El curioso hallazgo que sugiere que los humanos llegaron a América antes de lo pensado

La teoría que se ha enseñado tradicionalmente sobre el origen del hombre en el Continente Americano es que los humanos arribaron vía un corredor de tierra llamado ‘Puente de Beringia’ que existió entre Siberia y Alaska, en lo que hoy es el estrecho de Bering, durante la parte final del último periodo glacial debido a que entonces, por la inmensa congelación de la época, el nivel de los océanos era menor.

En paralelo a ello han surgido otras teorías sobre el origen, la ruta y el momento en que los primeros humanos se esparcieron por América, algunas intrigantes y otras controversiales. En el debate actual si bien se acepta que los humanos llegaron vía el Puente de Beringia a América, se ha propuesto que su expansión posterior podría haberse dado por varias rutas (por un corredor entre glaciares que atravesaba Canadá, por la costa del Pacífico) y en épocas diferentes y no solo en una única gran migración de Norte a Sur hace unos 14,000 años.

La discusión al respecto es intensa y polémica.

Uno de los restos animales hallados en las cuevas Bluefish, entre Alaska y Canadá, con marcas que se creen fueron hechas por humanos hace 24,000 años. (Universidad de Montreal)
Uno de los restos animales hallados en las cuevas Bluefish, entre Alaska y Canadá, con marcas que se creen fueron hechas por humanos hace 24,000 años. (Universidad de Montreal)

En ese contexto, una nueva investigación ha añadido nuevas interpretaciones y posibilidades a las teorías sobre el origen del hombre en América.

Como se relata en el periódico International Business Times, el análisis de restos de animales hallados en las cuevas Bluefish en el área fronteriza entre Canadá y Alaska, parte de la antigua Beringia, sugiere una interpretación adicional a las teorías planteadas. El examen con tecnología de radiocarbono de miles de restos animales hallados allí, realizado por investigadores de las universidades de Montreal y Oxford, sugiere que datan de al menos 24,000 años atrás. Eso no indicaría nada diferente si no fuese porque en al menos 15 de esos huesos se han detectado marcas que sugieren actividad humana y habrían sido hechas con herramientas de piedra para retirar la piel y la carne de los animales. Esas marcas son líneas rectas o en forma de V, lo que a juicio de los investigadores indica que fueron hechas por el hombre.

Con todo, se ha criticado que los restos animales hallados estaban demasiado fragmentados y alterados para sustentar que en ellos hubo actividad humana, de acuerdo al portal Western Dig, y que la mayoría de las marcas, salvo unas pocas, habrían sido hechas por animales depredadores.

Si se confirmaran esos datos, como los de otras teorías que sitúan la llegada de los primeros hombres al continente americano antes que en el periodo de 14,000 años atrás que había sido asumido por años, se podría modificar el entendimiento de ese proceso, pero para ello presumiblemente más prueba arqueológica directa: con restos humanos y sus asentamientos y no solo vía restos animales.

Con todo, y en el supuesto de que en efecto esas marcas en huesos hayan sido hechas por humanos que vivían en la región americana de Beringia antes de lo pensado, eso no significa que sus asentamientos se hayan propagado más allá de esa región en esa época (la presencia misma de humanos allí 10,000 o más años antes de la fecha usualmente aceptada es aún controversial, aunque con interesantes hallazgos).

Los restos de la llamada cultura Clovis, que se han considerado los más antiguos en América, no son anteriores a la fecha de 14,000 años pero otras evidencias arqueológicas han sugerido, con mayor o menor controversia, que en lo que actualmente es Estados Unidos y tan al sur como Chile podrían haberse asentado humanos muchos miles de años antes que la cultura Clovis.

En ese sentido, la investigación que sitúa asentamientos humanos en Beringia hace 24,000 años incluiría la noción de que esta población vivía aislada en la zona, pues los inmensos glaciares que entonces cubrían todo Canadá y llegaban hasta el norte de Estados Unidos bloqueaban el paso desde Beringia al sur.

Ejemplos de herramientas de la cultura Clovis de Norteamérica, que tradicionalmente se data la primera en el Continente Americano hace unos 12,600 años. (AP)
Ejemplos de herramientas de la cultura Clovis de Norteamérica, que tradicionalmente se data la primera en el Continente Americano hace unos 12,600 años. (AP)

Los estudios usualmente aceptados señalan que la migración desde Beringia hacia el sur comenzó cuando se abrió una suerte de pasaje entre glaciales a la mitad del Continente que permitió a los antiguos humanos cruzar desde Alaska hasta lo que hoy es Estados Unidos y más al sur e incluso antes, por rutas costeras desde Alaska hacia el Sur que hoy han quedado ya bajo el agua tras la elevación del nivel del mar. Pero esas migraciones no habrían sucedido, por las vías mencionadas, antes de 14,000 años atrás, según las interpretaciones clásicas.

Investigaciones más recientes han cuestionado esa noción, afirmando que hay evidencias de asentimientos anteriores en varias regiones del continente americano, tan distantes entre sí como Carolina del Norte y Chile. Estudios genéticos también proponen que el actual hombre americano tuvo su origen en ancestros que colonizaron América desde Asia en fechas anteriores a la cultura de Clovis.

El debate al respecto es apasionado e incluye teorías con evidencia arqueológica, genética y contextual diversa. Las conclusiones basadas en las marcas en los huesos en las cuevas Bluefish apuntan, así, a un origen más antiguo del hombre americano de lo que se pensaba, pero el debate está lejos de estar cerrado y, en realidad, es un asunto científico apasionado y candente.

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