Elementos básicos para un altar de Día de Muertos

CIUDAD DE MÉXICO, octubre 15 (EL UNIVERSAL).- El Día de Muertos es una de las festividades más importantes de México. La tradición tiene su origen en la época prehispánica, cuando alguien que fallecía era envuelto en un petate y sus familiares organizaban una fiesta para guiarlo en su recorrido al Mictlán.

De igual forma le colocaban la comida que le agradaba en vida, o mejor dicho, una ofrenda. En este ritual prevalecen elementos como las flores, velas y veladoras, copal o la flor de cempasúchil.

Con el paso de los años, los altares han mezclado elementos antiguos y modernos, pues incluso ya hay quienes realizan ofrendas para mascotas.

Sea cual sea, son un símbolo distintivo de la tradición mexicana. Por lo que aquí te decimos qué no te puede faltar a la hora de ponerla.

¿Cuáles son los elementos de la ofrenda y su significado?

En la visión indígena, el Día de Muertos implica el retorno transitorio de las ánimas de los difuntos, quienes regresan a casa, al mundo de los vivos. Por tanto, el 1 y 2 de noviembre más que una fecha de luto es motivo de regocijo.

De acuerdo con el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, la ofrenda se compone de varios elementos y cada uno tiene su significado:

Papel picado: le da color y alegría a la ofrenda. También representa el aire, como uno de los cuatro elementos de la Tierra

Agua: es fuente de la vida y se ofrece a las ánimas para que mitiguen su sed después de su largo recorrido

Sal: es un elemento de purificación

Velas y veladoras: la flama que producen significa "la luz", la fe y la esperanza. Ayuda a que las ánimas puedan llegar a sus antiguos hogares

Copal e incienso: sublima la oración o alabanza, y se utiliza para limpiar el lugar de los malos espíritus

Flores: adornan y aromatizan el lugar durante la estancia del ánima

Calaveras de azúcar: hacen alusión a la muerte y dedicadas a la Santísima Trinidad y al Padre Eterno

Asimismo, se pueden agregar en los distintos niveles elementos de temporada como pan de muerto, mole o algún platillo que le gustaba al difunto, fotos, bebidas favoritas o juguetes para el caso de niños.

Fuera de la ofrenda se adorna con pétalos de cempasúchil y velas para trazar el camino que van a recorrer las almas, y así ayudarlas a que no se pierdan.