El secreto del caso Cienfuegos que el gobierno de AMLO no se atrevió a revelar
Es larga la cadena de hechos inéditos, en materia de Seguridad Nacional, desde que el general Salvador Cienfuegos Zepeda, exsecretario de la Defensa en el gobierno anterior, fue detenido en Estados Unidos, por petición de la DEA. Este fue el primer suceso extraordinario.
El general Cienfuegos fue denunciado por la DEA que lo acusó de proteger a narcotraficantes, lavado de dinero y demás. Estuvo detenido unas semanas y entonces sucedió el segundo hecho extraordinario, la Fiscalía General de los Estados Unidos se desistió de los cargos que se le imputaban, lo deportó a México para que lo investigara y envío el expediente de la DEA, con el que fundamentaba los cargos contra el general.
Los siguientes sucesos relacionados con el caso ya no fueron extraordinarios, fueron más bien previsibles, porque quedaron en la esfera de los intereses del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Muchos creyeron que el general sería investigado por la Fiscalía General de la República y, por el desenlace, aparentemente lo hizo revisando solo el expediente de la DEA, que publicó “en su sitio web testado y sin nombres, contrario al documento que reveló la Cancillería, en el que se detallan las pruebas que le entregó el Departamento de Justicia de Estados Unidos”, con lo que el gobierno de López Obrador violó convenios bilaterales, en materia de seguridad, con los Estados Unidos. (El Universal, 17 de enero de 2021).
La Fiscalía General de la República (FGR), después de revisar el expediente de la DEA, declaró que el general Cienfuegos no tenía vínculos con el narcotráfico y en consecuencia no procedía penalmente en su contra. La sentencia de la Fiscalía fue secundada, avalada y respaldada por el presidente López Obrador.
La determinación de la FGR fue la que necesitaba el presidente López Obrador, otro hecho previsible, para continuar con su apoyo “incondicional” al Ejército y la Armada y le sirvió para probar que la lealtad de las fuerzas armadas es correspondida por la “lealtad” presidencial.
El fundamento al aval y respaldo que López Obrador dio a la conclusión de la FGR, lo encontró en el expediente de la DEA, del que se exhibieron imágenes de pantallas de teléfonos Black Berry con diálogos de los delincuentes, de los que sale exculpado el general Cienfuegos.
Los últimos días han sido aprovechados por el presidente López Obrador para continuar desacreditando la investigación de la DEA y para dar soporte a sus dichos sobre la “inocencia” del general Cienfuegos.
La publicación de dos versiones del expediente de la DEA, una censurada por la por la Fiscalía y otra “íntegra” de la Cancillería, además de sembrar la duda sobre la integridad de la información que el gobierno publicó, con la doble intención de defender al general Cienfuegos y simultáneamente desacreditar a la DEA, a la que el presidente López Obrador acusó de irresponsable y poco profesional, para escalar hacia su posición de renegociar la vinculación con Estados Unidos en materia de seguridad, condicionar la función de sus investigadores en el territorio nacional y el control de la venta de armas que pasan de contrabando hacia México.
El desenlace del caso “general Cienfuegos”, fue previsible en el contexto de la habilidad de López Obrador para ubicarse en la escena como víctima, en esta ocasión ese papel le correspondió al general y él puso en práctica su otra habilidad, la de provocador, al mandar al Fiscal, Alejandro Gertz Manero, retar al gobierno entrante de los Estados Unidos, a litigar en cortes internacionales su persecución contra Cienfuegos.
"Le acabamos de notificar a Estados Unidos el no ejercicio para que hagan lo que tienen que hacer (...). No es el final (...). Ya le comuniqué a EU, a la DEA, que ahí está su expediente y que ellos tienen todo el derecho de irse a defender. Vamos a ir a juicio y no solo lo vamos a llevar en México, se llevará en carácter internacional porque esto es un linchamiento." (El Financiero, 19 de enero de 2021)
El general Salvador Cienfuegos está libre en México, es inocente, se mantiene activo y se desempeña como asesor de élite del general secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, por lo que también está subordinado al Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas. Para que no haya dudas.
Como era previsible el desenlace fue político, no judicial. Para los amigos todo.
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