Elecciones en Países Bajos: la ultraderecha podría lograr avances en unos comicios impredecibles

El líder del nacionalista Partido por la Libertad, Geert Wilders, y la líder del partido liberal-conservador VVDm Dilan Yesilgoz. (Remko de Waal / ANP / AFP)
El líder del nacionalista Partido por la Libertad, Geert Wilders, y la líder del partido liberal-conservador VVDm Dilan Yesilgoz. (Remko de Waal / ANP / AFP) - Créditos: @REMKO DE WAAL

PARÍS.– ¿A qué se parecerá Holanda después que su actual primer ministro Mark Rutte haya dejado el poder? Ese es el interrogante que domina en Europa en vísperas de las elecciones legislativas de este miércoles. ¿Acaso, uno de los países con menos pobres del continente podría optar por un gobierno mucho más a la derecha que el actual? Todas las opciones parecen posibles.

¿Quién se hará cargo del gobierno cuando se vaya Rutte, que gobierna el país desde octubre de 2010 y es un modelo de longevidad europeo, detrás del húngaro Viktor Orban? El premier saliente ya no esconde su interés por convertirse en secretario general de la OTAN, mientras que nuevas fuerzas políticas se midieron, hasta este martes, en un auténtico forcing.

El primer ministro neerlandés saliente, Mark Rutte, en Bavel. (ROB ENGELAAR / ANP / AFP)
El primer ministro neerlandés saliente, Mark Rutte, en Bavel. (ROB ENGELAAR / ANP / AFP) - Créditos: @ROB ENGELAAR

Pasaron apenas dos años de la última votación en Holanda, pero muchos de los líderes que participan esta vez son nuevos, incluida Dilan Yesilgoz, la mujer que podría gobernar el país en remplazo de Rutte, como líder del partido liberal-conservador VVD del premier saliente.

De los 26 partidos que participan en esta elección, cuatro figuras se destacan. Además de Yesilgoz están el populista anti-islamista Geert Wilders; la alianza de izquierda liderada por el excomisionado de la Unión Europea (UE) Frans Timmermans, y Pieter Omtzigt, fundador del partido centrista Nuevo Contrato Social (NSC). Un recién llegado que bien podría ganar la elección.

Geert Wilders y Dilan Yesilgoz, en Brabant. (Robin Utrecht / ANP / AFP)
Geert Wilders y Dilan Yesilgoz, en Brabant. (Robin Utrecht / ANP / AFP) - Créditos: @ROBIN UTRECHT

Apenas tres meses después de su creación, el NSC era a principios de semana el favorito en los sondeos. Y aun cuando su líder sea un desconocido en el extranjero, Omtzigt es considerado en Holanda un hombre providencial. Después que lanzó en agosto su formación, hace sombra a todas las estrellas de las grandes formaciones tradicionales que compiten este 22 de noviembre. Todos los sondeos dan al NSC primero o segundo con 18% de intenciones de voto. Hubo días en que incluso superó a la derecha liberal de Rutte.

Exdiputado demócrata-cristiano, Omtzigt es célebre por su encarnizada lucha cada vez que integró una comisión parlamentaria, donde denunció varios escándalos de Estado. Entre ellos el caso de unos subsidios familiares por los que el fisco acusó equivocadamente de fraude a miles de padres, basándose en el perfilado étnico.

De izquierda a derecha, Esther Ouwehand, Rob Jetten, Dilan Yesilgoz, Henri Bontenbal, Caroline van der Plas, Lilian Marijnissen, Pieter Omtzigt, Frans Timmermans y Geert Wilders, tras un debate en La Haya. (Remko de Waal / ANP / AFP)
De izquierda a derecha, Esther Ouwehand, Rob Jetten, Dilan Yesilgoz, Henri Bontenbal, Caroline van der Plas, Lilian Marijnissen, Pieter Omtzigt, Frans Timmermans y Geert Wilders, tras un debate en La Haya. (Remko de Waal / ANP / AFP) - Créditos: @REMKO DE WAAL

En diciembre de 2020, bajo presión y acorralado por un informe parlamentario sobre ese escándalo, el gobierno de coalición de derecha y centro dirigido por Rutte tuvo que renunciar, disparando a la estratósfera la popularidad de Omtzigt.

