El 'dream team' de López Obrador para su Presidencia

Foto: Twitter
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Los resultados de las elecciones le dieron a Andrés Manuel López Obrador el triunfo, ahora empieza la etapa de transición, periodo en el que la administración que termina sus funciones informa a quien asumirá el Poder Ejecutivo sobre el estado que guarda la nación. En este periodo inician sus actividades quienes podrían ser integrantes del gabinete del próximo presidente de México.

Con meses de anticipación López Obrador presentó a quienes podrían integrar su gabinete, este grupo se distingue por estar compuesto por personas que tienen un sólido prestigio profesional y además experiencia política.

En la etapa de transición es relevante que se generen “señales” de certidumbre para los inversionistas nacionales y extranjeros, sobre todo porque por más de 30 años México se ha integrado a un proceso de globalización comercial, productiva y financiera a partir de su activa participación en diferentes tratados comerciales con algunas regiones del mundo, entre las que destaca el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Los temas prioritarios son economía, gobernabilidad y vínculos internacionales.

La certidumbre de que la economía no sufrirá cambios bruscos con motivo del triunfo electoral de López Obrador la ofreció quien será el próximo secretario de Hacienda y Crédito Público, Carlos Urzúa Macías. Tiene licenciatura en Matemáticas por el Tecnológico de Monterrey, maestría en Matemáticas por el IPN; maestría y doctorado en Economía por la Universidad de Wisconsin-
Madison. Es investigador nivel III en el Sistema Nacional de Investigadores, miembro de la Academia Mexicana de Ciencias. Se desempeñó como Secretario de Finanzas del Gobierno del Distrito Federal durante el periodo 2000-2003.

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En su calidad de próximo secretario de Hacienda, Carlos Urzúa ya envió las primeras “señales” a los inversionistas sobre las políticas que instrumentará el gobierno de López Obrador. Se puso en contacto con analistas y especialistas de Wall Street y les informó que “cuidará la estabilidad macroeconómica del país, tendrá una política monetaria y fiscal responsable, con un superávit primario, además de respetar la libre flotación del tipo de cambio y la autonomía del Banco de México (Banxico). Comentó además que del combate a la corrupción y de un mayor control y transparencia en las compras gubernamentales, espera tener ahorros entre 1% y 2% del Producto Interno Bruto (PIB).” (Proceso, 2 de julio de 2018)

En el proceso de transición es también importante enviar “señales” internas relacionadas con la estabilidad política del momento actual y construir los mecanismos de conciliación y negociación en el futuro gobierno y para esa función fue designada por López obrador la exministra Olga Sánchez Cordero Dávila, quien sería la próxima secretaria de Gobernación. Es Licenciada en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México y cursó el posgrado en Política Social y Administración en el University College of Swansea, Gran Bretaña. Goza de reconocimiento como académica y principalmente por su labor como ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación durante dos décadas, de 1995 al 2015.

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Olga Sánchez Cordero “comenzó a hacer llamadas telefónicas con los gobernadores del país para ofrecer trabajo conjunto, colaboración y mutua responsabilidad. Pero su primera frase siempre es: Le llama la próxima secretaria de Gobernación…”. (El Universal, 3 de julio de 2018)

Las “señales” hacia las naciones con las que México mantiene relaciones de amistad, intercambio cultural, turístico, comercial y demás, también son importantes esta función la realizarán Marcelo Ebrard, ex jefe de gobierno del Distrito Federal, con estudios en relaciones internacionales en el Colegio de México “y el diplomático Héctor Vasconcelos, futuro ministro de Exteriores, serán quienes dirijan los temas internacionales de la transición. Serán ellos quienes tendrán la compleja tarea de cumplir con la promesa de López Obrador de buscar “con el Gobierno de Estados Unidos una relación de amistad y de cooperación para el desarrollo, fincada en el respeto mutuo y la defensa de nuestros
migrantes”. (El País, 1 de julio de 2018)

Además, atenderán la agenda internacional que involucre la futura actividad internacional del próximo gobierno, que recuperara la doctrina Estrada que promueve los principios de no intervención y el derecho de autodeterminación de los pueblos.

Entre los asuntos de atención prioritaria del próximo gobierno está continuar la construcción de infraestructura para apoyar el desarrollo de la industria y el comercio internacional, como es el Nuevo Aeropuerto Internacional de México, cuya obra podría ser revisada y evaluada por el gobierno entrante, esta función estaría a cargo del futuro secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier
Jiménez Spriú, quien fue secretario administrativo de la UNAM, director de la Facultad de Ingeniería; Director General de Mexicana de Aviación, Subsecretario en la SCT, Director en Pemex y dirigente de diferentes organizaciones de ingenieros, entre otros.

El gabinete de López Obrador ya entró en funciones, la transición dura 5 meses pero el relevo podría anticiparse en los hechos. Al mal paso darle prisa. Con todo respeto.