El curioso manual del siglo XIX para que los hombres honrados aprendieran a usar la navaja y a defenderse

‘Manual del baratero’ (imagen extraida directamente del libro)
‘Manual del baratero’ (imagen extraida directamente del libro)

El legado literario que nos ha llegado desde que el ser humano empezó a escribir nos ha dejado a lo largo de la Historia un número incalculable de obras de todo tipo. Sería prácticamente imposible catalogar los cientos de miles de libros escritos (posiblemente varios millones) de los que no hay ni existe constancia de un gran número.

Hoy en día tenemos miles de tutoriales (ya sea publicados en papel o a través de formato vídeo) que nos son muy útiles para realizar o aprender cualquier cosa, pero siglos atrás era sumamente difícil acceder a la información (básicamente porque no tenían los medios de difusión, sociabilidad y comunicación actuales). Así que había quien se preocupaba de poder ayudar a los demás –de un modo altruista- sobre todo en lo que concernía a la seguridad y los peligros que podrían sufrir.

Entre toda la amalgama de obras escritas hay de los más diversos géneros, pero hoy voy a centrarme concretamente en uno: los manuales que se publicaban antiguamente con el fin de ayudar al prójimo.

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Uno de esos curiosos libros fue publicado en Madrid, en el año 1849, y llevaba como título ‘Manual del Baratero, o Arte de manejar la navaja, el cuchillo y la tijera de los gitanos’ (realmente ponía ‘jitanos’ ya que por aquel entonces se escribía con jota).

Ilustraciones del ‘Manual del baratero’ (imagen extraida directamente del libro)
Ilustraciones del ‘Manual del baratero’ (imagen extraida directamente del libro)

Pero este manual no estaba hecho con la intención de enseñar a delinquir a los ciudadanos de la época, sino para que los ‘hombres honrados’ (tal y como indicaba en el prólogo), para que esto supieran manejar armas como la navaja -así como el cuchillo o unas tijeras de esquilar- usadas habitualmente por delincuentes, personas de mal vivir o ‘barateros’; término utilizado para referirse a ciertos individuos que se movían en los bajos fondos, violentos y sin escrúpulos, que eran capaces de matar con tal de robar cualquier cosa. No hacía falta provocarlo para que el arma y se liara a navajazos.

Estos personajes tenían un muy buen y experimentado manejo de la navaja (y las otras armas mencionadas) y eran sumamente peligrosos. Algunos de ellos, a lo largo de la Historia, acabaron uniéndose a peligrosos grupos de bandoleros.

Instrucciones para manejar la navaja del ‘Manual del baratero’ (imagen extraida directamente del libro)
Instrucciones para manejar la navaja del ‘Manual del baratero’ (imagen extraida directamente del libro)

No solo vivían de robar, sino también de extorsionar a los propietarios de tabernas, mesones y negocios, donde se presentaban y exigían un pago. Precisamente este pago exigido era conocido como ‘el barato’, dando lugar a que fueran conocidos como barateros.

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Muchos eran las personas que se negaban a pagar y a las que atacaban a punta de navaja, con la mala fortuna de que, además de ser robadas, acababan acuchilladas. Por tal motivo hubo un ciudadano que vio la conveniencia de publicar un manual que ayudara a salvar la vida a todos esos hombres honrados atacados impunemente por los barateros.

Lo curioso es que lo hizo de manera anónima, no conociéndose quién fue el autor de tal libro. Mucho se ha especulado sobre su identidad y aunque no se ha podido determinar sí que había una cosa en claro: era alguien que conocía perfectamente el mundo de la delincuencia, los suburbios y el manejo de las armas, por lo que no se descartó de que hubiese sido un baratero redimido. Pero son muchos los expertos que tras estudiar este manual han descartado que se tratara de alguien que perteneciera a los bajos fondos, debido a que el libro estaba realmente bien escrito.

A lo largo de una cincuentena de páginas, el ‘Manual del Baratero, o Arte de manejar la navaja, el cuchillo y la tijera de los gitanos’ daba una serie de instrucciones sobre cómo colocarse en un cuerpo a cuerpo, la forma de moverse, hacia dónde hacerlo, cómo agarrar el arma y las diferentes maneras en las que el adversario podría atacar y el modo en el que debía de esquivarse sus navajazos.

Ilustración de Jean Charles Davillier (1874) sobre un baratero exigiendo el pago de ‘el barato’ (imagen vía Wikimedia commons)
Ilustración de Jean Charles Davillier (1874) sobre un baratero exigiendo el pago de ‘el barato’ (imagen vía Wikimedia commons)

Todo un compendio de instrucciones que, de bien seguro, fueron muy útiles para más de una persona.

En el prólogo se indicaba que ese manual podría ser recibido ‘malamente’ por algunas personas, viendo su aparición como perjudicial y advertía en él que el propósito del mismo era que fuera ignorado ese libro por ‘barateros, trúhanes y otras gentes de vida airada’. Esa obra pretendía aleccionar a hombres honrados a los que la religión, los tratados de moral, ni las leyes podían ayudar cuando eran atacados y provocados.

Prólogo del ‘Manual del baratero’ (imagen extraida directamente del libro)
Prólogo del ‘Manual del baratero’ (imagen extraida directamente del libro)

Fuentes de consulta e imágenes: esgrimahistorica (pdf con el libro completo) / extramuros / elretohistorico / Wikimedia commons

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