Emmanuel Macron, bajo fuego de sus aliados tras su visita a China: fue acusado de “patético” y “traidor”

Emmanuel Macron y Xi Jinping, durante la reciente gira del francés a Pekín
Emmanuel Macron y Xi Jinping, durante la reciente gira del francés a Pekín - Créditos: @THIBAULT CAMUS

PARÍS.– En momentos en que la tensión entre China y la isla de Taiwán está nuevamente al rojo vivo, una declaración del presidente francés, Emmanuel Macron, en el avión que lo traía de regreso de su viaje a Pekín desató un escándalo de enormes proporciones: “Lo peor sería pensar que nosotros, europeos, deberíamos colocarnos en ‘seguidores’ de Estados Unidos sobre la cuestión de Taiwán y adaptarnos a su ritmo y a una sobre-reacción china”.

Para Macron, “el gran riesgo” para el Viejo Continente sería “hallarse arrastrado a crisis que no son las nuestras. Lo cual nos impediría construir nuestra propia autonomía estratégica. La paradoja sería que nos pusiéramos a seguir la política norteamericana, por una suerte de reflejo de pánico”, afirmó durante una entrevista con medios europeos, mientras regresaba de una visita de Estado a China, cuyo objetivo principal fue convencer a su par chino, Xi Jinping, de no ayudar a Rusia militarmente en su guerra contra Ucrania, a riesgo de que le cierren el mercado europeo.

Desde siempre, Macron estima que Europa debe adoptar una posición independiente, y no ser el calco de Estados Unidos. Pero, en plena guerra de Ucrania y un día antes de que China simulara un ataque contra Taiwán en el marco de maniobras militares, la declaración provocó el efecto de una bomba.

Xi Jinping y Emmanuel Macron, durante la reciente visita del francés a Pekín
Xi Jinping y Emmanuel Macron, durante la reciente visita del francés a Pekín - Créditos: @JACQUES WITT

Y si la Casa Blanca se apresuró a desdramatizar, numerosos fueron los parlamentarios estadounidenses que acusaron a Macron de “traicionar” el campo occidental. Fue el caso de Marco Rubio, exrival de Donald Trump en 2016 en el Partido Republicano. El senador de Florida filmó un video donde preguntó a los europeos si Macron hablaba en nombre de todos, ironizando sobre su vuelco diplomático después de “seis horas de visita a Pekín”.

Debemos saber si Macron hablaba en su nombre o en el de toda Europa. Hay que saberlo rápidamente, porque China está entusiasmada con sus declaraciones”, dice Rubio, subrayando los lazos que unen a Washington con Bruselas.

“Patético”

En Europa, el parlamentario estonio Marko Mihkelson, miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores del Riigikogu, también lo acusó. “¿Por qué, presidente Macron? Europa debería permanecer junto a Estados Unidos para equilibrar el poder de China”, escribió.

En las redes sociales, Garry Kasparov, opositor ruso de Vladimir Putin y exiliado en Nueva York, utiliza un lenguaje menos diplomático para fustigar las palabras del presidente francés.

“Patético de parte de Macron, como de costumbre”, escribió. “Sobre todo hoy, después de reunirse con el dictador chino”. Según el excampeón mundial de ajedrez, “Europa está hoy en guerra precisamente porque trató de evitar implicarse en una crisis, cuando Putin invadió por primera vez Ucrania en 2014″.

Garry Kasparov le echó en cara a Macron la tibieza de Europa con Putin tras la anexión de Crimea en 2014
Garry Kasparov le echó en cara a Macron la tibieza de Europa con Putin tras la anexión de Crimea en 2014 - Créditos: @David Levenson

Los medios internacionales tampoco fueron clementes con el mandatario francés. La prensa norteamericana acusa a Francia de “sabotear los esfuerzos de Estados Unidos por controlar a China”. Un diario alemán no dudó, por su parte, en preguntarse si, acaso, “Macron se volvió loco”. No conocido precisamente por su delicadeza al hablar, el expresidente Trump acusó a “su amigo” Macron de “lamer el c…” de Xi.

Lejos de todos esos exabruptos, numerosos observadores y especialistas en relaciones Internacionales, tanto en Francia como en el extranjero, estiman efectivamente que las declaraciones del presidente son, como mínimo, extemporáneas. El politólogo y fundador del think tank estadounidense Eurasia Group, Ian Bremmer, señala la contradicción de Macron cuando insiste en que Europa necesita reducir su dependencia de Estados Unidos, sin detenerse en su dependencia de China.

Antoine Bondaz, especialista en China, estima que Macron cometió varios errores de fondo. “De regreso de un viaje a China, Macron no encuentra nada mejor que criticar a Estados Unidos. Una actitud que fortalece las serias dudas de nuestros socios en torno de una equidistancia de París entre Washington y Pekín”, dice el experto de la Fundación para la Investigación Estratégica. Bondaz agrega que las declaraciones del jefe del Estado dan la impresión de que los norteamericanos “son los únicos responsables de la tensión” en torno de Taiwán.

El juego a Xi

“Macron hizo el juego de Pekín dejando pensar que Francia permanecería neutral y al margen en un escenario de crisis en el Estrecho de Taiwán. Una crisis en esa región tendría consecuencias económicas y geopolíticas catastróficas para Europa, y en particular para Francia, que tiene cerca de 1,5 millones de ciudadanos en la zona. El objetivo es defender nuestros intereses y recordar que para nosotros es importante la estabilidad, algo que el presidente fue incapaz de hacer”, concluye Bondaz, sin dejar de señalar que se trata de una posición “en total contradicción” con “los documentos franceses” y las “posiciones multilaterales” decididas, por ejemplo, por el G-7.

El senador republicano Marco Rubio criticó las declaraciones abstencionistas de Macron
El senador republicano Marco Rubio criticó las declaraciones abstencionistas de Macron

Un análisis compartido por el eurodiputado Raphael Gluksmann para quien, con el pretexto de ser realista, Macron “solo consiguió aportar incoherencia y ambigüedad a su política extranjera, fragilizando así la cooperación con nuestros socios tradicionales”. A juicio de Gluksmann, el impacto de este episodio “será duradero y pesará sobre la credibilidad de Francia en Europa”.

Todas esas acusaciones no parecen haber hecho mella en la determinación del francés quien, en viaje oficial de Holanda, el martes, volvió a llamar a Europa a trabajar en favor de una mayor autonomía estratégica, como lo hace desde que asumió su primer quinquenio.

“Ser aliado no significa ser vasallo (…), no significa renunciar al derecho de pensar por sí mismo. Francia está a favor del status quo en Taiwán (…) y a favor de la búsqueda de una solución pacífica de la situación”, declaró en Amsterdam.