Los electores deben separar la realidad de la ficción en esta temporada electoral. Le decimos cómo | Opinión

En esta época de elecciones, mi madre ha desarrollado un reflejo impresionante para pulsar “mute” en el control remoto.

Nuestra rutina nocturna consiste en cenar juntos mientras vemos las noticias en la televisión. Pero en cuanto aparece un comercial político en la pantalla, mamá silencia el sonido.

La incesante negatividad, el alarmismo y los mensajes engañosos son suficientes para hacernos perder el apetito. El clima político hace que sea difícil dar sentido a lo que es realmente cierto.

En Florida, eso es a menudo hecho a propósito.

El estado es un objetivo principal para los malos actores que quieren sembrar la duda en el proceso electoral mediante la difusión de información errónea y desinformación. Es un problema especialmente para los electores latinos como yo y como mi familia cubano-puertorriqueña. Los investigadores han comprobado que la desinformación se ha disparado en los medios en español. Un profesor de ciencias políticas de la Universidad Internacional de la Florida (FIU) dijo recientemente a los legisladores que la proliferación de información errónea y desinformación incluso está cambiando la forma de votar de los latinos.

Entonces, ¿qué puede hacer un elector? Nadie quiere que su voto sea manipulado. Y todos queremos estar informados cuando vayamos a las urnas, para tomar las decisiones que sean mejores para nosotros, nuestras familias y nuestras comunidades.

La buena noticia es que hay formas sencillas de contrarrestar la desinformación y proteger su voto: Desarrolle sus conocimientos sobre las noticias. Estar familiarizado con las noticias significa que puede identificar las fuentes creíbles y separar los hechos de la ficción. Estos son algunos consejos para estar más familiarizado con las noticias en esta temporada electoral.

Esté atento a las alertas: Las emociones suelen estar a flor de piel durante las elecciones de alto riesgo. Los malos actores lo saben y tratan de manipular nuestros sentimientos para que nos hagamos eco de sus mensajes. La desinformación suele estar diseñada para llegar a nuestros valores y creencias más profundas, provocar una fuerte reacción y perturbar nuestro proceso de pensamiento racional. Sea consciente de que le están tocando la fibra sensible. Es una táctica habitual de la desinformación.

También esté atento a las frases que suelen acompañar a la desinformación, como “¡Haz que esto se vuelva viral!” o “Los medios no cubrirán esto”. Ese lenguaje puede ser atractivo porque es emocionante, aprovecha nuestra curiosidad y hace que los temas complicados parezcan más fáciles de entender. Pero a menudo acompaña a las teorías conspirativas.

Ponga el freno: Cuando se encuentre con mensajes cargados de emoción, una de las cosas más poderosas que puede hacer es simplemente hacer una pausa. Piense, especialmente antes de volver a compartir algo en las redes sociales. Pudiera difundir involuntariamente información errónea, y los estudios demuestran que es mucho más difícil retirarla una vez que se ha difundido.

Pregúntese si la información que va a compartir es cierta, o si está cayendo en un sesgo de confirmación, que ocurre cuando se inclina hacia la información que afirma lo que ya cree.

¿Le ha hecho hervir la sangre ese post sobre el acceso al aborto? Haga una pausa. Deje de lado sus emociones. Y considere la fuente y las motivaciones detrás del mensaje antes de amplificarlo.

Consulte diversas fuentes: Si está en su teléfono o computadora, abra una nueva pestaña y busque más información sobre lo que está viendo. Esto se llama lectura lateral. A menudo, una rápida búsqueda en Google revelará que la información que le preocupa ya ha sido verificada por una organización creíble como Snopes o PolitiFact, que usan estándares periodísticos imparciales para verificar lo que es cierto y lo que no.

Es importante obtener la información de diversas fuentes, incluso de aquellas que desafían nuestras suposiciones. Los amigos y la familia suelen pensar y opinar lo mismo que nosotros sobre temas importantes para nosotros, pero salir de estas burbujas de información pueden exponerle a información y noticias que de otro modo no conocería.

Si resulta que algo que lee no es cierto, siempre es mejor comentar la propia publicación, en lugar de volver a compartirla de cualquier manera que pueda acabar difundiendo la falsedad aún más.

Hay mucho en juego cuando los floridanos acudan a las urnas en noviembre. Decidiremos quién tomará las decisiones importantes por nosotros en el Congreso y en la Cámara de Representantes cuando se trate de temas como lo que se les enseña a nuestros hijos en la escuela, cómo tratamos a los inmigrantes y cómo mantener limpio nuestro medio ambiente. Infórmese bien y no se deje engañar a la hora de votar.

Rey Arocha ayuda a coordinar eventos comunitarios para educadores en el Proyecto de Alfabetización Informativa, una organización sin fines de lucro que está creando un movimiento nacional para promover la alfabetización informativa.

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