Elogios de Trump a Carter tras su muerte profundizan una relación contradictoria

Esta combinación de dos fotografías muestra al expresidente Jimmy Carter, izquierda, en un partido de béisbol el 10 de junio de 2015, en Atlanta, y al presidente electo Donald Trump en el evento AmericaFest, el 22 de diciembre de 2024, en Phoenix. (AP Foto)

PALM BEACH, Florida, EE.UU. (AP) — Vivir hasta los 100 años le permitió a Jimmy Carter cumplir su deseo de votar por la vicepresidenta demócrata Kamala Harris en lugar de hacerlo por el republicano Donald Trump en noviembre. Tras la muerte de Carter, las banderas en la Casa Blanca estarán a media asta cuando Trump asuma la presidencia de Estados Unidos el 20 de enero.

A pesar de sus marcadas diferencias en creencias políticas y vida personal, en sus acciones en la presidencia y después de dejar el cargo, Carter y Trump estarán nuevamente entrelazados mientras el recuerdo y el legado de uno perduran y el otro inaugura su mandato por segunda vez. Será otro ejemplo de cómo los dos han continuado superponiéndose de maneras a menudo contradictorias, aunque sus mandatos estuvieron separados por casi 40 años.

Trump criticó intensamente a Carter durante la campaña de 2024, burlándose de él repetidamente para animar a sus seguidores. Dijo que el presidente Joe Biden había sido “el peor”, pero observó que Biden hizo que Carter pareciera “brillante” en comparación. Incluso declaró eso mismo en el cumpleaños número 100 de Carter en octubre.

El presidente electo también prometió usar su segundo mandato para deshacer algunos de los logros más destacados de Carter. Quiere revertir las protecciones al medio ambiente, potencialmente romper un tratado de 1977 que cedió el control del Canal de Panamá a su país de origen, y desmantelar el Departamento de Educación federal que Carter ayudó a crear en 1979.

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En declaraciones a reporteros el martes en su club Mar-a-Lago en Palm Beach, Florida, Trump nuevamente mostró su descontento con el papel de Carter en la transferencia del control del canal a Panamá, diciendo: es “una desgracia lo que ocurrió” y “Jimmy Carter se los dio por un dólar”. Con respecto al hecho de que los panameños administren el canal, declaró: “Se ríen de nosotros porque piensan que somos estúpidos. Bueno, ya no somos estúpidos”.

Hizo esos comentarios el día en que los restos de Carter estaban siendo trasladados a Washington, donde serán expuestos en público en el Capitolio federal. Al preguntársele si era apropiado criticar a Carter mientras eso sucedía, Trump respondió: “Me caía bien como persona. Yo no estaba de acuerdo con sus políticas. Él pensó que regalar el Canal de Panamá era algo bueno”.

“Yo no quería mencionar el Canal de Panamá debido a la muerte de Jimmy Carter”, agregó, aunque en un principio lo había mencionado sin que nadie le preguntara.

Sin embargo, Trump planea asistir al funeral de Carter, y su declaración sobre el fallecimiento del expresidente fue cortés. Escribió: “Los desafíos que Jimmy enfrentó como presidente ocurrieron en un momento crucial para nuestro país, y él hizo todo lo que estaba en su poder para mejorar la vida de todos los estadounidenses. Por eso, todos tenemos con él una deuda de gratitud”.

Trump también dijo que Carter era “un buen hombre” que fue “muy consecuente, mucho más que la mayoría de los presidentes, después de dejar la Oficina Oval”.

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“Aunque yo estaba muy en desacuerdo con él a nivel filosófico y político, también me di cuenta de que realmente amaba y respetaba a nuestro país, y todo lo que representa”, escribió Trump en una publicación en su red social. “Trabajó arduamente para hacer de Estados Unidos un lugar mejor, y por eso le doy mi mayor respeto”.

Amber Roessner, profesora de la Universidad de Tennessee e historiadora de medios de comunicación, dijo que, para el candidato Trump, “Carter se convirtió en la metáfora perfecta con la cual criticar al gobierno de Biden”, dados los paralelismos en las luchas que ambos mandatarios demócratas libraron con respecto a la inflación y la inestabilidad en Oriente Medio. Pero dijo que Carter y Trump comparten un ethos político similar, al ser forasteros que azuzaron el populismo y desafiaron e irritaron al establishment político.

Roessner, quien se sentó con Carter para una amplia entrevista en 2014, dijo que él y Trump promovieron exitosamente que eran auténticos en un mundo político a menudo volátil y transaccional.

“El mensaje de Carter fue ciertamente de amor y reforma moral, mientras que Trump ha ofrecido una política más divisiva de odio”, observó. “Ambos encajaron en el momento político”.

Carter, el 39vo presidente del país, fue un bautista devoto y franco que estuvo casado con la misma mujer durante 77 años y dio clases en su iglesia los domingos mientras era presidente y después. Le ofreció este consejo a Trump en 2019: “Mantén la paz, promueve los derechos humanos y di la verdad”.

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Trump, el 45to y pronto 47mo presidente, se ha casado tres veces y fue declarado culpable de realizar pagos para silenciar un amorío extramarital con una actriz porno.

