El calor en México y una verdad que duele: tus esfuerzos individuales no acabarán con el problema

Calor en México no cede y el futuro luce peor. (Daniel Cardenas/Anadolu via Getty Images)e country reached 46 degrees Celsius and a thermal sensation of 50 degrees Celsius. (Photo by Daniel Cardenas/Anadolu via Getty Images)
Calor en México no cede y el futuro luce peor. (Daniel Cardenas/Anadolu via Getty Images)

El calor no cede terreno en México. Hasta 25 estados de la República han excedido los 40 grados. Y el asunto no parece tener buen pinta. No se trata de que termine esta época de altas temperaturas; es que cada año ya pasa lo mismo. De hecho, hay una frase que merodea los comentarios sobre el asunto: dicen que no es la primavera más calurosa, sino la más fría del resto de tu vida. Es decir, se alude que esto apenas es el comienzo y en el futuro habrá escenarios todavía más inclementes.

Ante tamaño problema, la pregunta es natural: ¿por qué hace tanto calor? Así lo explicaba Francisco Estrada Porrúa, investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC), el año pasado. “Por un lado, tenemos la variabilidad natural, que después de estar tres años en un evento moderado de La Niña, pasamos a condiciones de El Niño, el cual está asociado con este tipo de temperaturas en nuestro país. Por otro, el cambio climático global también aporta a las temperaturas extremas que en el último siglo se han vuelto más probables e intensas”, señaló a Gaceta UNAM.

Y hay un factor determinante en el abundante calor que ha incrementado en los últimos años: el dióxido de carbono (C02). “La mayor parte del incremento se debe al cambio climático antropogénico, que viene de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), el cual tiene un vida media en la atmósfera muy larga, que no se ha podido determinar todavía; sin embargo, va entre 50 y 300 años, por lo que, si no logramos bajar sus emisiones, se quedará guardado y continuará ocasionando efectos en el clima por un periodo muy largo”, señala Estrada Porrúa en la misma publicación.

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¿Y de dónde proviene ese dióxido de carbono? De los seres humanos, claro, pero de qué seres humanos exactamente. Una investigación del centro InfluenceMap reveló que tan sólo 57 corporaciones privadas y estatales acapararon el 80% de emisiones de CO2 de 2016 a 2022, desde que se instauró el Acuerdo de París, el tratado internacional para combatir el cambio climático (entre ellas, se encuentra Pemex).

"La investigación de Carbon Majors nos muestra exactamente quiénes son los responsables del calor letal, el clima extremo y la contaminación atmosférica que amenazan vidas y causan estragos en nuestros océanos y bosques", indicó Tzeporah Berman, directora de Programas Internacionales de la organización ambiental Stand.earth a Climática en febrero pasado. Berman también destacó que estas empresas han ganado millones de dólares al tiempo que negaban el problema y, en cambio, emprendían campañas de blanqueamiento con las que encubrían su participación activa en la extracción de combustibles fósiles.

El problema, por lo tanto, no puede reducirse a peticiones individuales. Al hacerlo, se deja de lado el motivo principal por el cual el calor está llegando a un límite. Los esfuerzos individuales pueden ser valiosos y servir para tomar conciencia, pero no tienen un impacto real porque los principales contaminantes gozan de vía libre para seguirlo haciendo, amparados como están en las necesidades del mercado.

Son loables las iniciativas de plantar más árboles, de no usar el carro cuando no sea necesario: en algo suma. Pero hay que tener claro que el problema no se solucionará por ese camino. La batuta la tienen las grandes empresas, responsables del gran volumen de CO2 que se emite y que genera el calor actual, insoportable y fatalista que, si las cosas siguen así, en efecto, se convertirá apenas en la época más fría del resto de nuestras vidas, por irónico y cruel que resulte.

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