Esa espectacular aceptación popular consiguió incluso hacer palidecer la estrella de otros varios partidos políticos que parecían tener el viento en popa. Así sucedió con el Movimiento Ciudadano Campesino (BBB), una formación pro-agricultores y mundo rural que en marzo pasado llegó primera en el conjunto de los consejos regionales y en el Senado.

“La misma suerte corrió el Foro por la Democracia (FVD), partido de extrema derecha que, desde su fundación en 2016, no había dejado de crecer. Al igual que la lista Pim Fortuyn (LPF), del nombre del dirigente populista asesinado en 2002″, señala Tom Louwerse, politólogo en la Universidad de Leyde.

En todo caso, los líderes y los sectores económicos europeos seguirán minuto a minuto las elecciones de este miércoles por numerosas razones. Porque se trata de un Estado miembro fundador de la UE, orgulloso de su economía abierta (Rotterdam es de lejos el primer puerto del continente) y eficaz.

La riqueza por habitante es la cuarta del bloque, con 29% por encima del promedio en 2022. Su economía es la quinta de la UE y Países Bajos forma parte del club de los 18 que superan el billón de dólares de PBI.

Esa excelencia permite al país pertenecer, a nivel europeo, al grupo informal de los “big five” (junto a Alemania, Francia, Italia y España). Países Bajos acoge multinacionales estratégicas, como ASML, fabricante de maquinaria para microconductores, valorizada en 252.000 millones de euros en la Bolsa.

El primer ministro neerlandés saliente, Mark Rutte, en Bavel. (ROB ENGELAAR / ANP / AFP)
El primer ministro neerlandés saliente, Mark Rutte, en Bavel. (ROB ENGELAAR / ANP / AFP) - Créditos: @ROB ENGELAAR

En el Consejo Europeo, la voz de Países Bajos pesa. Y, si bien a comienzos de los años 2010, el país solía alinearse a las posiciones británicas en favor del libre intercambio a veces asimétrico y contra el intervencionismo estatal, su posición evolucionó sensiblemente después del Brexit.

Tentada por desempeñar el papel de líder de los llamados “Estados frugales” e integrar una coalición de países del norte, Países Bajos terminó acercándose al eje franco-alemán en torno del concepto de “seguridad económica”. Por ejemplo, en la elaboración de instrumentos de defensa comercial o en favor de políticas industriales.

Esto no impidió a Ámsterdam seguir siendo el guardián del rigor presupuestario de la UE. Durante la última cumbre europea, donde los dirigentes de los 27 examinaban un aumento de 66.000 millones de euros reclamados por la Comisión Europea, Rutte expresó tres prioridades: “Redistribución, redistribución y redistribución”.

La gran incógnita ante las elecciones de este miércoles reside, precisamente, en saber en qué medida esas orientaciones subsistirán con un nuevo equipo gubernamental.

Yesilgoz, que como ministra de la Justicia demostró una gran firmeza en las cuestiones migratorias alejándose de Rutte, no excluyó aliarse con el ultraderechista Partido para la Libertad de Wilders. Tampoco es imposible que el laborista Timmermans, el más pro-europeo de todos los candidatos, consiga instalarse en el “Toretje”, la oficina del primer ministro en La Haya. Pero todo dependerá de las coaliciones que las urnas posibiliten.

Pero lo que hace que estas elecciones sean realmente impredecibles, es que cerca del 70% de los electores no habían decidido a comienzos de semana por quién votar. Debido a esa incertidumbre, es posible que, por primera vez en la historia del país, ningún partido consiga ganar 30 bancas de las 150 con que cuenta el Parlamento.

A juicio de Tom Louwerse, “el panorama es tan incierto que, de los 26 partidos en liza, hasta 17 podrían entrar en el hemiciclo”.