La emotiva vuelta a Filipinas de la condenada a muerte en Indonesia que escapó del paredón

David Asta Alares

Manila, 18 dic (EFE).- Tras pasar casi quince años en el corredor de la muerte en Indonesia y haberse librado en el último momento del pelotón de fusilamiento, Mary Jane Veloso regresó este miércoles a Filipinas. No como una mujer libre, pero rodeada momentáneamente de sus hijos y familiares en la prisión de Manila, a la espera de un posible perdón presidencial.

"Ojalá no pase mucho tiempo en la cárcel", subrayó a los medios su madre, Celia Veloso, desde el interior de la Institución Correccional para Mujeres de la capital. Lo importante "es que ahora está aquí y lejos de la muerte. En Indonesia nos asustaba que pudieran ejecutarla en cualquier momento", subrayó.

Calificada por sus defensores como una víctima de tráfico humano, su vuelta gracias a un acuerdo bilateral de repatriación ha tenido en vilo a un país con una de las mayores poblaciones migrantes del mundo.

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Tras el emotivo encuentro tras las rejas, en el que los hijos de Veloso se dejaron fotografiar abrazando y besando a su madre, la todavía presa cambió sus ropas negras con las que llegó de Indonesia por el uniforme naranja de la cárcel manileña.

'Mula' sin saberlo

"Los hombres dijeron, ¿sabes qué es esto? Yo respondí que no. Se rieron y uno dijo que es un tipo de droga, heroína... ¡Dios mío! Mi cuerpo se sentía tan frío y yo no podía decir nada, lo único que podía hacer era llorar y llorar", dijo Veloso hace una década, en un testimonio transmitido por sus padres al medio filipino Rappler antes de una ejecución que finalmente no tuvo lugar.

Esta madre de dos hijos, de 39 años de edad, viajó a Indonesia atraída por la promesa de un trabajo en el extranjero. La esperanza de un jugoso salario, alimentada por la intermediaria y vecina Maria Kristina Sergio, se convirtió en pesadilla en cuanto fue arrestada en el aeropuerto de la ciudad indonesia de Yogyakarta en 2010.

Transportaba 2,6 kilos de heroína escondidos en el forro de su maleta, y ese mismo año fue condenada a muerte.

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Veloso siempre alegó que fue engañada por Sergio y que transportó las drogas a Indonesia sin saberlo. "Atrapada por la pobreza" y "víctima de sus circunstancias" fue como la describió el pasado noviembre el presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., al anunciar la repatriación tras años de negociaciones.

Salvada en el último momento

Indonesia es uno de los peores países del mundo para ser detenido con heroína oculta en la maleta, ya que el país asiático castiga los casos más severos de narcotráfico con el pelotón de fusilamiento.

La ejecución de Veloso fue fijada para el 28 de abril de 2015. La filipina se salvó del paredón en el último momento porque Sergio, que supuestamente actuó de intermediaria y le dio la maleta cargada de droga, se entregó a la Policía en Filipinas citando amenazas.

Otros ocho reos, incluyendo australianos y un brasileño, fueron fusilados esa madrugada.

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Desde entonces, Veloso se encontró en el corredor de la muerte a la espera de un posible acuerdo de extradición o un perdón que no acababa de llegar. Al menos hasta que Filipinas e Indonesia firmaron su traslado el pasado 6 de diciembre.

Perdón presidencial de un caso histórico

"¡Perdón para Mary Jane!", corearon ante los medios de comunicación los familiares de Veloso, desde dentro de la Institución Correccional para Mujeres de la capital. Una reivindicación de la que se hicieron eco decenas de manifestantes congregados frente a la prisión, con pancartas en las que subrayaban que Veloso es una víctima de explotación.

El Gobierno filipino ya apuntó, al anunciar el acuerdo a finales de noviembre, a un probable perdón presidencial a Veloso cuando esta llegase al país.

La familia "no quiere esperar mucho antes de que sea perdonada, al haber sido una víctima de tráfico humano y por el hecho de que haya pasado más de una década en la cárcel por un crimen que no cometió", explicó a EFE la directora de la organización Migrante International, Joanna Concepción.

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Sin embargo, la vuelta de Veloso a Filipinas no solo le abre las puertas a un perdón presidencial. Al encontrarse en el país, también podrá finalmente prestar testimonio contra Sergio, que ya fue condenada a cadena perpetua por tráfico humano en 2020 en un caso diferente.

(c) Agencia EFE