Sin embargo, en su papel de candidatos y presidentes, Carter y Trump supieron cómo aprovechar al máximo la cobertura mediática y fueron críticos con los medios, señaló Roessner, especialmente con reporteros de política a los que consideraban desconectados de la realidad.

Se refirió a una entrevista de 1976 con la revista Playboy en la que Carter encontró fallas en los periodistas que cubrían su campaña, diciendo: “La prensa itinerante no tiene ningún interés en ningún tema a menos que sea cuestión de cometer un error. ... No hay nadie en la parte trasera de este avión que haría una pregunta sobre algún tema, a menos que pensara que podría engañarme para que yo hiciera alguna declaración loca”.

Sin embargo, Carter nunca fue tan lejos como Trump, quien ha llamado a la prensa “el enemigo del pueblo”, descarta los informes fácticos que no le gustan, diciendo que son “noticias falsas”, y critica fuertemente a los periodistas en sus mítines, al grado que genera fuertes abucheos entre el público.

Durante las elecciones de 2016, Carter le advirtió a su partido que no subestimara el atractivo de Trump entre los electores. Ambos hombres también desafían las etiquetas ideológicas, destacándose por su disposición a hablar con dictadores y naciones aisladas.

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En 2018, Carter ofreció viajar a Corea del Norte en nombre del gobierno de Trump. Al año siguiente, Trump convocó a Carter para hablar sobre China. Más tarde dijo que en esa ocasión habían sostenido una “muy buena conversación telefónica”, y agregó que siempre le había “caído bien el presidente Carter”.

Sin embargo, las cosas no siempre fueron cordiales.

En una conferencia conservadora en 2014, Trump llamó equivocadamente al expresidente “el difunto, gran Jimmy Carter”. Mientras Trump era presidente, Carter dejó entrever que una investigación sobre la influencia rusa en los comicios presidenciales estadounidenses de 2016 podría “mostrar que Trump no ganó realmente”, aunque la investigación nunca estuvo cerca de sustentar esa afirmación infundada.

Carter también criticó a Trump por retener fondos de Estados Unidos destinados a la Organización Mundial de la Salud durante la pandemia de coronavirus. Trump dijo durante una Cumbre del G20 en 2019 que Carter era agradable pero “un presidente terrible”.

Lindsay Chervinksy, una historiadora presidencial y directora ejecutiva de la Biblioteca Presidencial George Washington en Mount Vernon, Virginia, señaló que las declaraciones de Trump después de la muerte de Carter eran “lo que haces cuando muere un presidente y se considera que es la forma más adecuada”, pero que los comentarios más despectivos de la campaña del presidente electo sobre Carter probablemente estaban más cerca de sus pensamientos reales.

De hecho, Trump ya ha expresado su molestia porque Biden ordenó que las banderas ondeen a media asta en honor a Carter durante la inauguración del mandato de Trump, publicando: “Los demócratas están todos ‘eufóricos’”.

“Nadie quiere ver esto, y ningún estadounidense puede estar feliz por ello”, escribió.

A pesar de lo que Carter hizo después de su presidencia, la reputación desinflada que tenía el mandatario cuando dejó la Casa Blanca en 1981 parecía congelada en el tiempo para Trump, quien a menudo usa esa década de su propio ascenso a la fama como punto de referencia.

En 2020, Trump publicó en redes sociales que había “alineado 52 sitios iraníes como blanco” si Irán tomaba represalias por el asesinato selectivo del general Qassem Soleimani. Dijo que ese número representaba a los 52 rehenes estadounidenses tomados por Teherán cuando Carter estaba en el cargo.

“Mucho de lo que Trump dice está moldeado por la década de 1980”, señaló Chervinksy. “En esa época Carter era sinónimo de lo que significaba ser un presidente fracasado de un solo mandato”.

Carter rehabilitó significativamente su imagen política después de su presidencia. Tras su aplastante derrota en sus aspiraciones a ser reelegido, Carter regresó a Georgia, donde él y su esposa Rosalynn establecieron el Centro Carter en 1982. Luego pasó décadas abogando por la democracia, mediando conflictos internacionales e impulsando la salud pública a nivel mundial. La pareja también construyó casas con el organismo sin fines de lucro Habitat for Humanity.

El expresidente recibió el Premio Nobel de la Paz en 2002.

Trump nunca reconoció su derrota ante Biden en 2020 y rehuyó las iniciativas típicas de expresidentes para convertirse en un estadista de edad avanzada y mejorar su legado con nuevos emprendimientos. En cambio, se comprometió a aplicar represalias contra sus enemigos políticos y orquestó un regreso político que lo convirtió en el primer presidente desde Grover Cleveland en 1893 en recuperar la Casa Blanca en mandatos no consecutivos.

Carter ingresó a cuidados paliativos en febrero de 2023. Declaró que su objetivo era “sólo tratar de lograr votar por Kamala Harris”, le dijo su nieto Jason Carter al periódico Atlanta Journal-Constitution en agosto.

El expresidente emitió por correo su voto por Harris el 16 de octubre. Murió dos meses y dos semanas después.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de la AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.