El ‘mejor chef del mundo’ se suicidó tras ser víctima de una estafa

Muy pocos entienden el suicidio de Benoit Violier. Este cocinero francés, considerado por la guía francesa Gault Millau como el mejor del mundo, se mató la semana pasada. En un principio, los medios de comunicación especularon con que no había sabido mantener la presión de ser el número 1. Pero 7 días después de su muerte, la revista suiza de economía Bilan arroja luz sobre este misterioso asunto: al parecer Violer fue víctima de una estafa en la que habría perdido entre 800.000 francos suizos y dos millones (entre 724.000 y 1,8 millones de euros).

Al parecer, Benoit Violier, que regentaba el restaurante Hotel de Ville en la localidad helvética de Crissier, estaba atravesando por un mal momento financiero, a pesar del gran éxito de su negocio, que contaba con tres estrellas Michelin. Sus problemas tenían su origen en una serie de pedidos millonarios a unos turbios comerciantes de vino, que proporcionaban botellas supuestamente excepcionales, cuyo precio rondaba los 30.000 euros la unidad, pero que nunca cumplían con la entrega: cobraban y desaparecían.

Según informa Bilan, el timo nace de la compañía suiza Private Finance Partners, con sede en la localidad de Sion. Sus comerciales enseñaban las botellas, y las cobraban varias veces a diferentes restauradores, pero nunca las entregaban.

El restaurante de Violer no fue el único estafado, pero sí el que más dinero perdió. Se estima que casi 1,8 millones de euros. El pasado mes de noviembre, Private Finance Partners se declaró en bancarrota. La policía pudo detener en octubre a uno de los estafadores, que actualmente se encuentra en prisión. El mismo medio asegura que el chef vivió sus últimos meses de vida preocupado por este asunto.

Semanas antes de su muerte, recibió el premio al mejor restaurante del mundo concedido por el ranking francés La Liste. En 2012 Violier se hizo cargo del restaurante L’Hôtel de Ville junto con su mujer. Su antecesor y mentor, Philippe Rochat, murió el verano pasado a los 61 años de forma inesperada al sufrir un colapso cuando iba en bicicleta.