El inemitible beso lésbico de una película infantil de dibujos animados.

Dos mujeres no deberían besarse delante de ningún niño. Bajo ninguna circunstancia. Y, madre mía, muchísimo menos en una película de dibujos animados. ¿Qué les estamos enseñando a nuestros pequeños? ¿Qué puedes amar a alguien aunque no sea del sexo contrario? ¿Qué es esto que acaba de hacer Disney con Lightyear? ¿Qué es esta aberración?

Primer beso lésbico en Disney
Primer beso lésbico en Disney

Es que Lightyear se ve a dos mujeres, de perfil, dándose un beso de una décima de segundo, ¡¡un beso en los labios!!. ¡Qué horror! ¡Cómo pueden adoctrinar así a nuestros hijos! Me cuentan historias de niños saliendo del cine y diciéndole a sus padres que quieren cambiarse de sexo. Nunca, antes, se había visto esta barbaridad.

El argumento innecesario de la película es que la comandante de la misión ha formado una familia con otra mujer, que encima es su esposa. Quita, quita, que entonces no es un capricho, una ofuscación de un momento de enajenación. No, no. Que lo que les están enseñando a nuestros hijos es que hay mujeres que ¡¡¡se quieren!!! y que se quieren mucho, y que no es el amor de hermanas, o amigas, no no, que se quieren tanto que deciden formar ¡¡¡una familia!!! Una familia de dos mujeres. Y que no se esconden. ¡¡¡No se esconden!!! Y que no tienen miedo. Y que demuestran su amor en público. Y que creen que eso es normal y que todos estamos obligados a ver esa muestra de cariño.

¿Qué le está pasando a Disney? ¿Cuándo se corrompió?

¿Es que queremos que nuestros hijos e hijas dejen de creer en la familia natural y legítima como bastión de la sociedad? Están todos los niños y niñas saliendo del cine desencajados, preguntándose por qué hay dos señoras que se besan, por qué les hacen ver esas cosas si ellos son muy pequeños como para entender el amor no heterosexual y normativo.

14 países han prohibido que se proyecte Lightyear en sus territorios. Y en el resto, las redes sociales se han llenado de familias indignadas con Disney por semejante adoctrinamiento de nuestros hijos. Queremos que vuelva el Disney de toda la vida, el de la Reina que pide que arranquen el corazón a Blancanieves, el de las decenas de ideas para matar a cachorros de Ciento un dálmatas, un suicidio en Los increíbles, un asesinato en El rey león... Queremos el Disney que carga a sus películas con violencia similar a las de los largometrajes no recomendados para menores -según un estudio del "British Medical Journal". Queremos a dibujos animados con una vida complicada, que tenga el triple de probabilidades más de ser asesinado que un personaje de una película para mayores de edad, y no las monsergas esas de los besitos de mujeres que marcan a nuestros niños para toda la vida.

Bonus track para lectores pasivos: la identidad sexual, la orientación sexual y la identidad de género no se contagian, no son modas. Y los niños crecen sabiendo que todos somos únicos, especiales y maravillosos, queramos a quien queramos.