El experimento que estudió a chimpancés durante un eclipse en 1986

Los primates parecen ser los únicos que sintieron curiosidad por lo que ocurría

Un cuidador del zoológico de Belgrado (Serbia) sostiene a una joven chimpancé con gafas solares para observar un eclipse solar | Reuters
Un cuidador del zoológico de Belgrado (Serbia) sostiene a una joven chimpancé con gafas solares para observar un eclipse solar | Reuters

Desde hace décadas sabemos que los eclipses, principalmente los solares, afectan al comportamiento de los animales pero resulta sorprendente saber que pronto se cumplirán cien años de la publicación de los primeros estudios científicos en este campo. Uno de los trabajos pioneros en este aspecto se realizó durante el eclipse solar de 1932 y en el estudio publicado se menciona, por ejemplo, el drástico cambio de conducta de las abejas. El investigador que se ocupó de analizar su comportamiento estudió atentamente cinco colmenas diferentes y anotó que, tan pronto como el cielo comenzó a oscurecerse los insectos iniciaron el viaje de vuelta a casa, acelerando el vuelo para llegar cuanto antes. De hecho, cuando el eclipse alcanzó la totalidad, en la entrada de todas las colmenas analizadas se había formado un importante bloqueo de abejas desesperadas por entrar al interior.

En otro estudio, mucho más reciente, los zoólogos del Riverbanks Zoo en Carolina del Sur (EEUU) aprovecharon un eclipse solar en 2020 para analizar las acciones de diferentes especies y notaron que, a excepción de los primates, el resto tan solo experimentó ansiedad, prisas por regresar y una modificación en sus ritmos circadianos. En las primeras fases de oscurecimiento los animales muestran más intranquilidad y, cuando llega la totalidad, simplemente se van a dormir. Se comportan como si fuese de noche… los grillos comienzan su característico cricrí, las aves se refugian y el ganado regresa a los establos para descansar.

Lo que nos lleva a nuestros primos, los primates… los únicos que parecen mostrar algo más de curiosidad por este extraño fenómeno que oscurece los cielos. Los propios investigadores reconocen que la información histórica sobre las respuesta de los animales a los eclipses es escasa, e incluso a veces contradictoria. El biólogo español, Antonio Osuna, experto en cognición animal en el Messerli Research Institute de Viena, recordaba en estos días uno de los pocos estudios que analizo la conducta de un grupo de chimpancés durante un eclipse solar.

Un equipo de científicos del Centro de Investigación de primates Yerkes de Atlanta (1986) aprovechó el eclipse solar de mayo de 1986 para analizar la conducta de un grupo de dieciséis chimpancés. En aquella ocasión el eclipse fue casi total y la luna llegó a cubrir un 99,7% del sol.

Estructura de metal en forma de cono en el patio de los chimpancés | Branch, Jane E., y Deborah A. Gust. American Journal of Primatology, (1986)
Estructura de metal en forma de cono en el patio de los chimpancés | Branch, Jane E., y Deborah A. Gust. American Journal of Primatology, (1986)

Para asegurarse de diferenciar el cambio de conducta de los chimpancés, las anotaciones comenzaron días antes e incluían las puestas de sol, que es el momento más similar a lo que ocurriría durante el eclipse.

En el centro del patio existe una estructura de metal que los chimpancés utilizaban ocasionalmente para sus juegos e interacciones sociales. Sin embargo, “cuando el cielo comenzó a oscurecerse, el grupo comenzó a mostrar comportamientos atípicos. Varias hembras solitarias y otras con crías se subieron a la estructura central del recinto”.

Apenas dos minutos más tarde, otros machos les siguieron y también escalaron la estructura para terminar todos juntos, reunidos en la parte más alta. “Cuatro minutos después, todos los chimpancés en la estructura estaban orientados hacia el Sol y la Luna, de cara al eclipse”.

Llegaba el momento de la totalidad y, con la oscuridad abrazando toda la superficie, uno de los chimpancés gesticuló claramente señalando el eclipse. Algunos de los chimpancés (un adulto y tres hembras) se habían ido a dormir tranquilamente, “sin enterarse de la actividad del resto del grupo”, pero cuando el eclipse ya llegaba a su fin, y la luz regresaba, una hembra y un macho joven, que estaban descansando, también se unieron al grupo y se subieron a la estructura para observar el evento.

Los chimpancés subidos a la estructura durante el eclipse (izquierda) en comparación con la misma estructura, treinta minutos más tarde (derecha) | Branch, Jane E., y Deborah A. Gust. American Journal of Primatology, (1986)
Los chimpancés subidos a la estructura durante el eclipse (izquierda) en comparación con la misma estructura, treinta minutos más tarde (derecha) | Branch, Jane E., y Deborah A. Gust. American Journal of Primatology, (1986)

Como podéis observar, las fotografías que se conservan de aquel experimento en la década de los ochenta tienen muy mala calidad pero nos permiten entender el radical cambio de conducta y la curiosidad de estos primates por el inusual evento que está ocurriendo.

Los investigadores anotaron que, media hora después del inicio del eclipse, todos los chimpancés habían abandonado la estructura y se comportaban con normalidad. Además indicaron que durante el tiempo que duró el eclipse “todos los chimpancés permanecieron en la zona exterior del recinto, cuando normalmente nunca había más de cuatro chimpancés en la estructura central y nunca orientados hacia el cielo. Aquello fue claramente algo diferente”.

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Referencias científicas y más información:

Branch, Jane E., y Deborah A. Gust. «Effect of Solar Eclipse on the Behavior of a Captive Group of Chimpanzees ( Pan Troglodytes )». American Journal of Primatology, (1986) DOI:10.1002/ajp.1350110407.

Hartstone-Rose, Adam, et al. «Total Eclipse of the Zoo: Animal Behavior during a Total Solar Eclipse». Animals, (2020) DOI:https://doi.org/10.3390/ani10040587.

Agradecimiento especial al biólogo Antonio Osuna (@biotay)