Emilio Santiago (antropólogo): Cada proceso electoral será un plebiscito climático

Madrid, 17 oct (EFE).- Cada proceso electoral será un plebiscito climático, según el antropólogo climático Emilio Santiago Muiño, que considera que los ciudadanos tienen la responsabilidad de influir en los gobiernos, con sus votos y su movilización, para que la transición ecológica sea una realidad.

Autor del libro "Contra el mito del colapso ecológico", Santiago Muiño, científico titular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha explicado a EFE que aunque estamos ante una encrucijada "dramática" debemos tener esperanza, pues nunca antes hubo "tantas posibilidades de darle respuesta".

"Por un lado, tenemos los primeros signos de una mutación material irreversible y muy peligrosa en nuestro régimen climático y, por otro, una madurez inédita en las alternativas transformadoras para darle respuesta", ha subrayado en el marco de su participación en el evento Beyond 2023, organizado por la consultora The Cocktail.

"Aunque la situación ecológica es muy grave y, en ningún caso hay que restarle gravedad", tras años dando la voz de alarma, el mensaje a trasmitir ahora es que "la batalla no está perdida y que hay posibilidades de dar una respuesta transformadora", ha afirmado.

Pero, ¿por qué no llega esa respuesta si llevamos décadas hablando de cambio climático?

En su opinión, la respuesta se está retrasando porque vivimos en un mundo profundamente marcado por los combustibles fósiles y en el que la desigualdad social desincentiva la necesidad de esfuerzos sostenidos en el tiempo para el cambio.

Además, la economía es "adicta" al crecimiento permanente, lo que es incompatible con un planeta "finito", y la diplomacia climática ha estado atrapada en una especie de "dilema del prisionero" que desincentiva respuestas colaborativas. Además, tendemos a creer que "aparecerá" alguna tecnología "que solucionará las cosas".

A diferencia de lo que ocurrió hace décadas con el agujero de la capa de ozono, que el mundo logró solucionar tras ponerse de acuerdo, en el caso del cambio climático es más complicado porque los combustibles fósiles son el "corazón" de un sistema productivo que hay que reformar completamente.

"Fue más fácil porque se trataba de un compuesto químico muy concreto con sustitución tecnológica sencilla", ha apuntado.

Acabar con la disputa política

Otro aspecto que dificulta un acuerdo mundial ante la emergencia climática es que "las cuestiones ambientales y ecológicas son motivo de guerra cultural y de disputa política" y ha emergido un discurso negacionista entre los que entienden que la transición ecológica "es parte de una agenda progresista que atenta contra sus valores".

Hay que ganar esa batalla política y "cada nueva elección va a ser un plebiscito climático", según Santiago Muiño, que ha subrayado la transformación a gran escala de la sociedad debe hacerse desde muchos frentes: políticas públicas, gobiernos que se lo tomen en serio, la ciudadanía, el ecologismo, etc.

Sin justicia y esperanza no habrá transición

En relación al ecologismo, ha pedido un cambio en el discurso para que al mismo tiempo que se alerta de las consecuencias del cambio climático se ofrezcan horizontes esperanzadores, pues sin ellos será muy difícil que la sociedad acepte su transformación.

Además, esa transformación debe ser justa, más allá de las consideraciones morales, pues "si no hay justicia se genera resistencia y fricción y no tenemos mucho margen de maniobra", ha advertido.

Entre los signos de esperanza que apuntan a que el cambio es posible, ha subrayado que la necesidad de actuar ante el cambio climático está ya en la opinión pública y que las renovables han reducido sus costes de una forma brutal y han elevado sus niveles de implementación.

Además, la emergencia climática se ha colocado en el centro de la decisiones estratégicas de grandes potencias, como China, Estados Unidos o la Unión Europea; y estamos conociendo una oleada de descubrimientos científicos sobre la capacidad de la agricultura regenerativa para capturar CO2 "muy esperanzadora".

También hay cambios socioculturales, como el auge de la población vegetariana o usuarios de bicicleta, que nos permiten pensar que la transición ecológica será una obligación pero también una demanda de la ciudadanía.

Por otra parte, ha advertido de los peligros asociados a las convulsiones geopolíticas, cuyo auge ha propiciado que la transición ya no se piense tanto en términos ambientales como de seguridad, lo que puede ser un incentivo para desarrollarla, pero también caldo de cultivo de autoritarismos, pérdida de derechos o depredación de recursos del Sur.

(c) Agencia EFE