavía no había guardavidas en la playa.

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Personal de Prefectura que se encontraba en la zona realizando un operativo especial de seguridad por las celebraciones de Año Nuevo acudió al lugar al recibir un llamado de pedido de asistencia, y realizó un operativo de rescate.

Se cree que la amiga que Toro fue a rescatar ingresó al mar en una zona donde el baño está prohibido debido a la presencia de corrientes de retorno y piedras
Se cree que la amiga que Toro fue a rescatar ingresó al mar en una zona donde el baño está prohibido debido a la presencia de corrientes de retorno y piedras - Créditos: @Natalia Ayala

“Cuando llegamos había una muchacha y dos chicos en el agua. Pudimos ayudar a sacar a la muchacha y a un masculino, pero hubo uno que no logramos rescatar”, había contado ayer Sorribas.

Angustia

Los empleados de la pizzería La Taberna empezaron la noche de Año Nuevo juntos. “Brindamos acá a las 12 y después nos fuimos a la rambla para festejar, estaba lleno de gente”, recuerda la mendocina Abril Rojo, que al igual que Toro, tomó un trabajo de temporada como mesera en el local gastronómico de este destino.

La noticia de su desaparición en el mar la tomó por sorpresa al día siguiente, cerca del mediodía, cuando despertó y vio que un compañero del trabajo había enviado la noticia a un grupo de WhatsApp que comparten. “Realmente no lo podemos creer, es todo muy triste”, cuenta Rojo, que define a Toro como una persona “muy tierna y muy graciosa”. “Siempre estaba haciendo un chiste”, dice, mientras prepara, junto a sus amigos, las mesas del restaurante para abrir por primera vez tras el incidente, en medio de un clima de extrema angustia.

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Ayer la pizzería permaneció cerrada. Y es que no solo Toro, sino también las dos personas que fueron rescatadas del mar por Prefectura, trabajan allí. Una de ellas es una joven venezolana llamada Janys, que en la mañana del 1° de enero ingresó al mar y, al no lograr salir, fue auxiliada por Toro y Ramiro, otro empleado de la pizzería. Este último y Janys fueron rescatados por personal de Prefectura que realizaba trabajos de seguridad en la zona. Sin embargo, no pudieron auxiliar a Toro.

“La mayoría ya nos habíamos vuelto a casa cuando sucedió todo. Los últimos que se quedaron festejando en la playa fueron Franco, Ramiro, Janys y una amiga de ella. La novia de Franco, que trabajaba en la cocina con nosotros, también se había vuelto”, destacó Rojo.

La pizzería La Taberna donde trabajaba Franco Toro
La pizzería La Taberna donde trabajaba Franco Toro - Créditos: @Natalia Ayala

“Franco era un crac”, mencionó otro de los mozos, antes de que el encargado pidiera a los empleados que no hablaran más con este medio.

Toro trabajaba junto a su novia, con quien estaba en pareja hace cinco años, en el restaurante desde diciembre. Él, como mozo y ella, en la cocina. Pero ambos le mencionaban a sus compañeros que el trabajo era temporario.

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“Querían abrir una casa de tatuajes. Los dos tatúan y se habían traído todo el equipo para hacerlo acá. Pero mientras, para hacer plata, trabajaban acá”, cuenta a LA NACIÓN otro empleado del lugar, que prefirió resguardar su identidad. “Franco nos iban a tatuar a nosotros”, suma otro de sus compañeros.

Según pudo saber LA NACIÓN, la madre de Toro fue notificada el 1° de enero sobre la desaparición de su hijo e intentó llegar este jueves a Punta del Este, pero debido a una tormenta en Bahía Blanca su viaje fue suspendido, y se espera que llegue hoy.